martes, 1 de marzo de 2022

Destino Kiev: la odisea de ayudar en el frente desde una iglesia ortodoxa de Alcorcón

 

A las 9 y cuarto de la mañana del domingo empieza la misa en un local de Alcorcón que los ortodoxos ucranianos residentes en Madrid utilizan para el culto. Decoración litúrgica, mujeres con la cabeza cubierta y decenas de personas. Una cola de gente a las puertas del local escucha el servicio desde fuera porque el aforo está lleno. 

Esta es la primera parada a la que llega la ayuda humanitaria con destino Ucrania. Vasil es un voluntario ucraniano que lleva ocho años coordinándose con las bases de las zonas de guerra para enviar productos de primera necesidad desde España. Lleva viviendo en Madrid 20 años, pero planea volver a su Leópolis natal (a 550 km de Kiev) si la situación del conflicto empeora.Desde su país de origen le envían periódicamente un mensaje al WhatsApp con las medicinas que echan en falta en las zonas y hospitales de guerra. Solicitan vendas, jeringuillas, analgésicos, tiritas, ibuprofeno, nolotil y antibióticos. 

placeholderDos mujeres asisten a la misa del domingo por la mañana en la iglesia ortodoxa ucraniana de Alcorcón donde muchos se han acercado a donar. (A.F.)

Él se encarga de ponerse en contacto con la comunidad ucraniana en Madrid y difundir el mensaje. Desde el Maidan de 2014, Vasil ha enviado una media de dos sacos de ropa de 60 kilos cada uno semanalmente a Ucrania. Estos últimos días las donaciones se han multiplicado. 

El ucraniano ha llegado esta mañana a la iglesia para ir a misa y recoger las bolsas con las donaciones. Los fieles ortodoxos ucranianos del sur de la ciudad acuden a este local en San José de Valderas, mientras que los católicos lo hacen a una iglesia en Las Margaritas (Getafe), donde también se han recibido alimentos, prendas de ropa y medicamentos a lo largo del fin de semana. 

placeholderUna de las cajas con gasas y medicamentos. (A.F.)

El viaje de los medicamentos

Olena, una ucraniana ortodoxa que acude con frecuencia a Alcorcón, ayuda a Vasil a llevar todas las bolsas con medicamentos hasta su coche. Una vez cargado, este voluntario pone rumbo a una tienda ucraniana de la calle Valmojado de Aluche, propiedad de Victor Z. Havryliu, dueño de la compañía de autocares Grandestour. Sobre las 12 de la mañana le recibe Nicolás, primera mano de Víctor y quien se encarga de organizar la multitud de cajas que llegan al local. En este espacio también vende billetes destino Ucrania y, mientras revisa algunas bolsas, le explica a Vasil que a las 10 de la mañana del mismo domingo ha salido otro autobús con 44 viajeros con su equipaje cargado de alimentos y ropa. 

placeholderVasil con el coche cargado con las donaciones. (A.F.)

Llevan colaborando juntos desde 2014, pero el ‘boom’ de donaciones ha aumentado desde el jueves, cuando saltó la noticia de que el Kremlin había atacado algunas ciudades ucranianas. "Hay gente que me llama directamente y viene a mi casa con bolsas", explica Vasil. Y si estos años la colaboración ha sido siempre por parte de los ucranianos en Madrid (más de 23.000 viven en la capital), ahora la sociedad española también se ha volcado con la causa. 

placeholderAlgunos pasajeros esperando a subirse al autobús destino Kiev en Méndez Álvaro. (A.F.)

El voluntario explica que algunos de sus amigos han partido con sus propios coches a Ucrania para colaborar: este es también el caso del padre de Ilona, una joven de 18 años residente en La Cabrera que relata que su progenitor se fue en su vehículo hasta Leópolis -cercana a Polonia- para facilitar el transporte a quienes quieran salir del país hasta la frontera. 

Con todos los productos separados en cajas -medicinas por un lado y comida por otro-, Vasil pone rumbo a Méndez Álvaro. Es la una y media de la tarde y va un poco justo de tiempo, pero consigue llegar a la dársena 60 donde 35 ucranianos esperan en fila para subirse al autobús. Todo el material recogido durante la mañana permanecerá en tienda ucraniana de Aluche hasta el martes, porque el bus del domingo ya ha conseguido llenarlo, pero tiene que acudir a la estación para entregar las donaciones en billetes que ha recibido los últimos días. 

placeholderAutobús destino Kiev. (A.F.)

Cada domingo, un autobús de la empresa Grandestour sale de la Estación Sur de Madrid Sur a las 14:00 horas con destino Kiev. Tiene la capacidad de acoger a 73 viajeros -que ahora llevan consigo enseres de primera necesidad- pero también transporta toda la mercancía recogida por la red de voluntarios. Este será el destino final (en España) de la red humanitaria. En la parada de Lviv (Leópolis), los ucranianos coordinados con Vasil revisarán el material y lo trasladarán a las bases militares y hospitales de guerra.

Una vez en la estación, Vasil entrega las donaciones al conductor del autobús con el que colabora también desde hace años mientras que los pasajeros pesan su equipaje. Liana es una mujer de mediana edad que tenía trabajo en España, pero ha decidido volverse para estar con su hijo. Lo mismo le ocurre a Eugenio. Este ucraniano es originario de Mariúpolla primera ciudad del Donbás invadida por los rusos esta semana. A pesar de que es uno de los puntos más peligrosos del país, dice que prefiere volver porque allí residen su madre y sus hijos. 

placeholderEugenio viaja de vuelta a Mariúpol. (A.F.)

A las 14:00 horas, el autobús parte de la Estación Sur de Madrid cargado de productos sanitarios y enseres destino Ucrania. Además, la tienda Ucramarket, en la Calle Méndez Álvaro, lleva todo el fin de semana recolectando donaciones. El sábado salieron cuatro furgonetas conducidas por voluntarios y el domingo han abierto sus puertas para quienes quisieran acercarse a dejar productos de primera necesidad hasta las cuatro de la tarde.

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