A veces es difícil confiar. A veces sentimos que nos hemos perdido o que el universo nos ha abandonado, o que algo ha "salido mal".
Es muy humano y natural sentir estas cosas. Y aprendemos a tomar a estos niños asustados en nuestros brazos, a sostener nuestra resistencia y miedo y las partes que quieren huir con amor y compasión. Y encontramos los lugares donde sabemos que va a estar ... bien. Y nos damos cuenta, la resistencia y el miedo son inteligentes, y no un signo de nuestra debilidad o nuestra falta de progreso espiritual; no es una señal de que hayamos “perdido” el camino, sino una gran parte del camino.
Ninguno de nosotros es inmune del dolor, del desamor inesperado, de la pérdida.
Desde la perspectiva del ego, esto puede ser aterrador, decepcionante, frustrante.
Rompe la imagen del “Iluminado”. Desde la perspectiva del corazón, esta ruptura puede generar y generar tanta compasión.
Estamos todos juntos en esto. En algún nivel profundo, quizás insondable, mi dolor es tu dolor, mi sufrimiento es tuyo.
No estamos separados en la capa más profunda, ¡aunque a veces podemos sentirnos muy separados! Es la gran paradoja y misterio de la creación. Lo divino es carne, la carne es divina. Es la ola olvidándose de que es parte del océano y recordando de nuevo y olvidando ...
Todos somos discípulos, y todos somos maestros, y todos somos Uno, y todos somos únicos.
Jeff Foster
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