domingo, 18 de julio de 2010

Donando sangre

Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transtúsión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: "Si, lo haré, si eso salva a Liz."
Mientras la transtúsión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistiamos a él y a su hermana, viendo retomar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: "¿A qué hora empezaré a morirme?"
Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.
Da todo por quien ames.

Los obstáculos en nuestro camino.

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.
Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.
Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el suelo, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros ñunca entendieron.
Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.

Siempre recuerda aquellos a quienes sirves

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de él. "¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?" pregunto el niño. "Cincuenta centavos", respondió la mesera. El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas. "¿Cuánto cuesta un helado solo?", volvió a preguntar.
Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. "Treinta y cinco centavos", dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. "Quiero el helado solo", dijo el niño. La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se file. El niño terminó el helado, pagó en la caja y se flie. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos... su propina.
Jamás juzgues a alguien antes de tiempo

Auxilio en la lluvia

Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer afroamericana, de edad avanzada estaba parada en el acotamiento de una autopista de Alabama, tratando de soportar una fuerte tormenta.
Su coche se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, ella decidió detener el próximo coche.
Un joven blanco se detuvo a ayudarla, a pesar de todos los conflictos que habían ocurrido durante los 60. El joven la llevó a un lugar seguro, la ayudó a obtener asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Ella anotó la dirección del joven, le agradeció y se fue.
Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de su casa. Para su sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le flie entregado por correo a su casa. Tenia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía:
"Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no sólo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente. Sinceramente:La Señora de Nat King Cole."
No esperes nada a cambio y lo recibirás

La pregunta más importante.

Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la ultima: "¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?". Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela.
Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre?.
Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. "Absolutamente", dijo el profesor. "En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: ¡Hola!'
Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy. Todos somos importantes

sábado, 17 de julio de 2010

El Valor de la Amistad.

Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: ¿Por que se estará llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un "traga". Yo ya tenía planes para todo el fin de semana. Fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el Sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.

Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo.Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimas en sus ojos. Le acerqué a sus manos sus gafas y le dije, "esos chicos son unos tarados no deberían hacer esto". Me miró y me dijo: "¡gracias!". Había una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud. Le ayudé con sus libros.Vivía cerca de mi casa. Le pregunté porqué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada.Yo nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada.Caminamos hasta casa.Le ayudé con sus libros; parecía un Buen chico.Le pregunté sí quería jugar al fútbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó. Estuvimos juntos todo el fin dé semana. Mientras más conocía a Kyle, mejor nos caía, tanto a mí como a mis amigos,

Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de nuevo. Me paré y le dije: "Hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días". se rió y me dio la mitad para que le ayudara.

Durante los siguientes cuatro años nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya estábamos por terminar la secundaría, Kyle decidió ir a la Universidad dé Georgetown y yo a la de Duke. Sabia que siempre seríamos amigos, que la distancia no sería un problema. Él estudiaría medicina y yo administración, con una beca de fútbol.

Llegó el gran día de la Graduación. Él preparó el discurso.Yo estaba feliz de no ser el que tenía que hablar. Kyle sé veía realmente bien era una de esas personas que se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había mejorado en todos los aspectos, se veía bien con sus gafas. Tenía más citas con chicas que yo y todas lo a doraban. ¡Caramba! Algunas veces hasta me sentía celoso.... Hoy era uno de eso días.

Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, asi que le di una palmadita en la espalda y le dije: "Vas a estar genial, amigo", Me miró con una de esas miradas (realmente de agradecimiento) y me sonrió. "Gracias", me dijo.

Limpió su garganta y comenzó su discurso: "La Graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquéllos que nos han ayudado a través de estos años difíciles: tus padres, tus maestro s, tus hermanos, quizá algún entrenador ... pero principalmente a tus amigos.Yo estoy aquí para decirles que ser amigo de alguien es el mejor rega lo que podemos dar y recibir y, a este propósito, les voy a contar una historia". Yo miraba a mi amigo incrédulo cuando comenzó a contar la historia del primer día que nos conocimos. Aquel fin de semana él tenia planeado suicidarse. Habló de cómo limpió su armario y por qué 1levaba todos sus libros con él: para que su madre no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela. Me miraba fijamente y me sonreía. "Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable"

Yo escuchaba con asombro como este apuesto y popular chico contaba a todos este momento de debilidad. Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud. En ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras: "Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. Dios nos pone a cada uno frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera".

"Los amigos son ángeles que nos llevan en sus brazos cuando nuestras alas tienen problemas para recordar como volar"

Si tienes tiempo, dedícale 2 minutos a todos tus amigos, ellos se lo merecen.Creo que después de esto queda poco por decir, sólo deciros que "el roce NO hace el cariño", el cariño se hace con amor, no disponer de tiempo no es lo mismo que no querer dedicarte ese tiempo, no disponer de tiempo no es un sinónimo de no querer. El amor no va delimitado por la agujas de un reloj, o por los amaneceres que han pasado sin ver a tu amigo, el amor va delimitado por los sentimientos, "no me importa que no tuvieseis un minu to para mí, mientras tengáis un buen recuerdo mío" Un beso a todos mis amigos.

Anónimo.

jueves, 15 de julio de 2010

El Palacio Incompleto.

Erase que era un rey que quiso construir un gran palacio. Y lo hizo para orgullo de sus amigos y envidia de sus enemigos. Pero el astrólogo del reino le previno: "Está escrito en los astros: el día que se acabe de construir su palacio, morirá Su Majestad",

Su Majestad no se inmutó. Sencillamente dejó sin acabar su palacio. Y vivió larga vida. Quizá la parábola nos quiera decir que mientras haya algo por hacer, mientras nos quedan planes e ilusiones, seguiremos con vida. Y se nos va cuando pensamos que ya no tenemos nada que hacer. Podría ser.

Conocí yo a un anciano bibliotecario que, al felicitarle cada año su cumpleaños decía humildemente: "Sólo le pido al Señor un año más de vida para acabar los planes que tengo para la biblioteca". Hasta que un año alguien le dijo: "Si el Señor escucha su oración todos los años, usted va a ser eterno". Desde entonces ya no repitió su intención. Y tampoco llegó a celebrar su próximo cumpleaños.

La lección parece ser, y es, que mientras tenemos ilusión, tenemos vida. Algo por hacer, algo por lograr, algo por acabar. Algo por vivir. Y vivimos. Nos da la confianza de que valemos para algo, de que algo hacemos, de que tenemos algo que completar antes de marcharnos; y eso va retrasando la partida. El sabernos de alguna forma útiles nos afirma en la vida. Tenemos un palacio entero por construir, y aún no se ha acabado. Nuestra vida merece la pena. Hemos de acabar la obra que comenzamos y hacer realidad los sueños que soñamos. Mientras hay sueños, hay vida para realizarlos. Al rey ya no le queda nada por hacer. Y sin nada por hacer ya no queda tampoco nada porqué vivir. Se acabó el palacio y se acabó la ilusión de hacerlo. Se acabó el reinado.

El rey era sabio y, por un lado, respetó el oráculo del adivino y, por el otro, se aseguró una larga vida. Si bien lo pensamos aún quedan un buen número de estancias que construir en nuestro palacio. Tenemos tareas que llevar a cabo, y tenemos ilusión por hacerlo. Con humildad en nuestro realismo, y con alegría en nuestra confianza. Aún tenemos algo por hacer. Con nuestros respetos y nuestro agradecimiento al astrólogo real, seguiremos viviendo.


Carlos G. Vallés

Preparados en el Más Allá en Cova des Pas (Menorca).


Los trabajos arqueológicos de la Cova des Pas aportan nuevos conocimientos sobre el ritual funerario de hace 3.000 años. Los cuerpos inertes eran peinados y amortajados para su inhumanación.
Los cuerpos humanos enterrados hace 3000 años en la Cova des Pas, en Ferreries, fueron cuidadosamente peinados y preparados para su inhumanación, así como envueltos en postura fetal y fuertemente flexionados, con un sudario de piel de bóvido. Este es el ritual de inhumnación que el equipo científico liderado por la Universidad de Barcelona y la Universidad de les Illes Balears han determinado tras el estudio científico de los restos humanos y materiales conservados en este depósito funerario.
Las excavaciones arqueológicas de la Cova des Pas han puesto al descubierto que todas las personas inhumadas en el recinto –sin distinción de sexo o edad-  recibieron el mismo ritual tras el óbito, incluyendo a varios neonatos fallecidos que han sido localizados en la cámara funeraria. Los cuerpos amortajados eran inmediatamente transportados a la cueva –situada en un acantilado a unos 15 metros de altura- aunque todavía no se ha precisado si eran izados con unas cuerdas o se utilizó para ello algún tipo de andamio. Los restos mortales eran colocados en las zonas libres del interior de la cueva que quedaban después de inhumanaciones realizadas con anterioridad. No obstante, el equipo científico ha podido constatar que, al menos dos personas fueron objeto de un tratamiento especial: un niño de corta edad y una persona adulta fueron depositados en sendas parihuelas –que se encuentran en proceso de restauración- construidas con madera, cuyos tramos transversales fueron engarzados mediante una técnica muy parecida a la utilizada para fabricar las barreras tradicionales del campo menorquín.


La localización de este yacimiento funerario intacto desde hace 3000 años, con la aparición de restos momificados  de gran interés, tiene su contrapunto en la ausencia de ajuares cerámicos y metálicos, puesto que no se han localizado ni un solo resto cerámico. Esta necrópolis proporcionará un mayor conocimiento de la época de transición del pretalayótico a la primera fase del talayótico menorquín.
 
Toni Seguí
Diario Menorca

Del amor y sus penas

No podemos vivir sin esa especie de confianza en la vida que nos otorga el sentimiento amoroso

Eso a lo que llamamos amor, ese sentimiento que nos embarga alguna o varias veces en la vida y en el que depositamos, de manera consciente o inconsciente, todas nuestras esperanzas, suele ser el sentimiento más complejo e importante de la vida. De él dependemos como del aire para respirar o del agua para beber. Podemos vivir con un aire contaminado, con el agua modificada hasta límites insospechables, pero no podemos vivir sin esa especie de confianza en la vida que nos otorga el sentimiento amoroso.
Ese sentimiento es, en parte, un producto del deseo o quizás, el mismo deseo con distintos ropajes, pero va más allá que el deseo sexual, creo que tiene que ver con el deseo de vivir. Puede ser expresado con el lenguaje de la pasión por alguien o por algo; de cualquier manera la pasión es inherente al sentimiento, como si fuera su expresión exterior. Y como cualquier expresión pasional, asusta porque manifiesta una intensidad que no es compatible con la vida planificada, ordenada y controlada a la que estamos acostumbrados. Por ello, muchas personas se defienden de ese sentimiento como si fuera un peligro constante. De hecho, lo es. Cualquier manifestación de las profundidades del individuo es una amenaza de desbordamiento. Cualquier pasión lo es, y el amor, aunque sea algo muy bueno, lleva implícito el sello de la profundidad y asusta porque rompe los esquemas que nos matienen en un estado de tibieza soportable. Pero sin amor se va a la destrucción paulatina de todo lo que es vital, de ahí que los que no pueden enamorarse son terreno abonado para la depresión.
Lo que ocurre es que esa flor magnífica tiene multitud de dolorosas espinas; es el peaje que hay que pagar. Las penas de amor que han creado tanta literatura son el tributo que Eros reclama para habitarnos. Hay montones: la incertidumbre permanente de su correspondencia, la dificultad de expresarlo tal como se siente, el miedo a perderlo, lo efímero de sus expresiones y un sinfín de dudas que florecen en el camino.
Cuando una relación amorosa se rompe, el dolor más importante no es el de que la persona amada se aleje de nuestro lado, sino que uno no sabe qué hacer con todo lo propio que ha depositado en el ser amado, es decir, el proyecto vital inconsciente que se fue creando como en una destilería profunda se queda sin el aliento vital que supone el compartir las almas. Claro que hay más cuerpos y almas en el exterior pero el tiempo transcurrido compartiendo alma con alguien amado modifica la esencia de cada cual, y la persona que resulta de ello ya es distinta de la que empezó. La tarea afectiva es doble: se llora la pérdida y, a la vez, hay que reconocerse de nuevo con lo que se es, para que el amor nos pueda seguir habitando.
Puede que las penas no sean otra cosa que puentes para salvar obstáculos que, de otra manera, no nos permitirían vivir en el sentido mas amplio de la palabra. Vivir parece llevar aparejada una retahíla de sentimientos contradictorios. Algunos nos llenan de alegría, otros nos llenan de pena. No hay alternativa.


REMEI MARGARIT

miércoles, 14 de julio de 2010

Los Anacoretas.

Dos anacoretas vivían juntos sin haber discutido nunca. Uno de ellos dijo:
- Yo creo que, como todo el mundo deberíamos tener una discusión.
- Si te parece bien, pues adelante. Pero no sé cómo empezar, repuso el otro.
- Sencillo. Ves este ladrillo, pues yo voy a defender que es mío y no tuyo.
- Ciertamente, repuso el otro, ese ladrillo puede ser tuyo, porque yo no estoy muy seguro de que me pertenezca a mí.
- Sí, es mío y siempre lo ha sido.
- Entonces, replicó el otro, cógelo si así es.
Y aquellos anacoretas no lograron discutir nunca.

Pastoral Marista

viernes, 9 de julio de 2010

El Vendedor de Periódicos.

Como siempre, como todos los días, fui a comprar el diario a un puesto de periódicos cerca de mi casa. Aquel día me acompañaba un amigo.
Como siempre, saludé al vendedor con un ¡buenos días! que él, como siempre, no contestó. Pedí el diario y como siempre, con cara de pocos amigos, me lo dio displicentemente. Le dije, ¡gracias! como siempre. Y él, como siempre, ni me miró.
Mi amigo, cuando ya nos íbamos, me dijo: ¡qué señor tan antipático!
Sí, le dije, como siempre. ¿Cómo?, me dijo él. Siempre te trata así y tú todavía vienes aquí y además de las gracias? Sí. Le dije. Yo decido lo que yo hago. No quiero dejar mis decisiones en su antipatía o en lo que él haga o deje de hacer. Además ¿quien sabe por qué tendrá ese carácter?. Bastante desgracia tiene con ser así. Cómo la voy a aumentar no viniendo a comprarle o no saludándolo.
Todo lo que tú quieras, me dijo mi amigo, pero yo me iría a otro lugar a comprarlo. Esa es una actitud muy automática reactiva (por instintos), le dije. Estamos acostumbrados a responder a los estímulos  automática y reactivamente. A un buen estímulo reaccionamos con bondad y amabilidad. Y cuando el estímulo es molesto respondemos como si fuéramos una máquina mecánica. De esa manera no somos nosotros los que gobernamos y decidimos nuestra vida y nuestros actos sino los demás.
Los psicólogos conductistas dicen que la conducta humana es predecible porque se sabe que a tal estímulo seguirá tal respuesta. Y esto es cierto en la mayoría de los hombres que reaccionan mecánica y  automáticamente.
Cuando la persona se da cuenta de quien es y de lo que es, empieza a decidir por sí misma y no por las  circunstancias de cada momento o por los estímulos que tiene ante sí. Renunciar a nuestra capacidad de decisión es bastante grave. Y lo estamos haciendo constantemente. Decía un importante filósofo que el hombre es libre para elegir pero no lo es para no elegir. Alardeamos mucho de libertad. Exigimos mucho y con grandes pancartas la libertad. Pero de las veinticuatro horas del día son pocas las que somos libres. Somos nosotros los que renunciamos a ella con nuestra inconsciencia, no estando presentes en cada instante en aquello que estamos haciendo.


¿Funcionas por los estímulos que recibes? Tu proyección hacia el exterior viene impulsada por ti o por lo que te vas encontrando en el camino. ¿Decides tu como ser en cada momento o es tu comportamiento reflejo del de los otros? Es decir como en la historia, ante un estímulo positivo una respuesta positiva, ante un estímulo molesto una respuesta molesta....

Pastoral Marista

Darse Cuenta

Me levanto una mañana,
salgo de mi casa,
hay un pozo en la vereda,
no lo veo,
y me caigo en él.
Día siguiente... salgo de mi casa,
me olvido que hay un pozo en la vereda,
y vuelvo a caer en él.
Tercer día, salgo de mi casa
tratando de acordarme
que hay un pozo en la vereda,
sin embargo no lo recuerdo, y caigo en él.
Cuarto día, salgo de mi casa
tratando de acordarme
del pozo en la vereda, lo recuerdo,
y a pesar de eso,
no veo el pozo y caigo en él.
Quinto día, salgo de mi casa,
recuerdo que tengo que tener presente
el pozo en la vereda
y camino mirando al piso, y lo veo
y a pesar de verlo, caigo en él.
Sexto día, salgo de mi casa,
recuerdo el pozo en la vereda,
voy buscándolo con la vista, lo veo,
intento saltarlo, pero caigo en él.
Séptimo día, salgo de mi casa
veo el pozo, tomo carrera, salto,
rozo con las puntas de mis pies
el borde del otro lado,
pero no es suficiente y caigo e él.
Octavo día, salgo de mi casa,
veo el pozo, tomo carrera, salto,
llego al otro lado.
Me siento tan orgulloso de haberlo conseguido,
que festejo dando saltos de alegría...
y al hacerlo, caigo otra vez en el pozo.
Noveno día, salgo de mi casa,
veo el pozo, tomo carrera, lo salto,
y sigo mi camino.
Décimo día me doy cuenta
recién hoy que es más cómodo
caminar por la vereda de enfrente

Es necesario dedicar un tiempo a darse cuenta de cómo me siento, de por qué hago las cosas, de por qué actúo de una u otra forma si no puedo caer en el hacer por hacer, perdiendo el rumbo de lo verdaderamente importante para mi. ¿Eres capaz de darte cuenta del porque actúas de una manera determinada? ¿Eres siempre dueño de tus emociones?

jueves, 8 de julio de 2010

¿Cuál eres Tú?

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y de cómo las cosas le esultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida.
Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego. En una colocó zanahorias, en otra huevos y en la última granos de café. Las dejó hervir. Sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.
Mirando a su hija le dijo: «Querida, ¿qué ves?»; «Zanahorias, huevos y café» fue su respuesta.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: - «¿Qué significa esto, padre?»
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había puesto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café, sin embargo eran únicos: después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.
«¿Cuál eres tú, hija? Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?», le preguntó a su hija. ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?. ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable,poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido?. Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargada y áspera, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviendo, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tú reaccionas en forma positiva, sin dejarte vencer y haces que las cosas a tu alrededor mejoren, que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumina tu camino y el de la gente que te rodea. Esparces con tu fuerza y positivismo el «dulce aroma del café».

domingo, 4 de julio de 2010

La Felicidad es un Trayecto.

Un banquero de inversión americano estaba en el muelle de un pueblito caribeño cuando llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño. El americano elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó: cuánto tiempo le había tomado pescarlos.
El pescador respondió que muy poco tiempo.
El americano luego le preguntó porqué no permanecía más tiempo y sacaba mas pescado.
El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia. El americano luego pregunto: pero ¿qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo, «duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora, María, caigo todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos, tengo una vida «placentera y ocupada».
El americano replicó, «Soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar mas tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes y eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador y eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pequeño pueblo e irte a la Capital, donde manejarías tu empresa en expansión».
El pescador preguntó, - ¿Pero, cuánto tiempo tarda todo eso?
A lo cual respondió el americano, «entre 15 y 20 años».
«¿Y luego que?»
El americano se río y dijo que esa era la mejor parte. «Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones.
«Ahhh, millones...y; ¿luego qué?»
Dijo el americano. «Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, caer todas las noches al pueblo donde tomarás vino y tocarás la guitarra con tus amigos».
El pescador respondió: «¿Acaso eso no es lo que tengo ya?»



Generalmente cuando pensamos en la felicidad vemos sus efectos, pero pocas veces analizamos con cuidado sus causas: ¿Qué nos hace felices? ¿Es posible que esta felicidad sea un estado permanente?. El ser feliz no es un estado de ánimo, es una actitud constante;



Nacho Padró

jueves, 1 de julio de 2010

De Confuncio.....

Confuncio fue un antiguo filósofo y estadista chino que recopiló el saber de los antiguos. Su filosofía de vida se refleja en su manera de pensar y actuar y es la base del moderno Confuncianismo. He aquí alguna de sus Frases célebres. Muchas dan de que pensar y ayudan a reflexionar....

"Perdónese todo a quien nada se perdona a sí mismo".
"No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino".
"Aprender sin pensar es inútil, pensar sin aprender, peligroso".
"El silencio es un amigo, que nunca te traiciona".
"Cada cosa tiene su belleza, pero no todo el mundo puede verla".
"Se sale por la puerta".
"No hagas a los demás lo que no quieras a ti mismo".
"Elige un trabajo que en verdad ames y nunca tendrás que trabajar un día de tu vida".
"Aprende a vivir y sabrás morir".
"Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos"
"El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error mayor".
"Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás, así te ahorrarás disgustos".
"Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo, cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo"
"Donde hay educación no hay distinción de clases".
"Lo que quiere el sabio lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás"
Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos”.
Si no conoces la vida. ¿Cómo puede ser posible conocer la muerte?”.
Es mejor encender una vela, que maldecir las tinieblas”.
La humanidad consiste en entender a los hombres”.
No he visto nunca a nadie que amara tanto la virtud como el sexo”.
Cuando llegue la prosperidad, no la uses toda”.
El hombre noble desea ser lento de palabra y diligente en la acción”.
No quiero ni rechazo nada de modo absoluto, sino que consulto las circunstancias”.
¿Cómo acertará a gobernar a los demás el que no sabe gobernarse a si mismo?”.
Saber que se sabe lo que se sabe y qué no se sabe: he aquí el verdadero saber”.
"Sufrir una ofensa no es nada, a no ser que nos empeñemos en recordarla"
"Cuando todos hablan mal de algo, examínalo bien. Cuando todos hablan bien de algo, examínalo bien"
"Un tipo listo no es herramienta de nadie"
"El verdadero error no es equivocarse, sino no admitirlo ni corregirlo"
"Las personas superiores tienden a la justicia, las inferiores al beneficio"
"Si temes que la gente se entere que has hecho algo malo, entonces es que hay algo bueno en lo malo. Si quieres que la gente sepa que has hecho algo bueno, entonces es que hay algo malo en lo bueno"
"Si sirves a la Naturaleza, ella te servirá a ti"
"Por muy lejos que vaya la mente, nunca llegará más lejos que el corazón"
El Conocimiento es mantener que se sabe una cosa cuando se sabe, y no hacer que se sabe cuando no se sabe”.
Los Antiguos eran remisos en hablar, porque les avergonzaba no llegar con los hechos a la altura de las palabras”.
Los que tienen cuidado se equivocan pocas veces”.
La virtud no se queda sola, el que la practica por fuerza tiene vecinos”.
Cuatro són las características del hombre superior: en lo que hace para si mismo es humilde, respetuoso en el servicio a un superior, generoso cuando se trata de alimentar al pueblo y justo en la administración de los súbditos”.
Estudia como si nunca fueras a aprender bastante, como si temieras olvidar lo aprendido”.



Nacho Padró