Las
creencias centrales de la cienciología remiten a la idea que cada persona es un
ser espiritual inmortal (llamado thetan) que posee una mente y un
cuerpo, y que las personas son básicamente buenas. La vida que cada uno debería
llevar es la de educación, conocimiento y mejora espiritual y ética continua,
para poder así ser feliz y alcanzar la salvación definitiva y de esta manera
ser más efectivos en la creación de un mundo mejor. La cienciología afirma
ofrecer metodologías específicas para ayudar a la persona a conseguir esto.
Otro
principio básico de la cienciología es que hay tres componentes básicos
interrelacionados en la persona (e intrínsecamente espirituales) que son el
verdadero fundamento del «estado de vivir» (livingness) exitoso:
afinidad, realidad (o acuerdo) y comunicación, que se equiparan al
entendimiento. Hubbard llamó a esto «triángulo ARC». Los cienciólogos
utilizan el ARC para mejorar sus vidas, basándose ante todo en la creencia de
que elevar un aspecto del triángulo incrementa los otros dos.
En
un intento de clarificar el concepto de mentes consciente, subconsciente e
inconsciente, Hubbard escribió que la mente del hombre está estructurada en dos
partes: la «mente analítica» y la «mente reactiva». Describió la
mente analítica como la parte positiva, racional y calculadora, mientras la
reactiva, de acuerdo con él, funciona sobre la base de estímulos y respuestas.
Los cienciólogos creen que la mente reactiva es la raíz de la angustia
individual, así como el origen de la aberración de la humanidad y su
incapacidad para crear sociedades duraderas, prósperas y saludables.
Nacho Padró
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