lunes, 23 de julio de 2012

Un comentario al artículo de D. Roure sobre Mc 12,35-37


En Marcos 12,35-36 vemos la enseñanza de los doctores de la Ley sobre el Mesías. La propaganda oficial tanto del gobierno como de los doctores de la Ley decía que el mesías vendría como Hijo de David. Era una manera de enseñar que el mesías sería un rey glorioso, fuerte y dominador. Así fue el grito de la gente el Domingo de Ramos:"¡Bendito el Reino que viene de nuestro padre David!" (Mc 11,10). Así también gritó el ciego de Jericó: "Jesús, hijo de David, ten piedad de mí!" (Mc 10,47). Por otro lado en Marcos 12,37 Jesús cuestiona la enseñanza de los doctores sobre el Mesías. Cita un salmo de David: “El Señor dijo a mi señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies!” (Sal 110,1) Y Jesús añade: “El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?» Esto significa que Jesús no concordaba mucho con esta idea de un mesías, Señor Glorioso, que vendría como rey poderoso para dominar e imponerse sobre todos los enemigos. Marcos añade que a la gente le gustó la crítica de Jesús. De hecho, la historia informa que los “pobres de Javé “(anawim) esperaban al mesías no como dominador, sino como siervo de Dios para la humanidad. Así tenemos un conflicto con las diversas formas de esperanza mesiánica. A lo largo de los siglos, la esperanza mesiánica fue creciendo, tomando diversas formas. Casi todos los grupos y los movimientos de la época de Jesús esperaban la llegada del Reino, pero cada uno a su manera: fariseos, escribas, esenios, zelotes, herodianos, saduceos, los profetas populares, los discípulos de Juan el Bautista, los pobres de Yavé.
¿Cómo puede ser Jesús el Señor de David pero al mismo tiempo, el hijo de David, más joven en edad pero superior jerárquico (Moule 1965:99)? Los maestros judíos a menudo hacían preguntas didácticas que funcionaban como "antinomia haggadica", en el que ambos lados de una cuestión eran correctos, pero su relación debía ser resuelta (Jeremías 1971:259). El Mesías, el "ungido" rey, era el hijo de la definición de David en diversos círculos de la que esperaban los judíos, pero el título de Señor lo describe más adecuadamente.
Los primeros cristianos a menudo han seguido el uso que Jesús hace del Salmo 110 (como en Hechos 2:34-35; Efesios 1:20, Hebreos 1:13;. Justin 1 Apol 45).Marcos anunció que "se atrevió a hacerle más preguntas", anteriormente en la narrativa (Mc 12:34, mi traducción), pero Mateo se reserva este "golpe" para el final de las controversias públicas de Jesús. Había silencio y vergüenza a sus adversarios. La capacidad de la sabiduría a un orador sabio para abrumar a los oyentes era un motivo común en las narraciones destinadas a glorificar a sus protagonistas (por ejemplo, 1 Esdras 4:41-42).
La comparación sinóptica de la escena revela interesantes variantes redaccionales o pre redaccionales pero queda claro que el estadio más antiguo de la tradición hace referencia a un episodio único, es decir, los tres sinópticos reportan una misma tradición. Entre las variantes que pueden ser citadas como más significativas, mencionamos las que hacen referencia al lugar donde se desarrolla el episodio, a la forma literaria que presenta y a las variantes textuales que contiene. Por un lado, Marcos localiza el episodio en el contexto de las últimas enseñanzas de Jesús en el Templo en Jerusalén, mientras que ni Mt 22,41 46 ni Lc 20,41 44 indican el lugar donde se desarrolla la escena, si bien cada uno de ellos da relieve a la actuación de Jesús en el templo en su última estancia en Jerusalén

Nacho Padró

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