Llegados a
este punto del Daoismo, es importante comentar cómo es y cómo se producen de forma natural,
las dualidades citadas. Es decir, las cosas se convierten en lo que son por
ellas mismas, de manera natural y espontánea (自然 -ziran-“aquello que es tal como es por sí
mismo”) (LXIV) a causa del dao (LI). Esto implica una acción no mediada, ni
intencionada, ni deliberada o premeditada, pero tampoco meramente instintiva o
irreflexiva. El daoísmo defiende por ello una actitud natural, definido por su
indiferencia y fluidez, por dejar que las cosas sucedan por sí mismas. Como
veremos ésa es la esencia misma de wuwei:
cuando no se fuerza (XXIX y XXX), las cosas se enderezan por sí mismas de forma
natural: esto es el Ziran (XVII). Para
ello es necesario cultivar una actitud de desprendimiento y desapego: tal como
el Cielo y la Tierra no son benevolentes, dice el Daodejing, y tratan las cosas como meros utensilios a ser
descartados después de su uso, el sabio trata a la gente del mismo modo.
Nacho Padró
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