“Suponga que bajo la tierra dentro
de la casa de una persona pobre
Hubiera un tesoro inconcebible.
La persona no sabe nada de ello.
Tampoco puede el tesoro
Decir a la persona, “¡Aquí estoy!”
En forma similar, el precioso tesoro
encerrado dentro de nuestra mente
La plenitud inmaculada, no
establecida ni negada:
No reconocer [dicho tesoro] implica
para los seres vivientes
El texto pertenece
a Gueshe Thubten Loden que lidera la Sociedad Budista
Tibetano de Australia. En 2011, fue nombrado Ciudadano Hume del año. Nacido en
1924, Gueshe Loden se convirtió en monje a la edad de siete años. Completando
su estudio de todas las divisiones de la filosofía budista, se le concedió el
grado de Gueshe Lharampa desde el monasterio de Sera Je en Tíbet , y un grado Acharya
del sánscrito Varanasi en la universidad en la India. Él también consiguió
el título de Master en el budismo Vajrayana después de seis años de estudios en
Gyudmed Tantric College. Gueshe Loden originalmente llegó a Australia en 1976,
por invitación de Lama Thubten Yeshe para ser el maestro residente del
Instituto Chenrezig , Queensland, donde permaneció durante tres años antes de
salir para comenzar su propia organización.
Desde el punto de vista budista, la mente de una persona común está
debilitada y distorsionada por la fuerza de los errores y los conflictos
emocionales que acarrea en sí misma. Por esta debilidad y distorsión es incapaz
de ver las cosas tal y como ellas son. Lo que percibe es una visión deforme y
determinada por sus propias neurosis emocionales y sus prejuicios. El propósito
del budismo, es eliminar de la mente esos elementos que nos distraen y
facilitar así, una percepción válida de la realidad (descubrir el tesoro enterrado bajo la casa de la persona)Mientras que tales elementos distorsionantes no hayan sido arrancados de raíz, la percepción de la persona siempre estará empañada. Pero una vez que los errores sean eliminados, el individuo entrará en un estado en el que la realidad es percibida siempre tal y como es (descubrimiento del tesoro).
Entonces, al existir la mente en perfecta sabiduría y liberación, el cuerpo y la palabra fluyen de un modo perfectamente positivo y natural. En este punto podemos centrar este poema de Thubten Loden dentro de la tercera noble verdad en cuanto habla de la capacidad y posibilidad de la liberación. En la tercera Noble Verdad es donde se establece la autoridad del proyecto budista. Lo que dice el Buda ahora es que el sufrimiento y sus causas pueden ser superados. Las dos primeras Verdades hablan de nuestra condición en la existencia cíclica. La Verdad de la Cesación habla de nuestro potencial, del logro que podemos alcanzar. Sería ese tesoro escondido en nuestra mente, una referencia a la Cesación No Residual. Esta cesación le permite a Thubten Loden compararlo con un tesoro en cuanto es lo que se busca de forma inconsciente, la liberación que nos puede proporcionar esa cesación
Nacho Padró
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