domingo, 11 de noviembre de 2012

Dios no tiene «partículas»: El bosón de Higgs y la naturaleza de la Divinidad


La investigación sobre el origen y composición del Universo cambia continuamente y cada vez con teorías más sofisticadas, como acontece con el famoso bosón de Higgs, nombre que éste dio a una partícula subatómica que sospechaba que tenía que existir pero que aún no se ha demostrado con certeza científica su existencia.

El Origen del Universo siempre ha preocupado y maravillado al ser humano, el gran filósofo E. Kant se maravillaba de dos realidades: la conciencia moral del hombre y la maravilla del cielo estrellado. Los astrofísicos idean paradigmas cada vez más complejas para explicar la composición de la materia, una prueba, uno de estos paradigmas es el bosón da Higgs, bautizado sin más fundamento que una ocurrencia como la partícula de Dios, algo imposible porque Dios no tiene masa y por lo tanto no tiene partículas, lo que sería un absurdo panteísmo y tampoco creó el Universo de una materia preexistente que conduce al ateísmo. Siempre que hablamos de Dios utilizamos términos negativos, porque sólo podemos saber lo que no es y todo lo que predicamos de él se basa en la analogía. Dios lo trasciende todo, y lo llena todo y sólo podemos conocer lo que él mismo nos ha revelado, que no es incompatible con la ciencia verdadera porque la razón y la fe se complementan cuando ambas respetan sus campos específicos, pues como decía el gran San Agustín nos enseña cómo se va al Cielo y no como van los cielos.

Desde que Einstein propuso su ecuación sobre la Relatividad los modelos científicos sobre el Universo han cambiado. Para el común de los mortales las nuevas partículas que descubren los astrofísicos son tan incompresibles como los términos de la metafísica de los teólogos. Desde 1911 al 2012 han acaecido sucesos singulares en el estudio de la composición de la estructura interna del átomo, gracias al detector y acelerador de las partículas subatómicas, así han aparecido nuevos y extraños nombre como piones, hiperones y un largo etc., pero sin duda el más famoso es el bosón de Higgs.

Parece ser, según afirmaciones más de los «mass media» que estrictamente científicas, que para el llamado Modelo Estándar 17 , el bosón de Higgs ,del que no se sabe con certeza científica su existencia, es necesario presuponerlo para que el paradigma sea completo, aunque explique muy poco, pues como afirman los científicos más humildes conocemos muy poco de la gran complejidad de la Creación. Bill Bryson, gran investigador y divulgador de las teorías sobre el origen y composición del Universo: «El Modelo Estándar 17 no explica algo tan aparentemente sencillo como por qué cuando se deja un sombrero en una mesa no se eleva flotando hasta el techo». Por su parte, el genetista Francis S. Collins, líder de una década del Proyecto del Genoma Humano y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica escribe: «Si Dios existe, entonces es sobrenatural. Si es sobrenatural, no esta limitado por las leyes de la naturaleza. Si no esta limitado por las leyes de la Naturaleza, no hay razón para que esté limitado por el tiempo. Si no está limitado por el tiempo, entonces está en el pasado, en el presente y en el futuro». Por lo tanto Dios no ha puesto sólo en movimiento el Universo Material, sino que tiene en interés que en el que la criatura racional que es el ser humano pueda conocerlo y amarlo y así ser feliz, porque Dios es nuestro primer principio y último fin. La única alternativa a Dios es el nihilismo, tal es el drama del humanismo ateo. Sea lo que sea del bosón de Higgs, es cierto que no es la partícula de Dios, porque Él sólo es Espíritu y Amor, es decir Todo. No se puede abusar del nombre de Dios (con mayúscula) vanamente.





FIDEL GARCÍA MARTÍNEZ DOCTOR EN FILOLOGÍA

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