martes, 7 de octubre de 2025

PADRE ¡SANTIFICADO SEA TU NOMBRE! (Lc 11, 1-4)

 El Misterio deja de ser lejano, terrible, inalcanzable... como cuando estaba en la montaña o se asociaba a las tormentas y a las furias de la naturaleza... ahora es algo cercano... ¡¡Padre!! algo amado, respetado y que aun en la incomprensiñon del niño hacia el padre, no deja de ser su referente, su guía, parte de él.

Pero el escándalo llega cuando leemos el texto lucano en el arameo de Jesús al referirse a Dios... Abba: este Padre respetuoso, distante pero a la vez cercano se convierte en Papá, Papi... con una carga de amor, cercanía y proximidad novedosa en la concepción del Misterio, ya no es un algo lejano y respetuosos, sino cercano y parte integral de nosotros.

Y como a todo padre tenemos momentos de intimidad y cercanía y otros momentos de respeto y "charla serie", es por eso que así lo expresamos en el momento de llamarlo en la oración de la seriedad que nos enseñan a orar

Es el inicio del Padre Nuestro: Abwoon: d-bashmayo, Nethcadash shmokh




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