viernes, 28 de diciembre de 2012

. Causas principales que indujeron a la ruptura del 1054 entre Oriente (Constantinopla) y Occidente (Roma).


CAUSA
IGLESIA ORIENTAL
IGLESIA OCCIDENTAL
Rivalidad Política
Imperio bizantino
Sacro Imperio Romano
Pretensiones papales
El patriarca de Constantinopla considerado segundo en primacía tras el de Roma.
El obispo de Roma reclama autoridad suprema sobre toda la Iglesia.
Desarrollo teológico
Se estanca tras el Concilio de Calcedonia.
Se desarrolla y crece por medio de las controversias y la expansión.
Controversia filioque
Sostiene que el Espíritu Santo procede del Padre.
Sostiene que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (Filioque).
Controversia iconoclasta
Envuelta durante 120 años en la disputa sobre la veneración de iconos. Finalmente concluyó que era legítima (estatuas prohibidas).
Hizo constantes esfuerzos por interferir en lo que era una disputa puramente oriental (estatuas permitidas).
Diferencias lingüísticas y culturales
Griega/Oriental
Latina/Occidental
Celibato clerical
Al bajo clero (sacerdotes) le está permitido casarse.
Todo el clero ha de guardar el celibato.
Presiones externas
Los musulmanes hicieron continua presión sobre la Iglesia oriental.
Los bárbaros occidentales fueron cristianizados y asimilados por la Iglesia Occidental.
Excomunión mutua en 1054
El patriarca Miguel Cerulario excomulgó al papa León IX tras ser excomulgado por él.
León IX excomulgó al patriarca de Constantinopla Miguel Cerulario.


Causas del Cisma
Algunos autores lo resumen entres grupos las principales causas que motivaron el Cisma:
1. De tipo étnico: La natural antipatía y aversión entre asiáticos y europeos, unidas al desprecio que en esta época sintieron los cristianos orientales hacia los latinos, a quienes consideraban contagiados de barbarie a causa de las invasiones germánicas.          
2. De tipo religioso: Las variaciones que, con el paso del tiempo, fueron imponiéndose en las prácticas litúrgicas, dando lugar al uso de calendarios y santorales distintos; las continuas disputas sobre las jurisdicciones episcopales y patriarcales que se originaron a partir de dividirse en dos el Imperio; la opinión extendida por todo el Oriente de que, al ser trasladada la capital del Imperio de Roma a Constantinopla, se había trasladado igualmente la Sede del Primado de la Iglesia universal; las pretensiones de autoridad por parte de los patriarcas de Constantinopla, que utilizaron el título de ‘Ecuménicos’ a pesar de la oposición de los papas, que reclamaban para sí, como obispos de Roma, la suprema autoridad sobre toda la cristiandad; la negativa de los patriarcas de Oriente a reconocer esa autoridad sobre la base de la Sagrada Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, alegando que el obispo de Roma sólo podía pretender ser “primus inter pares” (un primero entre sus iguales); y la intromisión de los emperadores en asuntos eclesiásticos, creyéndose pontífices y reyes, y pretendiendo decidir ellos solos los graves problemas de la Iglesia.
3. De tipo político: El apoyo que buscaron los papas en los reyes francos y la restauración en Carlomagno del Imperio de Occidente (s. IX) mermaron prestigio a los emperadores de Oriente, que tenían pretensiones a la reunificación del antiguo Imperio romano.
A estas causas de carácter general pueden añadirse los cargos —en realidad, pretextos— que los patriarcas Focio y Cerulario imputaron a la Iglesia de Roma, y que pueden resumirse en los cuatro siguientes: Que los papas no consideraban válido el sacramento de la confirmación administrado por un sacerdote; que los clérigos latinos se rapaban la barba y practicaban el celibato obligatorio; que los sacerdotes de la Iglesia Romana usaban pan ácimo en la Santa Misa, práctica considerada en Oriente una herejía de influencia judaica; y, en fin, que los papas habían introducido en el credo la afirmación de que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (“Credo in Spiritum Sanctum qui ex Patre Filioque procedit”), en contra de lo que sostenían los patriarcas orientales, que no reconocían esta última procedencia.

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