hace miles de años, en la antigua China, en lo que hoy es el yacimiento arqueológico de Chaizhuang, tuvo lugar un terrible ritual de sacrificio: un hombre fue decapitado y enterrado una fosa profunda, mirando al norte, arrodillado y con las manos cruzadas delante de su cuerpo. Los restos de este individuo fueron descubiertos en 2019 por un grupo de arqueólogos chinos que trabajan en la provincia de Henan. Estimaron que esta persona fue sacrificada hacia finales del período Shang (1600-1040 a.C.).
UNA COSTUMBRE MACABRA
Los trabajos en Chaizhuang los están llevando a cabo el Instituto Provincial de Arqueología y Reliquias Culturales de Henan y el Equipo de Reliquias Culturales Municipales de Jiyuan, y han revelado una gran cantidad de información sobre el período Shang. Entre los elementos que se han exhumado en el yacimiento hay restos de fogatas, artefactos hechos con conchas de moluscos y jade, cerámica y huesos, y grandes estructuras como caminos, pozos y casas.
Entre los elementos que se han exhumado en el yacimiento hay restos de fogatas, artefactos hechos con conchas de moluscos y jade, cerámica y huesos.
Descubrimientos precedentes ya sugerían que los sacrificios humanos eran habituales en la China Shang. Más de 13.000 personas fueron sacrificadas en Yinxu, la capital de los Shang, a lo largo de un período de 200 años, e incluso docenas de personas fueron sacrificadas regularmente de un modo ritual. En una fosa sacrificial se descubrieron por lo menos 339 cuerpos. Casi todos en posición yacente.
HUESOS ADIVINATORIOS
Algunos detalles de los sacrificios humanos que se llevaron a cabo durante este período se encuentran bien documentados a través de unos curiosos objetos conocidos como "huesos oraculares". Según los investigadores, estas piezas planas, hechas con huesos de animales o caparazones de tortugas, son la más temprana evidencia de escritura en China; después de que un solicitante hiciese grabar algunas preguntas en los huesos oraculares, éstos eran calentados con palos de metal hasta que se agrietaban. Los adivinos entonces interpretaban los patrones de las grietas para encontrar respuestas a las preguntas formuladas.
Algunos detalles de sacrificios humanos durante este período se encuentran bien documentados a través de unos curiosos objetos conocidos como "huesos oraculares".
Una de estas reliquias ha sido hallada en Chaizhuang y llevaba inscrito el glifo kan, que los investigadores también han descubierto en Yinxu. Este caracter describe un método para sacrificar tanto a humanos como animales: la víctima era ejecutada directamente en la fosa, mientras adoptaba una postura erguida, lo que concuerda perfectamente con la posición arrodillada del cuerpo recientemente descubierto en el yacimiento.
La mayoría de los esqueletos relacionados con sacrificios rituales en China han sido encontrados tendidos en el fondo de las fosas de enterramiento. El descubrimiento de este individuo arrodillado en combinación con el hallazgo del glifo que describe este tipo de sacrificios sugiere que enterrar a las víctimas sacrificiales de rodillas era más común en la China Shang de lo que hasta la fecha se había pensado.
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