martes, 3 de diciembre de 2019

El origen histórico del "lote" o cesta de Navidad

En la actualidad, muchos trabajadores esperan con ilusión pocos días antes de la Navidad recibir el famoso "lote" o "cesta", una selección de productos que las empresas regalan a sus empleados en estas fechas. Pero la cesta de Navidad no es un invento moderno. Las primeras referencias históricas sobre algo parecido las encontramos en el Imperio Romano. En esa época, los más pobres y desprotegidos se ponían a las órdenes de un patrón a cambio de protección y sustento para él y su familia. Estas personas, llamadas "clientes", prestaban todo tipo de servicios a sus patronos, desde hacer recados a acompañarlos a determinados actos sociales. No todos estos "clientes" tenían la misma consideración ni tenían permitido acompañar al patrón o acceder a las estancias más privadas de su casa, pero para quien patrocinaba era un símbolo de prestigio tener muchos clientes a su disposición.

El "lote", una tradición muy antigua

Durante el mes de diciembre, durante la fiesta pagana de las Saturnales, tenía lugar en Roma una tradición conocida como sportula. Consistía en que el patrón regalaba a sus "clientes" una cesta con comida durante la ceremonia conocida como salutatio matutina, es decir, cuando éstos acudían por la mañana a casa del patrón para saludarlo. Entonces se entregaban estas cestas que normalmente eran de mimbre y estaban repletas de higos, laurel y diversos alimentos de calidad.
La tradición anglosajona, que se remonta a la época de las antiguas colonias del Imperio británico, cuenta con su propia versión de las cestas de Navidad, que tienen como fecha cumbre el 26 de diciembre. Ese día es conocido como Boxing Day. Según cuenta la tradición, el día de San Esteban era el día elegido por las clases nobles para ofrecer todo tipo de regalos a sus empleados del servicio doméstico. También existe una costumbre muy similar por parte de la iglesia, que ofrecía donativos a las clases más desfavorecidas. Asimismo existía la tradición de que los trabajadores acudiesen a su puesto de trabajo con una caja con la que invitaban a sus jefes a realizar una donación. Las cajas de Navidad o Christmas Boxes tienen su origen en la Edad Media y son una tradición popular en todos los países de influencia británica, que han adoptado diferentes formas.

Felicitar la Navidad con dulces, comida y licores

En España, la tradición de la cesta de Navidad tomó forma a finales del siglo XIX en organismos estatales y administraciones públicas, posiblemente influenciada por ese origen romano y por la costumbre anglosajona de dar regalos a los trabajadores y a sus familias en unas fechas tan señaladas. Pero no fue hasta los años cincuenta del siglo XX cuando en España se consolidó como una tradición que las empresas ofrecieran, primero a los empleados públicos y después a los de las empresas privadas, y con un formato como el que conocemos ahora, cestas de mimbre al estilo de las sportulae romanas. Algunas empresas españolas comenzaron a obsequiar a sus empleados con cestas llenas de productos navideños junto con la paga extra de Navidad. Estas cestas complementaban las pagas y en ellas se podían encontrar dulces navideños (turrón, mazapán o polvorones), embutidos variados, quesos, bombones, patés o incluso marisco. También traían bebidas alcohólicas, principalmente botellas de vino y de cava

Del simple "lote" al regalo por excelencia

En la actualidad, muchas empresas, en lugar de entregar la clásica cesta de mimbre con multitud de productos han optado por regalar, por ejemplo, una pieza de jamón junto con otros embutidos, todo ello acompañado de unas botellas de licor en un baúl o en cualquier otro tipo de caja. También se ha puesto de moda que grandes establecimientos sorteen cestas que prácticamente pueden solucionar las comidas navideñas, e incluso la vida, al afortunado ganador –por ejemplo, una empresa sevillana renueva cada año la forma de sus cestas de Navidad sorteando el 5 de enero casi 500.000 euros en premios que pueden incluir una autocaravana, lingotes de oro o el pago de una hipoteca, entre otras cosas–.
Pero no es una costumbre generalizada en todo el mundo regalar comida y cestas por Navidad, aunque sí es una tradición muy arraigada en España, y actualmente muchas empresas regalan los actuales "lotes" navideños para felicitar estas fiestas a sus empleados y demostrarles su agradecimiento por el trabajo realizado durante todo el año

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