martes, 5 de octubre de 2010

Ninguna Oreja, Ningún Crimen

Un día, el juez pidió a Nasrudín que le ayudara a resolver un problema legal.
  - ¿Cómo me sugerirías que castigue a un difamador?
  - Córtales las orejas a todos los que escuchan sus mentiras -replicó el mulá.