viernes, 24 de septiembre de 2021

EL PROCESO DE DESPERTAR

Cuando estás despertando parece que pasas por algunos niveles. Algunas de las características que empiezas a experimentar son las siguientes:


-Ves con claridad las debilidades del ser humano, lo restringidas que están las personas debido a sus antiguas creencias y reglas transmitidas de generación en generación y que ya no son válidas. Sin embargo, no te enfadas por ello, lo ves sin juzgar.


-Ya no necesitas tener la razón. En lugar de luchar con quien tiene una opinión contraria a la tuya te dices a ti mismo: “Bueno, ahí es donde está ahora mismo”. Una vez más no hay juicio.


-Desarrollas una compasión increíble por todas las formas de vida. Percibes la Divinidad en cada una de las almas que están ahí afuera y no quieres que nada ni nadie se haga daño.


-Encontrarás en ti mismo un menor apego a la gente. Si tienes relaciones controladoras entiendes que ya no son necesarias y empiezas a alejarte de ellas.


-Te ves a ti mismo como una persona sin etiquetas. No te defines por tu status, estado civil, profesión…En cambio reconoces que eres informe, no tienes forma.


-Ya no ves los problemas, dificultades u obstáculos del mismo modo, empiezas a ver todo como oportunidades de aprendizaje.

-Estás más abierto y eso te permite experimentar cosas que no habías experimentado antes. Incluso en un instante puedes llegar a entender lo que antes estaba envuelto en brumas y parecía misterioso para ti.


-Las fronteras entre las demás personas y tú empiezan a derrumbarse porque te das cuenta de que todos somos uno. Sabes que somos una célula de todo este cuerpo llamado humanidad. Construyes puentes más que muros.


-Ciertas actividades y eventos que antes eran significativos para ti y te motivaban, ahora ya no son tan importantes. Tus prioridades se alejan radicalmente de los sucesos, actividades, cosas o lugares en los que tratabas de encajar con ahínco.Nuevas alegrías ocupan ese lugar.


-Sigues tu propia guía, consultas a lo que yo llamo “señales internas”. Ya no miras a otras personas ni a factores externos para que te demuestren el camino.


-Tus relaciones cambian de manera literal. Algunas de ellas se hacen más profundas y empiezan a reducirse en número drásticamente. Tiendes a tener un círculo más pequeño porque tienes menos paciencia con muchas de las actividades que les rodean. La privacidad se convierte en algo de vital importancia.


-Te vuelves menos tolerante con cualquier persona que te diga lo que tienes que hacer. Si otros tratan de controlarte, primero pones límites desde el amor y si eso no funciona, pasas discretamente a otra cosa.


-Descubres que el proceso del despertar no es algo de lo que te puedas alejar. Te atrapa. Ahora estás abierto a la Divinidad, grandeza y perfección que eres y como actúas desde tu consciencia superior, solo dejas entrar lo bueno.


-Ya no vas por ahí haciendo proselitismo ni tratando de convencer a nadie para que sea como tú quieres que sea. Eliges amar a la gente por estar donde están, aunque estén haciendo daño. Te enfocas en que la tierra vuelva a estar en armonía con su perfección en lugar de preocuparte por algún tumulto o desorden.


-Aprecias todo lo que tienes aquí y ahora mismo. No piensas en términos de lo que te falta en la vida, la paz se vuelve tu prioridad.


-Estás en armonía, estás en paz, estás en el amor. Estás despierto.


Wayne Dyer

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