lunes, 1 de diciembre de 2025

EL GRAN SILENCIO.

El silencio, más que ser una ausencia de ruido externo, es ausencia de ruido interno, es decir, ausencia de ego.


 Cuando se logra se abre un espacio entre nosotros y nosotros, entre nosotros y el mundo, y entre nosotros y nuestras imágenes de Dios, lo cual permite percibir de otro modo las cosas, las personas y nuestra relación con Dios.


 La mística es precisamente esta espaciosidad posibilitada por el acallamiento, un estado de apertura a la realidad que es unificada en este espacio silente.


Javier Melloni