jueves, 25 de noviembre de 2010

Soy Joven Señor!!!

Soy joven, Señor,
y quiero vivir con fuerza y alegría;
soy joven y quiero estrujar mi vida
y llegar hasta el fondo;
soy joven y, la verdad, Señor,
no sé lo que es vivir a veces;
soy joven y busco caminos,
aunque no he encontrado el sendero cierto.
Tú amas la vida, señor Jesús,
y quieres al joven en pie, firme;
amas la vida y has roto
las ataduras de la muerte, resucitando;
tienes Palabras de vida eterna
para el corazón del hombre,
y le has dado el pan de vida
para que camine con valor.
Señor de la vida:
quiero vivir desde el centro de mi ser.
Señor de la vida:
quiero ser feliz y mantener mi dignidad.

Pastoral Marista

viernes, 5 de noviembre de 2010

La Vida

La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es un misterio, descúbrelo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es amor, gózalo.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es aventura, vívela.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.
Madre Teresa de Calcuta

El Cofre de la Felicidad

Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano.
Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir. Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.
Un día llego ante él un niño y le dijo: Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo? El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: -A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.
El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes. El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer: Este paso se llama alta autoestima.
El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces propónte  metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser  feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, perdona y olvida.
El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales  también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser felices.

Pastoral Marista

lunes, 1 de noviembre de 2010

Angelology.


Mi ex-alumna y amiga Carla Gallén, me pasó hace poco este libro para que me lo leyera. Me pareció muy interesante, pues habia oido que desde hacia un tiempo se había puesto de moda el tema de los Ángeles, tras una fuerte tirada por el eterno interés por los vampiros, ahora parecia que se ponía de moda el de los angelitos. Incluso la renombrada escritora de temas de miedo y vampiros Anna Rice (autora destacada de la saga de las Crónicas Vampíricas) se ha lanzado a la piscina con una obra de ángeles. Igualmente a destacar la literatura de Laura Gallego que nos ha regalado la serie Alas... .
Por lo que se ve la gente ahora tira por este tema, que es difícil de trabajar, pues sobre la pureza absoluta no hay mucha cosa a comentar, en todo caso de los ángeles caídos (y volvemos al tema del mal y del vampirismo).
El libro en sí es un best-seller con aventuras, acción, unas pinceladas de amor, con unos seres que traen un poco de confusión al principio entre Vigilantes, Nefilim y Gibborim. Pero que poco a poco te vas situando. Se centra todo en un grupo de angelólogos cuya increíble existencia se basa en la información sacada del Libro de Henoch, un libro de la tradición judia que el canon eclasiástico no aceptó. El libro en sí es un compendio de lo que posteriormente pasará la tradición occidental sobre los ángeles, sobretodo origen y fuerzas, así como características. Y también en un oscuro pasaje bíblico sobre la unión de ángeles (hijos de Dios ) y las Hijas de los Hombres que darían origen a ls Nefilim, cínicos y frios (¿sólo les quedan las alas de su origen angelical?).
Es un libro distraido aunque algunos momentos son algo... difíciles de creer: apariciones de ángeles en lugares muy públicos sin que nadie se percate, aparición de gigantes-gibborium sin que a nadie le asuste ni se den cuenta (¿realmente somos tan ciegos?), alas plegadas que dan un cuerpo especial y que a nadie le sorprende... Pero le agradezco a Carla el poder estar durante unas semanas algo distraido con esas aventuritas. Lo mejor la parte de los viajes para encontrar la cueva donde estaban encerrados (sic) los ángeles caídos.... Por cierto... ¿porqué les llaman los Vigilantes?

Nacho Padró