El maestro le dice al discípulo: 
--Acércate al cementerio. Una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos. 
El discípulo se dirige al cementerio. Una vez allí, comienza a decir toda suerte de elogios a los muertos y después regresa junto al maestro. 
-¿Qué dijeron los muertos? -pregunta el maestro. 
-No respondieron -contesta el discípulo. 
Y el maestro le ordena ahora: 
-Volverás al cementerio y soltarás toda clase de insultos a los muertos. 
El discípulo acude de nuevo al cementerio y sigue las instrucciones del maestro. Vocifera toda suerte de imprecaciones contra los muertos y después se reúne con el maestro. 
-¿Qué dijeron los muertos? -pregunta por segunda vez el maestro. 
-No respondieron -con, testa el discípulo. 
Y el maestro concluye: 
-Así debes ser tú: indiferente como un muerto ante los halagos o los insultos de las otras personas. 
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Blog para la muestra y reflexión sobre el Misterio mediante mayéutica socrática.
jueves, 22 de octubre de 2015
Sé como un muerto
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