El que escucha esto y pide y pide y pide lo que más desea (y aquí nos dejamos llevar por nuestros instintos básicos) es muy fácil que quede decepcionado, si además su fe no es muy intensa. Jesús pone el ejemplo del padre: ¿que padre da piedad al hijo que pide pan?. Pero cierto es que no siempre es bueno dar el pan ante la petición del lio (tampoco una piedra, no hay que ser desalmado) sino que le da otra alternativa que puede ser mejor, aunque el hijo no lo sepa o no lo aprecie a primera vista, o le enseñe a hacerse su propio pan...
Es por eso que hay que saber pedir y saber apreciar lo que se recibe, a veces para nuestra sorpresa no apreciamos lo que se nos da o lo apreciamos mucho más tarde.
Yo me quedo con el Buscad y hallareis. Es como los algoritmos de Google, cuanto más miras, buscas y te preguntas, más a tu alrededor te van apareciendo pistas ¿casualidad?, quizá una o dos si... muchas veces tantas ya es sospechoso, la pena es que cada nuevo hallazgo aparecen nuevas preguntas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario