miércoles, 17 de agosto de 2016

Los talentos del tiempo

Sucede con el reino de los cielos lo que con aquel señor que, al ausentarse, llamó a tres de sus mejores empleados encomendándoles su tiempo. A uno le dio un año, a otro un mes y a otro un día, y sin dar más explicaciones se ausentó.
El que había recibido un año se frotó las manos pensando en la cantidad de cosas que podía llevar a cabo durante todo ese tiempo..., mas nuestro amigo fue dejando pasar los días esperando la ocasión propicia para empezar.
El que había recibido un mes enseguida sacó su libreta de apuntes con el objetivo de organizarse correctamente. En la primera semana -pensó- haré lo más importante, en la segunda aquello que... El caso es que fue pasando el tiempo y no se decidía por dónde empezar.
Mientras tanto el que había recibido tan solo un día, se lanzó a vivir ese tiempo que le habían  confiado con plenitud, extrayendo todo el jugo posible, sabiendo que con los brazos cruzados no haría otra cosa que traicionar a su señor.
Después de un tiempo volvió elseñor, el cual, no tuvo necesidad de pedirles cuentas; apenas cruzó su mirada con la de sus empleados, se percató de que los dos primeros habían convertido todo ese tiempo en un manojo de compromisos y buenas intenciones estériles, mientras que el tercero, el que había recibido un día, había convertido las horas, los minutos y los segundos en un puñado de momentos especiales. De hecho, si alguien hubiese metido la mano en ese instante, en su corazón, la hubiese sacado chorreando vida, y vida abundante...
No hizo falta más, pues los dos primeros acaban de ver con sus propios ojos, las hermosas cicatrices que dejan huella en una persona que es capaz de gastar con su propia vida cada instante del día, y convertirse, de esa manera, en heraldo del Reino del Ya, del Reino del Ahora, del Reino del día de hoy.


¿A quién se parece cada uno de nosotros? ¿Cómo puedo vivir cada día de este año nuevo con vida abundante?

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