miércoles, 7 de junio de 2023

sirenas vascas, japonesas y rusas, más allá de "la sirenita" del cuento

 desde la antigüedad, las sirenas han habitado las aguas de la mitología, siendo las protagonistas de cientos de relatos y leyendas. Cada cultura o creencia ha representado a las sirenas de una manera diferente, caracterizándolas según distintos atributos o elementos, haciéndolas más o menos peligrosas, dándoles unos poderes u otros. 

En la mitología vasca, por ejemplo, las sirenas son las "lamias", mujeres con pies de pato; en la mitología griega, eran un híbrido entre mujer y ave; en la mitología eslava, son damas de piel nívea y ojos blancos. Sin embargo, pese a existir este amplio abanico de representaciones, la imagen que la gran mayoría tiene de la sirenas es la que Hans Christian Andersen relató en 1837 en su famoso cuento La Sirenita, que posteriormente fue llevado a la gran pantalla por los estudios Disney, en 1989 como versión animada y en 2023 como live-action: una mujer de voz hermosa y larga melena con cola de pez. 

En este artículo nos alejamos de la representación clásica y más conocida del mito para explorar, a través de la mitología, cómo han sido las sirenas en distintas partes del mundo.

LAS SIRENAS CON ALAS DE LA ODISEA

En la mitología griega y romana, las sirenas eran descritas comomujeres hermosas con cuerpo de ave. Estas criaturas seducían a los marineros con sus voces hipnóticas, utilizando, en algunas ocasiones, flautas o liras para completar su melodía. A menudo se las asociaba con la muerte o con el reino de los espíritus y se creía que eran las encargadas de llevar a las almas al mundo de Hades.

La Odisea de Homero es el primer testimonio escrito que se tiene de las sirenas grecorromanas, sin embargo, estos seres ya figuraban en frescos o representaciones muy anteriores. 

Sirenas

'Ulises y las sirenas', John William Waterhouse (1891).

CC

LAS LAMIAS DE LA MITOLOGÍA VASCA

En Euskadi, los personajes mitológicos equivalentes a las sirenas son las lamias (o lamiak), seres femeninos vinculados al agua, con pies de pato, de gallina o, en algunos relatos, de cabra o pescado. Las lamias viven en los ríos, las fuentes y las cuevas cercanas al mar y pasan el día peinando sus largas melenas con peines de oro. De incuestionable belleza, las lamias suelen ser amables con los humanos, excepto si estos intentan molestarlas o robarles sus peines de ojo. 

Este mito, de origen grecorromano, también aparece en la mitología cántabra y asturiana.

John William Waterhouse The Siren 1900

'La Sirena' de John William Waterhouse (1900).

CC

NINGYO, LA SIRENA JAPONESA 

En el folclore japonés, las sirenas son las ningyo, cuya traducción vendría a ser "pez humano". Antiguamente, estos seres eran descritos como monos de dientes pequeños y afilados como el de un pez, con largas colas de escamas doradas y una voz dulce como una alondra o una flauta. Se decía que cualquiera que probara la carne de un ningyo viviría durante cientos de años, sin embargo, también se creía que capturar a uno de estos seres traía mala suerte, de ahí que pocos desearan encontrárselos.

A diferencia de muchas otras sirenas del mundo, las ningyo no eran mujeres bellas, al contrario, destacaban más por su monstruosidad y por ser más bestia que "persona". 

Ningyo

Sirena de la mitología japonesa (1805).

CC

LORELEI, LA ONDINA DEL RÍO RIN

La sirena más famosa de la mitología germánica es Lorelei, conocida como "la ondina del río Rin". Este personaje habitaba en una roca cercana al río y atraía a los hombres con sus cantos y su belleza, provocando naufragios y muertes. Al ser una ondina, esta ninfa acuática no tenía cola de pez, ni de ningún otro animal, era simplemente un espíritu del agua. 

Cuenta la leyenda que, habiendo perdido a uno de sus hijos en uno de los accidentes causados por Lorelei, un noble envió a sus sus soldados a que capturaran y dieran muerte a la ondina. Sin embargo, esta pidió ayuda a su padre, que envió a un caballo de espuma que la condujo a las profundidades del río, de donde no regresó jamás. Manteniendo la tradición, la roca en la que se decía que solía aparecerse Lorelei lleva su nombre.

Lorelei

'Lorelei', de Franz Wagner (siglo XIX).

CC

RUSALKAS, MUJERES DE PIEL NÍVEA Y OJOS BLANCOS 

En la tradición rusa, las sirenas eran conocidas como rusalkas y eran ninfas del agua que vivían en los lagos y los ríos. Las rusalkas tenían la piel pálida como la luna, las pupilas blancas o brillantes como fuego verde y una larga y húmeda melena de tonalidades verdosas. Al igual que las sirenas, a las rusalkas les gustaba seducir a los hombres con sus cantos. 

Según la leyenda, a medianoche, estas ninfas salían de las aguas para bailar en los bosques y los prados. Al oírlas, los hombres iban a buscarlas y caían en su trampa: las rusalkas los hechizaban y los conducían de vuelta a las aguas, donde estos se ahogaban.

Rusalkas

'Profundidades de agua' de Dzheneev Iván Alekseevich (1907).

CC

SEDNA, EL ESPÍRITU DEL AGUA DE LA MITOLOGÍA INUIT

La sirena más importante de la mitología inuit es Sedna, la deidad femenina que habita en el fondo del mar y que recibe a las almas de los muertos en un lugar conocido como Adliden, donde estos son enjuiciados. Representada como una mujer con cola de pez, Sedna es considerada la madre y creadora de todos los animales marinos y utiliza sus poderes para enviar mal tiempo, enfermedades u otras desgracias a los humanos cuando percibe su hostilidad. 

Existen muchas versiones de esta diosa acuática entre los habitantes de las regiones árticas, dada la popularidad e importancia de este ser mitológico en su cultura.

Sedna

Escultura del Museo Nacional de Finlandia que representa a la diosa Sedna.

CC

MAMI WATA, LA DIOSA DEL AGUA EN ÁFRICA 

En África (sobre todo en las regiones del oeste, centro y sur de África) la deidad acuática más conocida es Mami Wata. Los "Mami Wata" pueden ser tanto espíritus femeninos como masculinos, aunque en la mayoría de los casos son representados de forma femenina. Físicamente, son parecidos a las sirenas, ya que tienen la parte superior del cuerpo de mujer y la inferior con cola de pez o de serpiente. Mami Wata suele llevar peines, espejos y relojes caros, y siempre va acompañada de una gran serpiente que la envuelve y reposa en su cabeza o sobre sus pechos. 

Este mito tiene su origen en la mitología etíope y egipcia, de ahí que su nombre esté compuesto por las palabras etíopes "mama", que significan sabiduría y verdad, y "uat-ur", que quiere decir agua oceánica, o "wata", que en algunas lenguas primitivas de Sudán se traduce como "mujer". 

Mami Wata

Mami Wata, la diosa del agua en África.

CC

IARA, LA MADRE DEL AGUA EN BRASIL

Iara es la madre del agua de la mitología de Brasil. Representada como una sirena, Iara es una mujer morena de ojos verdes y larga cabellera negra, que suele bañarse en los ríos y en el Amazonas mientras canta con su irresistible voz. Al igual que en muchas otras versiones del mito de la sirena, Iara atrae a los hombres con su melodía y los conduce a las profundidades de los ríos, donde se ahogan. 

Antiguamente, las comunidades indígenas temían tanto a Iara, que evitaban las lagunas y los ríos al atardecer, esperando así no encontrarse jamás con tal criatura. 

Sirena

Representación de una sirena de 1654.

CC

NEREIDAS, LAS SIRENAS DEL MEDITERRÁNEO

Por último están las nereidas, consideradas las ninfas o sirenas del mar Mediterráneo. Hijas del dios Nereo y la oceánide Doris, las nereidas son cincuenta hermanas que habitan en las profundidades del Mediterráneo y que, a diferencia de sus primas grecorromanas, emergen a la superficie para ayudar o socorrer a los marineros. 

Lejos de causar ningún mal, las nereidas representan lo amable y hermoso del mar y son descritas como mujeres bellas (sin cola de pez) que cantan y bailan en las aguas, bien vestidas con una túnica blanca con detalles dorados, bien completamente desnudas. Los antiguos griegos adoraban a las nereidas en altares ubicados cerca de la costa mediterránea, donde se les ofrendaba aceite, leche y miel. 

Sirenas

'Sirenas jugando en el mar' de Charles-Édouard Boutibonne (1883).

CC


No hay comentarios: