martes, 25 de julio de 2023

hallan evidencias de nigromancia y prácticas mágicas en una cueva de israel

 en las colinas de Jerusalén existe una enorme cueva de origen kárstico, que se abre camino hacia las profundidades de la tierra, conocida como Te'omim (la cueva de la madre de los gemelos). Según cuentan las tradiciones locales, en su interior fluye un manantial cuyas aguas tienen propiedades curativas, mágicas y con el poder de dejar embarazadas a todas aquellas mujeres que beban de sus aguas. Una leyenda del siglo XIX cuenta que una mujer que no podía tener hijos lo hizo y al poco tiempo quedó embarazada de gemelos, de ahí el nombre del lugar

Desde 2009, este complejo de cuevas ha sido estudiado por arqueólogos israelíes, que han descubierto allí más de 120 lucernas de aceite prácticamente intactas y dispuestas de manera intencionada en las estrechas grietas de las paredes de la cámara principal. Los arqueólogos han podido datar la mayoría de estas lucernas entre los siglos II y IV d.C., en plena dominación romana.

COMUNICARSE CON EL MÁS ALLÁ

Recientemente, durante los trabajos de desescombro de la cueva, los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) y de la Universidad Bar-Ilan, liderados por Boaz Zissu, descubrieron también diversas armas y vasijas de cerámica de épocas anteriores, aunque lo que realmente llamó su atención fueron los numerosos cráneos humanos que encontraron allí. Tras estudiar a fondo todos estos hallazgos, publicaron un artículo en la revista Harvard Theological Review.

"Las lámparas de aceite, las armas y los cráneos humanos se usaron, probablemente, como parte de rituales de nigromancia", afirman los investigadores.

Lámparas de aceite encontradas debajo de la parte superior de un cráneo humano (a la derecha de la imagen) durante las excavaciones en la cueva de Te'omim.

Lámparas de aceite encontradas debajo de la parte superior de un cráneo humano (a la derecha de la imagen) durante las excavaciones en la cueva de Te'omim.

Boaz Zissu (Te’omim Cave Archaeological Project)

En su estudio, los investigadores aclaran que "las lámparas de aceite, las armas, los cráneos humanos y otros utensilios encontrados se usaron, probablemente, como parte de ciertos rituales de nigromancia que tenían lugar en la cueva durante el período tardorromano. La cueva pudo haber sido utilizada como un oráculo local o nekyomanteion".

Algunas de las lámparas de aceite halladas en las excavaciones en la cueva de Te'omim.

Algunas de las lámparas de aceite halladas en las excavaciones en la cueva de Te'omim.

Boaz Zissu  (Te’omim Cave Archaeological Project)

De hecho, en época romana, la magia y la adivinación eran prácticas que estaban estrechamente ligadas con la religión. Los romanos trataban de comunicarse con el más allá utilizando todos los medios a su alcance. Según los expertos, la cueva de Te'omim se usó muy probablemente para celebrar rituales de magia y hechicería ya que existía la creencia de que las cuevas eran portales al inframundo. Te'omim estaba consagrada al dios local Tammuz-Adonis, y parece que las ceremonias que se practicaban allí eran originarias de la parte oriental del Imperio.

PROTEGERSE DE LOS ESPÍRITUS

Así, los autores del estudio sugieren que esta cueva pudo albergar "ritos secretos relacionados con la nigromancia y la comunicación con los muertos, principalmente por parte de brujas. Estos ritos generalmente se llevaban a cabo dentro de tumbas o cuevas funerarias, pero a veces tenían lugar en un nekyomanteion como seguramente era este lugar", añaden.

Según los autores del estudio, la cueva pudo albergar "ritos secretos relacionados con la nigromancia y la comunicación con los muertos".

Imagen de uno de los arqueólogos en el interior de la cueva de Te’omim. 

Imagen de uno de los arqueólogos en el interior de la cueva de Te’omim. 

Boaz Zissu  (Te’omim Cave Archaeological Project)

Los investigadores también destacan que "los cráneos humanos se usaron en todo el Imperio romano, incluso en Palestina y sus alrededores, en ceremonias de nigromancia y comunicación con los muertos. También las lámparas de aceite aparecían habitualmente en tales ritos, donde los participantes trataban de adivinar el futuro interpretando las formas creadas por las llamas".

Tres de las armas de bronce (un hacha de ojo y dos puntas de lanza) encontradas en el interior de la cueva.

Tres de las armas de bronce (un hacha de ojo y dos puntas de lanza) encontradas en el interior de la cueva.

Tal Rogovski (Te’omim Cave Archaeological Project)

Asimismo, Eitan Klein y Boaz Zissu, expertos de la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad Bar-Ilan, consultaron numerosas fuentes históricas para explicar una singular creencia popular: la de que los espíritus tenían miedo a los objetos de metal, en particular a los fabricados en hierro y bronce.

De este modo se explicaría la presencia de las espadas y de otras armas en el interior de la cueva de Te'omim. "Las armas servirían para proteger a los asistentes a la ceremonia mágica y hechicería de los malos espíritus, así como para asegurar que las ofrendas al espíritu que se invocase no fueran sustraídas por otros", concluyen los investigadores.

la nigromancia en la historia: prácticas místicas y adivinación con los muertos

 la nigromancia ha sido noticia recientemente por el espectacular hallazgo en Israel de una cueva con huesos y cráneos humanos que fueron usados para estas prácticas. ¿Pero qué era realmente la nigromancia, en qué consistía y para qué servía?

Aunque en la cultura popular se asocie la nigromancia a prácticas macabras, como resucitar y controlar a los muertos, la realidad era mucho más común y, realmente, aún se practica en muchas culturas del mundo.

¿EN QUÉ CONSISTÍA LA NIGROMANCIA?

El término nigromancia proviene de las palabras griegas nekros (muerte) y mantia (adivinación): se trata pues, de la adivinación que se realizaba mediante el contacto con los difuntos, ya fuese directo (la lectura de las vísceras y, con menos frecuencia, de los huesos y cráneos) o indirecto, invocando el espíritu del difunto a través de un ritual o un objeto que le hubiese pertenecido en vida. Era una rama más de la magia, generalmente asociada a la hechicería.

Los orígenes de la nigromancia se remontan a las culturas de la Antigüedad, en las que era práctica común sacrificar animales para leer sus vísceras. De ello se encargaban sacerdotes especializados en esta práctica, que guardaban celosamente los secretos de la misma. En el caso de los romanos probablemente les llegase por influencia de los etruscos, ya que heredaron muchas de sus prácticas relacionadas con la magia.

La literatura clásica (por ejemplo, la obra de Homero) nos ofrece numerosos ejemplos de ambos tipos: por una parte sacrificios para conocer los vaticinios de los dioses antes de una empresa importante como una guerra; por otra la invocación de los muertos. Un ejemplo célebre lo encontramos en el canto XI de la Odisea, cuando Odiseo (Ulises para los romanos) invoca el espíritu del adivino Tiresias para que le pronostique el futuro de su viaje; un pasaje conocido como Nekyia, "evocación de los muertos".

LA MAGIA OSCURA

Existían sin embargo usos más oscuros para la nigromancia, relacionados con la magia negra, que consistían en usar esta conexión con los difuntos para propiciar que ocurrieran cosas en la realidad. Estos usos podían ser tanto positivos – por ejemplo, invocar los espíritus de los antepasados para pedirles que propiciaran un embarazo – como negativos – generalmente maldiciones o venganzas – pero en ambos casos no estaban muy bien vistos.

Este tipo de prácticas nigrománticas se realizaban habitualmente en lugares con una conexión con los difuntos, como cuevas, ya que se creía que eran portales al inframundo. De ahí que el hallazgo de cráneos y huesos en la cueva de Te'omim en Israel, aunque macabro, no debería resultar tan sorprendente si consideramos que a principios del siglo I d.C. el emperador Augusto convirtió Judea en una provincia romana.

¿Pero por qué cráneos humanos? Traer de vuelta a un espíritu podía ser complicado y, si no bastaba con alguna de sus pertenencias o no se disponía de ellas, el único elemento de contacto serían sus huesos. Los romanos generalmente practicaban la cremación, por lo que robarlos no era materialmente tan complicado, una vez superada la barrera mental de profanar una tumba.Debido a estos robos de huesos y a su faceta de “traer de vuelta a los difuntos”, aunque en principio fuese en espíritu, la nigromancia terminó siendo asociada a prácticas macabras como resucitar y controlar a los muertos, y perseguida por la Iglesia como una forma de brujería. Pero la realidad es que en la actualidad muchas culturas animistas mantienen prácticas como la lectura de las vísceras de animales muertos o la conservación de los cráneos.

las tumbas excavadas en la roca en turquía que se encuentran en peligro de desaparición

Tasköprü, en la actual Turquía, es una población que se encuentra a 45 kilómetros al norte de la ciudad de Kastamonu, en un valle por donde discurre el río Gökirmak (cuyo nombre romano era Amnias o Amneus). En aquel montañoso enclave se encuentran hoy en día los restos de unas tumbas excavadas en la roca, de 2.700 años de antigüedad, únicas en toda Turquía, y que ahora se encuentran en grave peligro de desaparición debido al abandono. 

Aunque su identificación es incierta, se cree que Kastamonu fue fundada por los hititas en el siglo XVIII a.C. con el nombre de Gas Tumana. Posteriormente la ciudad pasó a ser dominada por distintos pueblos, frigios, lidios y persas, y, ya en época romana, cuando fue conocida con el nombre de Timonion, formó parte de la región de Paflagonia (una área del centro-norte de Anatolia, en la costa del mar Negro).

FALTA DE MANTENIMIENTO

Kastamonu es noticia en la actualidad por los trabajos que allí está realizando un equipo de arqueólogos de la Universidad de Kastamonu, en colaboración con la Municipalidad de Taskoprü y bajo la dirección de la Asociación del Grupo de Acción Local de Taskoprü, con el objetivo de recuperar muchas de las tumbas excavadas en la roca que se extienden por la zona.

Entre las acciones que los investigadores están llevando a cabo se encuentra el estudio estilístico de la decoración de las tumbas, como los animales (obra de diversas civilizaciones) grabados en las paredes de roca de una de las tumbas, conocida como tumba de Donalar.

Kastamonu en noticia por los trabajos que se están llevando a cabo para recuperar diversas tumbas excavadas en la roca.

Entrada a una de las tumbas en peligro de desaparición. En la imagen pueden apreciarse diversos animales grabados en la roca.

Entrada a una de las tumbas en peligro de desaparición. En la imagen pueden apreciarse diversos animales grabados en la roca.

Universidad de Kastamonu / Asociación del Grupo de Acción Local de Taskoprü

Los estudios del interior de esta tumba en concreto han revelado que existen grietas y filtraciones de agua en el techo debido a la negligencia y a la falta de mantenimiento. Pero los trabajos de excavación también han sacado a la luz diversas herramienta de metal decoradas con figuras de leones, una de las cuales se encontraba intacta. Los arqueólogos también han podido constatar que las tumbas fueron saqueadas por buscadores de tesoros y excavadas de manera ilegal.

DEGRADADAS POR LA INACCIÓN

La tumba de Donalar, única en Turquía según Lütfi Gültekin, subdirector de cultura y asuntos sociales de la Municipalidad de Taşköprü, ha sido declarada área protegida, pero como resultado de la falta de cuidados, las figuras de animales grabadas en la pared de la roca están empezando a desaparecer.

Los animales grabados en la pared de roca de la tumba de Donalar, única en Turquía, están empezando a desaparecer.

Vista de una de las tumbas excavadas en la roca que está a punto de desaparecer.

Vista de una de las tumbas excavadas en la roca que está a punto de desaparecer.

Universidad de Kastamonu / Asociación del Grupo de Acción Local de Taskoprü

Con todo, aún se puede apreciarse la delicada decoración zoomorfa de esta sepultura excavada en la montaña, cuya fachada se halla a diez metros del suelo. En el interior de la tumba de Donalar se abre una pequeña cámara funeraria a la que se puede acceder a través de puertas bajas, las columnas de la entrada están coronadas por un elemento en forma de ábaco cuadrado y los capiteles de las columnas están tallados en forma de toros agazapados.

jueves, 20 de julio de 2023

Las 10 reglas del Ikigai para vivir mas y mejor

 Para vivir más y mejor así como para encontrar la felicidad, los japoneses se guían por el ikigai. Por eso, te contamos cuáles son las 10 reglas del ikigai para lograr una vida plena, sana y extensa.

Encontrar nuestro ikigai implica tener un motivo para levantarnos cada día, y para vivir y disfrutar plenamente de nuestra vida.

Pero además de eso, nos permite vivir conjugando la pasión, la vocación, la misión y la profesión, lo cual sin duda puede dar lugar a una vida plena y feliz

Por esta razón, revelamos cuáles son las 10 reglas del ikigai que se exponen en el best seller denominado "Ikigai, el secreto japonés para una vida larga y feliz" de los autores Héctor García y Francesc Miralles.

Hallar un motivo para vivir

Encontrar el ikigai implica tener una razón por la que levantarnos cada día y se refiere a aquello que hace que nuestra vida valga la pena y tenga sentido.

Por eso, es recomendable enfocarnos en aquellas pequeñas cosas en la que cada uno es bueno y que nos aportan satisfacción, repercutiendo positivamente en los demás y en nosotros mismos.

Mejorar cada día

La búsqueda de una mejora continua es parte del método kaizen que deriva del japonés kai (cambio) y zen (bueno).

Para ello, se aconseja dividir el camino en pequeñas etapas o tareas y volverse un poco mejor cada día, para lo cual la perseverancia resulta clave.

Intentar mejorar a diario y tener esto en mente para desarrollar cada una de nuestras actividades, puede ser un gran motor para vivir plenamente y alcanzar la  felicidad.

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No desperdiciar nada

El aprovechamiento de los recursos es un principio sólido en la sociedad japonesa que rige su comportamiento.

A esto se lo llama mottainai y no es sólo una palabra sino un pensamiento muy arraigado que se traduce en no desperdiciar y que hace referencia a cuidar no sólo lo material e intentar reducir al máximo los residuos, sino también a no desperdiciar el tiempo, la energía o por ejemplo, algún talento o habilidad.

Cuidar la energía

En línea con la regla anterior, en Japón resulta fundamental cuidar el ki o lo que es igual la energía vital que todos poseemos.

Para ello, es fundamental prestar atención tanto a la material como a lo físico,la mente y nuestro espíritu; siendo fundamental que nuestra energía interior no resulte dañada ni por nosotros mismos ni por nuestro entorno o por las personas que nos rodean.

Por eso, es fundamental, cuidar el ambiente que habitamos intentando rodearnos de personas que contribuyen a nuestro bienestar así como de actividades, elementos y demás que favorecen nuestro cuidado.

Practicar la gratitud

Ser agradecido es una buena forma de recordar todo lo bueno que nos rodea y que compone nuestra vida.

Asimismo, practicar la gratitud de manera constante puede reducir la fatiga, el  riesgo de enfermar y contribuir a la satisfacción laboral, según científicos que estudiaron el bienestar psicológico.

Estar en contacto con la naturaleza

La empatía de los japoneses por los animales, las plantas y el resto de los seres vivos es palpable en su día a día. Tal es así que los shinrin yoku  o "baños de bosque" son una práctica muy extendida.

Por otro lado, disfrutar con los cinco sentidos de la naturaleza puede beneficiarnos enormemente a nivel mental, físico y emocional; siendo de gran ayuda respirar aire fresco o dar un paseo en medio de la naturaleza para aumentar la productividad, mejorar el estado de ánimo y la memoria.

Soltar lo que está fuera de control

Es propio de los japoneses dejar que las cosas fluyan, aceptando aquello que está fuera de control y colocando toda la energía en aquello que sí se puede cambiar o mejorar.

Soltar lo que no podemos controlar no sólo nos aleja de la frustración sino  que nos ahorra preocupaciones y permite centrar nuestra energía en aquello que verdaderamente nos gratifica.

Buscar la calidad en cada acto de vida

El omotenashi no es más que una combinación de hospitalidad, armonía y  servicio que que rige la vida de los ciudadanos japoneses.

En este sentido, para vivir mejor los autores del libro Ikigai señalan que se debe poner en práctica el omotenashi en todos los aspectos de la vida, o lo que es igual, poner la mejor voluntad en todo lo que se hace sin esperar nada a cambio.

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Tomarse las cosas con calma

Si hay algo que caracteriza a la vida en Occidente, es su apresurado ritmo y el tener prisa para realizar múltiples cosas.

Por eso, vivir con calma es parte del ikigai y resulta fundamental para transformar relaciones y dar importancia a las pequeñas cosas que pueden  favorecer el logro de una vida plena, extensa y saludable.

Vivir con pasión

La pasión es uno de los sentimientos más intensos y estimulantes que cualquier persona puede experimentar; ya que en nuestras pasiones podemos encontrar la motivación para crecer y superarnos.

Por eso, vivir con pasión se asocia a la felicidad y la plenitud siendo  fundamental para encontrar nuestro ikigai y de esta forma, lograr una vida más feliz y próspera.

Estas son las 10 reglas del ikigai que pueden ayudarnos a vivir más y mejor, así como a encontrar la felicidad.

martes, 18 de julio de 2023

xibalbá, un viaje por el inframundo de los mayas

 para los antiguos mayas, oculto en las entrañas de la tierra, existía un mundo lleno de oscuridad. Conocido como el Xibalbá, en este temible lugar, gobernado por dioses misteriosos y aterradoras criaturas, recalaban las almas humanas tras su paso por la tierra (excepto las de aquellos que habían fallecido de muerte violenta). El término Xibalbá procede del maya quiché y puede traducirse como "lugar del miedo". A este inframundo podía accederse por los hondos cenotes, que eran lugares sagrados, así como a través de los troncos huecos de las ceibas, pues los antiguos mayas creían que las profundas raíces de este árbol llegaban hasta el inframundo y sus altas copas tocaban el cielo. 

El Xibalbá fue un lugar de compleja interpretación para los autores cristianos, que entraron en contacto con la cosmogonía maya tras la llegada de los europeos a aquellas latitudes. Para el cristianismo, el Xibalbá era como su infierno, un lugar donde los condenados sufrían castigos y penalidades eternamente. Pero a pesar de que en el Xibalbá vivían las almas de los muertos y también se aplicaban terribles castigos, estos no eran consecuencia de los pecados cometidos. De hecho, en la cultura maya el concepto de "pecado" no tiene un equivalente con el cristianismo.

LA GEOGRAFÍA DEL XIBALBÁ

Pero ¿cómo era el Xibalbá? Pues, al parecer, el Xibalbá era tan grande y tenía una variedad de paisajes tan diversa como el mundo terrenal. Asimismo, según la tradición astronómica maya, el reino de los muertos era recorrido por los mismos astros que recorrían el mundo de los vivos, siendo la noche el momento en que esos elementos aparecían en el submundo.

En realidad, para los mayas, el movimiento astronómico de los astros estaba íntimamente vinculado con los ciclos de la vida, de la muerte y los ciclos solares. El Xibalbá era un reino donde prevalecía la oscuridad y en el cual la fría muerte podía acabar con el ciclo vital de la vida, aunque el Sol, con su enorme poder, sí era capaz de cruzarlo y salir indemne para dar nuevamente luz al mundo de los mortales cada amanecer. 

El Sol era capaz de cruzar el inframundo y salir indemne para dar nuevamente luz al mundo de los mortales.

Página seis del Co´dice Grolier en el que se representa a un dios de la muerte con un cautivo.

Página seis del Co´dice Grolier en el que se representa a un dios de la muerte con un cautivo.

PD

Asimismo, los mayas también creían que cada uno de los dioses astronómicos poseía su correspondiente manifestación en la oscuridad del inframundo. Por ejemplo, cuando el dios del Sol K'inich Ajaw viajaba a través el mundo de los muertos automáticamente se convertía en el dios jaguar del inframundo.

LOS TERRORÍFICOS SEÑORES DEL XIBALBÁ

En cuanto a los gobernantes del Xibalbá, eran divinidades a cual más terrorífica, como Ah Puch "el apestoso", dios de la muerte y gobernante supremo del inframundo, y su esposa Ixtab, diosa del suicidio.

Ellos reinaban en este espantoso lugar, pero eran los Ajawab, los auténticos señores del Xibalbá, quienes mantenían el orden. Así, el Consejo de los Señores del Xibalbá estaba regido por las divinidades de la enfermedad y de la muerte Hun-Camé y Vucub-Camé, que gobernaban sobre los demás señores, que eran los siguientes:

  • Cuchumaquic y Xiquiripat, encargados del derramamiento de sangre humana.
  • Ahalganá y Ahalpuh, que tenían la desagradable tarea de hinchar a los hombres, hacer que las piernas les supuraran y les teñían de amarillo el rostro (una enfermedad que los mayas llamaban chuganal). 
  • Chamiaholom y Chamiabac eran los "alguaciles" de Xibalbá, encargados de adelgazar a la gente hasta que solo quedaran de ellos los huesos.
  • Ahaltocob y Ahalmez se complacían en causar desgracias a los hombres mientras regresaban a casa.
  • Xic y Patán, por su parte, se ocupaban de matar a los viajeros que se encontraban en el camino.
Urna policromada con figura de jaguar y calaveras. Maya Clásico (600 900 d.C.) Museo de Arte Walters, Baltimore.

Urna policromada con figura de jaguar y calaveras. Maya Clásico (600 900 d.C.) Museo de Arte Walters, Baltimore.

PD

En ocasiones, algunos de estos terroríficos señores del inframundo ascendían al mundo de los vivos para propagar toda clase de miserias y enfermedades. 

EL "POPOL VUH" Y LOS HÉROES GEMELOS

Las tradiciones del Xibalbá se describen en un conjunto de relatos sagrados del pueblo quiché compilados en el llamado Popol Vuh. En este texto se describe en detalle el inframundo, con todos sus pasajes y recovecos. La traducción de Popol Vuh es algo así como "Libro del Consejo" o "Libro de la Comunidad", y en el siglo XVIII fue traducido por el fraile dominico Francisco Ximénez.

El Popol Vuh se divide en tres partes: la primera cuenta los orígenes míticos de la humanidad, los animales y el mundo. La segunda parte narra la epopeya de dos héroes, los hermanos gemelos Hunahpu y Xb'alamq'e, que luchan contra un monstruoso pájaro llamado Ucub Caquix. Se describe asimismo su viaje por el Xibalbá, durante el cual los siniestros señores del inframundo sucumbirán ante los heroicos gemelos. La tercera y última parte el relato retorna a la creación del mundo y a la fundación del pueblo quiché.

El "Popol Vuh" se divide en tres partes. La segunda narra la epopeya protagonizada por los gemelos Hunahpu y Xbꞌalamqꞌe.

Vasija en la que se representa al dios "L", asociado con la noche, el inframundo y el planeta Venus, así como con la muerte y la destrucción. Museo de Arte de la Universidad de Princeton.

Vasija en la que se representa al dios "L", asociado con la noche, el inframundo y el planeta Venus, así como con la muerte y la destrucción. Museo de Arte de la Universidad de Princeton.

CC BY-SA 4.0

El Popol Vuh también describe, asimismo, las pruebas que los señores del inframundo hacían sufrir a todos aquellos que llegaban al Xibalbá. El texto cuenta que eran muchos los lugares en los que se atormentabay se castigaba a estas pobres almas:

  • La Casa oscura, en cuyo interior solo había tinieblas. 
  • La Casa del frío, donde un viento gélido e insoportable soplaba en su interior.
  • La Casa de los jaguares, donde los jaguares se revolvían, se amontonaban, gruñían y se reían.
  • La Casa de los murciélagos, llena de estos mamíferos voladores que chillaban, gritaban y revoloteaban por doquier.
  • La Casa de los cuchillos, en cuyo interior solo había navajas cortantes y afiladas.

Otro pasaje del Popol Vuh cuenta que existe también una sexta casa, la llamada Casa del calor, en la que solo había brasas y llamas.

Pero no solamente las Casas de los tormentos del Xibalabá ocultaban una tétrica y oscura naturaleza. También sus jardines escondían su propio halo de maldad. En aquellos tenebrosos jardines moraba el árbol de las cabezas, nacido tras la muerte de Hun Hunahpu, el dios de la fertilidad y del juego de pelota y padre de los héroes gemelos, a manos de los oscuros señores de Xibalbá, cuya cabeza fue depositada en el árbol.

La narración cuenta que Ixquic, la hija de Quqjumakik, uno de los señores del reino de los muertos, tras visitar el árbol de las cabezas quedó encinta cuando la cabeza de Hun Hunahpu escupió sobre una de sus manos. Tras salir al mundo exterior, Ixquic vivió con la diosa Ixmukane, la madre de Hun Hunahpu, y dio a luz a los heroicos gemelos Hunahpu y Xb'alamq'e.

EL XIBALBÁ EN EL ARTE

Los dioses y personajes que se mencionan en los mitos referentes al Xibalbá se representan con frecuencia en el arte maya. Cerámica, relieves, tallas, huesos incisos y también pinturas rupestres (en especial las descubiertas en las cuevas de Naj Tunich) son algunos de los elementos y lugares donde los antiguos mayas plasmaron escenas de la mitología del Xibalbá y que han llegado hasta nuestros días.

Los dioses y personajes que se mencionan en los mitos referentes al Xibalbá se muestran con frecuencia en el arte maya.

Cerámica expuesta en el Museo de Ontario en la que se muestra la corte del Xibalbá.

Cerámica expuesta en el Museo de Ontario en la que se muestra la corte del Xibalbá.

Daderot (CC0 1.0) 

La iconografía maya se encargó de representar unas imágenes aterradoras del Xibalbá para impresionar al espectador. Así, las coloridas y bellas escenas muestran a seres que vagan por el inframundo con la carne que se desprende de sus huesos o con los ojos colgando de sus órbitas.

UN MUNDO INFESTADO DE MONSTRUOS

Una de las representaciones más fascinantes del Xibalbá aparece en el sarcófago de uno de los reyes más importantes y famosos de la ciudad maya de Palenque: Pakal el Grande, cuya tumba se encuentra en el Templo de las Inscripciones y fue descubierta en el año 1952 por el arqueólogo mexicano Alberto Ruz. La tapa del sarcófago muestra al gobernante difunto cayendo de espaldas al interior de las enormes y abiertas fauces de un infernal ciempiés, representación del Xibalbá.

Pero también la arquitectura maya refleja el Xibalbá. De hecho, los constructores mayas levantaban sus impresionantes pirámides de nueve plataformas para representar los nueve niveles del inframundo. Por ejemplo, en la ciudad maya de Q’umarkaj, conocida como Utatlan, un sitio arqueológico situado al suroeste de Guatemala, existe una cancha de juego de pelota que podría ser una representación del Xibalbá, y el edificio sur del complejo piramidal de Uxmal, con su nivel inferior y sus nueve puertas, también representa el inframundo maya.

Los constructores mayas levantaban sus impresionantes pirámides de nueve plataformas para representar los nueve niveles del inframundo.

Grabado de la losa que cubría la tumba de Pakal el Grande en Palenque y que representa su viaje por el inframundo.

Grabado de la losa que cubría la tumba de Pakal el Grande en Palenque y que representa su viaje por el inframundo.

Madman2001 (CC BY-SA 2.0) 

Antes de finalizar este recorrido por el tenebroso y oscuro inframundo de los mayas es inevitable mencionar a otro terrorífico ser que allí habitaba. Se trata de Camazotz, una especie de murciélago infernal que se describe en el Popol Vuh como un gran animal con garras en las alas y unas impresionantes mandíbulas capaces de destrozar a todos aquellos que se atreviesen a enfrentarse a él. El término Camazotz es una palabra quiché compuesta por los términos kame (muerte) y sotz (murciélago). Camazotz era un deidad oscura que en la mitología maya adoptó los nombres de Zotzilaha y Chimalma.

Este habitante del Xibalbá era tan mortífero que consiguió decapitar a Hunahpu, uno de los heroicos gemelos, cuando, tras pasar la noche en la Casa de los murciélagos, este intentó contemplar la llegada del alba. Su hermano Ixbalanque reconstruyó su cabeza con la ayuda de todos los animales del mundo de los vivos, a los que invitó a asistir al juego de pelota que provocó la derrota final del horrendo Xibalbá.