Sesenta
textos del Nuevo Testamento se refieren a la figura de David. En este caso, en
los evangelios Jesús es mencionado a menudo como Hijo de David, en forma de una
denominación mesiánica (Mc 12,35-37 y paralelos). La
controversia de las espigas arrancadas en sábado (Mc 2,25-28 y paralelos)
menciona David como una figura que actúa según las necesidades del momento y es
así un precedente del Hijo del hombre, que debe justificar su actuación. En el
episodio del Ciego Bartimeo, tenemos otro caso en el que aparece Jesucristo
como "Hijo de David" con connotaciones propias relacionadas con el
Mesianismo.
Para Marcos, David
es una figura mesiánica dotada de gran riqueza de atribuciones. Unas
atribuciones que le vienen dadas por la tradición anterior pre-Maros y que
Marcos incorpora, actualiza, corrige, precisa. La figura de David realiza en
Marcos diversas funciones de acuerdo con lo que nos indica la interpretación de
cada texto. Marcos es consciente de la importancia que tiene la imagen davídica
real para situar al mesías en el seno de las tradiciones bíblicas y de las
expectativas mesiánicas. La figura de este "hijo de David" (Mc
10,47-48) que viene a curar y a acercar "el reino de nuestro padre,
David" (11,10) es el que según Marcos morirá como "rey de los
judíos". Pero los diversos textos que hablan de David nos hacen evidente
que en el segundo evangelio no resulta válida la alternativa "mesías rey
(davídico) contrapuesto a mesías-profeta", porque la figura davídica de
origen real había incorporado otras dimensiones y había dado pie a otros
desarrollos que para Marcos son indispensables, muy particularmente "hijo
del hombre" e "hijo de Dios".
En el pasaje del
ciego Bartimeo (Mc 10,46-52), su invocación al hijo de David, crea una
atmósfera propicia para entrever la dignidad mesiánica de quien está a punto de entrar en Jerusalén. ¿De dónde viene la invocación
"hijo de David" en un contexto de curación? ¿Es que, en medios judíos, la figura del hijo de
David era considerada sinónima a la de un sanador prodigioso?
Algunos autores expresan que
el título de hijo de David, en el siguiente aspecto: según ellos
Bartimeo clamó al Señor Jesús por la misericordia; Ten misericordia de mí, Señor, Hijo de David. La miseria es el
objeto de la misericordia, su propio caso desgraciado que recomienda a la
compasión del hijo de David, de quien se predijo, que, cuando venga a
salvarnos, a los ojos de los ciegos deben ser abiertos, (Isa. 35:5).
Algunos se extrañan de que, después de llamar a Jesús “el
Nazareno” el ciego Bartimeo utilice el denominativo hijo de David a Jesús.
Otros autores, para dar una explicación a este tema, avanzan la hipótesis de
que Jesús hubiera actuado previamente en este territorio, pero, probablemente
habría que preferir otra explicación: sería la que proviene de la presencia,
junto a la expresión "hijo de David "de la denominación de
"rabbouni ". Jesús fue llamado “Señor, Hijo de David” varias veces por
gente que, por fe, estaba buscando misericordia o sanidad. La mujer cuya hija
estaba siendo atormentada por un demonio (Mateo 15:22), los dos hombres ciegos
de junto al camino (Mateo 20:30), y Bartimeo el ciego (Marcos 10:47), todos
clamaban al Hijo de David en busca de ayuda. Los títulos de honor que le daban
a Jesús, declaraban su fe en Él. Al llamarle “Señor” expresaban el sentido de
Su deidad, dominio y poder, y al llamarlo “Hijo de David”, ellos estaban
declarando que Él era el Mesías.
David, en Mc
2,23-26 también es considerado "maestro" y eso permite avanzar la
hipótesis de que con la triple denominación de "el Nazareno",
"hijo de David, Jesús" y "rabbouni". Marcos considera al
maestro profético de Galilea como poderoso por sus obras y por su enseñanza y a
la vez afirma que el descendiente esperado de David tenía que participar
también de estas atribuciones (cf. Mc 9,5). En este texto, la comparación entre
David y Jesús es tipológica y, indirectamente, contiene connotaciones
mesiánicas y cristológicas significativas, pues podemos observar que para el
autor, la autoridad de Jesús es comparable a la de David, pero es superior a la
de éste.Debido a las promesas mesiánicas de una futura restauración del reino
davídico en Jerusalén, es lógico esperar que cuando los paisanos y discípulos
de Jesús le vieron ingresar a Jerusalén (la ciudad de David, la sede de su
trono) empezaran a exclamar con razón: “¡Bendito
el reino de nuestro padre David que viene!¡Hosanna en las alturas! Y entró
Jesús en Jerusalén...! (Marcos 11:10,11).
Así, en tanto que figura mesiánico-profética, Jesús es
llamado por Bartimeo "hijo de David", expresión que conjuga el carácter específico
del mesianismo profético de Jesús con su realidad como "rey"
davídico, en el sentido que quedará precisado en Mc 12,35-37, justamente en el
episodio de la pasión. Es gracias a la correlación múltiple entre las
denominaciones y títulos con contenido mesiánico que Marcos configura su
cristología.Más tarde, Jesús confundió a los escribas y fariseos al pedirles
que explicaran el significado de este mismo título. ¿Por qué dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?.... David
mismo le llama “Señor.” ¿En qué sentido es, pues, su hijo?” (Marcos
12:35-37) Desde luego, los maestros de la lay no podían responder esta
pregunta. Por tanto Jesús exponía la inaptitud de los líderes judíos como
maestros, y su ignorancia de lo que el Antiguo Testamento enseñaba respecto a
la verdadera naturaleza del Mesías.
Nacho Padró
1 comentario:
Este episodio se compara en la actualidad con tantas circunstancia que viven muchas personas y, que claman al Señor su misericordia para buscar alivio a sus necesidades humanas y espirituales...el Señor acude en ayuda de Bartimeo y en su pueblo que hemos sido elegidos por su Hijo, Jesucristo. El enfocarnos en el texto de Bartimeo nos recuerda que debemos ser misericordioso.....
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