jueves, 25 de octubre de 2018

Notas del Alma Indígena.... Así será

El joven indio comparece
ante el ceñudo Capataz,
—«Tu padre ha muerto; y como sabes,
en contra tuya y en pie están
deudas, que tú con tu trabajo
tal vez no llegues a pagar...
Desde mañana como es justo,
rebajaremos tu jornal»—.
El joven indio abre los ojos
llenos de trágica humedad;
y, con un gesto displicente
que no se puede penetrar,
dice, ensayando una sonrisa:
                      —Así será...

Clarín de guerra pide sangre.
Truena la voz del Capitán:
—Indio: ¡a las filas! Blande tu arma
hasta morir o hasta triunfar.
Tras la batalla, si es que mueres,
nadie de ti se acordará;
pero si, en cambio, el triunfo alcanzas,
te haré en mis tierras trabajar...
No me preguntes por qué luchas,
ni me preguntes dónde vas—.
Dócil el indio entra en las filas
como un autómata marcial;
y sólo dice, gravemente:
                      —Así será...

Mujer del indio: en ti los ojos
so un día pone blanco audaz.
Charco de sangre... Hombre por tierra...
Junto al cadáver, un puñal...
Y luego el Juez increpa al indio.
que sonríe sin temblar:
—Quien como tú con hierro mata.
con hierro muere. ¡Morirásl—
Pone un relámpago en sus ojos
turbios, el indio; y, con la faz
vuelta a los cielos, dice apenas:
                      —Así será...

¡Oh, raza firme como un árbol
que no se agobia al huracán,
que no se queja bajo el hacha
y que se impone al pedregal!
Raza que sufre su tormento
sin que se le oiga lamentar.
(¿Rompió en sollozos Atahualpa?
¿Guatemozin?... ¿Caupolicán?...)
¿El «Dios lo quiere» de los moros
suena como este «Así será»?...
¿Resignación? Antes orgullo
de quien se siente valer más
que la Fortuna caprichosa
y que la humana crueldad...

Un filosófico desprecio
hacia el dolor acaso da
la herencia indígena a mi sangre,
pronta a fluir sin protestar;
y cada vez que la torpeza
de la Fortuna huye a mi  Ideal.
Y hasta la Vida me asegura
que nada tengo que esperar,
dueño yo siempre de mí mismo
y superior al bien y al mal,
digo, encogiéndome de hombros:
                      —Así será...

José Santos Chocano


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