miércoles, 2 de octubre de 2024

cocodrilos, monos o gatos, la fauna divina del antiguo egipto

en el siglo V a.C. Heródoto dejó el primer testimonio de un viajero extranjero sobre el antiguo Egipto: "Los egipcios además del cielo, que es diferente sobre ellos, y del río, que presenta una naturaleza diferente que los otros ríos, también han establecido costumbres y leyes al revés del resto de hombres. Ente ellos, las mujeres van al mercado y comercian, mientras que los varones, en casa, tejen [...] Las mujeres orinan de pie, y los hombres sentados [...] Pastan la masa de harina con los pies, pero el fango con las manos".

Al igual que sus compatriotas, el historiador encontraba que la egipcia era una civilización fascinante, poseedora de una erudición incomparable, pero con algunos hábitos que ellos consideraban incomprensibles e, incluso, ilógicos. De entre todos estos hábitos destacaba la veneración que sentían por los animales. Para los griegos, y después los romanos, los egipcios adoraban a gatos, perros, cocodrilos o carneros como dioses, pero la realidad era mucho más compleja.

El panteón egipcio estaba formado por una variedad casi ilimitada de seres divinos que se manifestaban de las formas más diversas. Los dioses no tenían una apariencia física conocida y los egipcios les asignaban una apariencia "reconocible" en el mundo terrenal que "transfería" las características de esos animales a las funciones de la divinidad. Todo ello dio como resultado que las paredes de los templos, tumbas y los grandes monumentos estuvieran plagadas de relieves y pinturas de animales e híbridos grotescos al modo de los bestiarios medievales que podemos identificar como los poderosos dioses que gobernaban el Nilo.

1 /12
Horus, el dios halcón

Gianni Dagli Orti / Shutterstock

1 / 12

Horus, el dios halcón

Horus es uno de los dioses más antiguos de la mitología egipcia. Sus orígenes se remontarían a una divinidad cósmica y se lo representa como un halcón o un hombre con cabeza de halcón, ave venerada desde los tiempos predinásticos. Su nombre deriva de la palabra her, que significa "en lo alto" o "el distante". Es el dios del cielo –por ello toma forma de halcón–, protector de los faraones y la realeza. En la paleta de Narmer, primer faraón de Egipto, aparece un halcón sobre un hombre que representa a los habitantes del bajo Egipto, en referencia a la victoria del soberano del Alto Egipto sobre las tierras del delta del Nilo, que permitió la unificación de Egipto hace 5.000 años.

Horus el halco´n

Ann Ronan Picture Library/Heritage Images / Cordon Press

2 / 12

Protector de ultratumba

Pero esta protección no se limitaba al mundo terrenal y también se extendía al de ultratumba. Sobre estas líneas, un pectoral con forma de Horus del tesoro de Tutankhamón. Las alas abiertas conforman un abrazo protector para el alma del difunto. Sostiene en sus garras dos discos solares shen, que representa la protección eterna. Sobre ellas, dos lazos ankh, que representan la vida.

Tueris, una estrafalaria protectora

Pool / ABACA / Shutterstock

3 / 12

Tueris, una estrafalaria protectora

La diosa Tueris, que presentaba cabeza de hipopótamo, cuerpo de mujer, patas de leona y cola de cocodrilo era uno de los híbridos más singulares del panteón egipcio. Esta divinidad tiene sus orígenes en una diosa madre aparecida durante el reino Antiguo y se la consideraba protectora y de la maternidad y el parto. Los pechos colgantes y el vientre bajo revelan un embarazo avanzado o el puerperio. Para los egipcios, la hembra hipopótamo era un ejemplo de fecundidad y buen cuidado de sus crías. Su boca entreabierta mostrando los dientes se asocia con el papel protector de las crías, propio también de la maternidad. Esta estatua de la dinastía XXVI agarra en sus manos lazos sa y ankh, símbolos de protección y vida, respectivamente.

CM Dixon/Heritage Images

4 / 12

Ba, el alma eterna

Más que una divinidad, el ba es un concepto espititual del mundo de ultratumba. Se trata de una de las cinco partes del alma de los difuntos, que aparecía tan solo tras la muerte. se lo representaba con cuerpo de ave y cabeza humana (la del difunto en cuestión) ya que debe viajar cada día del reino de los dioses al cuerpo del difunto debido a su papel de mediador entre ambos mundos.

5 / 12

Aker, el león protector

Aker es el guardián de las puertas este y oeste del submundo. aparece representado como un león de dos cabezas o, como en esta pintura mural de la tumba de Khaemwaset II, hija de Ramsés III, como un hombre con cabeza de león armado con un puñal, otro de sus atributos que hace referencia a su papel protector.

Heritage Art/Heritage Images / Cordon Press

6 / 12

De leona a gata

Muy relacionada con la diosa Hathor es la diosa Bastet. Esta estatuilla de inicios del primer milenio a. C. la representa en su versión sosegada. En su aspecto colérico era personificada en una leona. Prototipo de dulzura, puede convertirse en una fiera terrible si es necesario. En Bubastis se celebraba cada año una fiesta en su honor, la fiesta de la embriaguez, en la que se celebraba que la diosa, contenta, borracha y halagada, no se convirtiera en leona e hiciera una carnicería entre los habitantes.

7 / 12

El dios cocodrilo

El nombre de Sobek significa, literalmente cocodrilo. Esta divinidad se representaba como uno de estos reptiles o como un hombre con cabeza de aligator, como en el caso de esta estatua de alabastro de la XVIII dinastía, en la que ofrece un lazo ankh de vida a un Amenhotep III niño. Sobek había sido representado en sus orígenes remotos en forma de halcón, pero no se sabe por qué motivo, esta se transformó en cocodrilo. Según la tradición egipcia, Sobek "arrebata a las mujeres de sus maridos siempre que lo desea, pero también hace que verden los campos", representando la acción beneficiosa y fertilizadora del agua, pero también su poder destructivo cuando estaba fuera de control. Fue adorado en templos donde se criaron cocodrilos que tras su muerte eran cuidadosamente momificados.

Gianni Dagli Orti / Shutterstock

8 / 12

Los hijos de Osiris

Amset, Duamutef, Hapy y Qebehsenuf son las cuatro divinidades conocidas como hijos de Horus. Se los representa con una cabeza humana, de chacal, mono y halcón, respectivamente. cada uno de ellos se ocupaba de una víscera determinada del difunto momificado, que se guardaba en un vaso canopo, como los que pueden verse sobre estas líneas, con su aspecto, hígado, pulmones, estómago e intestino, en el mismo orden. No tienen forma animal completa, siempre se los representa como seres antropom.orfos 

AdobeStock

9 / 12

Nekhbet, la diosa buitre

En la línea de Horus, otra diosa alada protectora de la familia real es Nekhbet, la diosa buitre blanca. Desde el Imperio Antiguo se asoció a esta divinidad con la corona de ese color del Alto Egipto y junto a la cobra (símbolo del tocado del Bajo Egipto) se fijaba en el nemes o pañuelo que portaba el faraón para protegerlo. Protegía al faraón durante su nacimiento, la coronación, las fiestas de jubileo y en las batallas.

La leona Sekhmet

World History Archive / Cordon Press

10 / 12

La leona Sekhmet

tal vez la divinidad leona más popular de Egipto. Su nombre significa "poderosa" y apela a su carácter destructivo. Hija deRe, la leyenda cuenta que emprendió la matanza de la humanidad y tuvo que ser aplacada. Fue adoptada por los faraones como símbolo militar y de poder. También era capaz de provocar terribles pestes y epidemias, aunque tal vez por ello también se convirtió en patrona de los médicos. En este pectoral de la tumba de Tutankamón aparece junto a su esposo Ptah –ambos con piel azulada– protegiendo al faraón.

The Granger Collection / Cordon Press

11 / 12

El chacal embalsamador

De entre todos los dioses con apariencia de cánido el que más destaca es tal vez Anubis, el dios funerario más importante de Egipto tras Osiris. Se trataba de una divinidad asociada a la muerte y entierro del faraón que terminó ocupándose de todos los muertos. También era el encargado, junto a Horus de conducir al difunto a la sala en la que se pesaba su corazón. Sobre estas líneas se lo muestra ocupándose de la momia de un difunto, su principal cometido.El color negro de su piel está relacoinado con el color de la momia tras el tratamiento a que era sometido el cuerpo del difunto.

Shutterstock

12 / 12

El carnero

Amón en en centro de la barca solar en el centro de la embarcación. Por lo general se representaba a esta divinidad con forma humana, pero algunas veces tenía forma de carnero o de hombre con cabeza de carnero, como en este caso, en el que está asocioado a Ra, el disco solar. Este animal representa el vigor sexual/creador que se le suponía al dios, uno de los principales del panteón egipcio. Otra importante divinidad que adoptaba la forma del mismo animal, Khnum, también estaba relacionada con la creación de vida y el Nilo. Es posible diferenciarlos por los cuernos. Ciurvos los de amón-Ra y rectos los de Khum.

No hay comentarios: