Luego los parientes y deudos regresan sin mirar atrás. Se
les pide que no se lamenten y que se consuelen unos a otros con historias
sagradas. Después de la cremación, todos se lavan y cambian su vestimenta
porque el cuerpo del muerto es considerado impuro.
Para los parientes hay un período de contaminación en que deben abstenerse de realizar ceremonias sagradas, actividades sociales, ir al templo o adorar deidades. El origen de este periodo, no es solo por el luto, sino que se debe a la precaución por la enfermedad del difunto. Este periodo dura diez días para los brahmanas y kshatriyas, quince días para los vaishyas y un mes para los shudras. Esto se basa en las costumbres purificatorias que cada clase practica.
El último paso en las ceremonias funerarias son las ofrendas de pinda o “bola de arroz” que representa una parte del cuerpo en nombre del difunto. Estas ofrendas se realizan durante doce días después de la muerte, o una vez al mes durante doce meses, y tienen como fin promover el desarrollo del siguiente cuerpo del difunto, en el caso de que este haya quedado en un estado fantasmal. También se ofrece agua, aceites y perfumes, para realizar abluciones. Para finalizar se ofrece un banquete a los sacerdotes y parientes
Un año más tarde tiene
lugar la celebración de ofrenas en recuerdo. Los huesos conservados son
rociados con agua perfumada. El sraddha, que preside todos estos ritos de
ofrendas, completa la panoplia de los ritos funerarios porque transforma al
difunto en «padre» -pitr-, es decir, éste se convierte en un ancestro benévolo
un mes después.Para los parientes hay un período de contaminación en que deben abstenerse de realizar ceremonias sagradas, actividades sociales, ir al templo o adorar deidades. El origen de este periodo, no es solo por el luto, sino que se debe a la precaución por la enfermedad del difunto. Este periodo dura diez días para los brahmanas y kshatriyas, quince días para los vaishyas y un mes para los shudras. Esto se basa en las costumbres purificatorias que cada clase practica.
El último paso en las ceremonias funerarias son las ofrendas de pinda o “bola de arroz” que representa una parte del cuerpo en nombre del difunto. Estas ofrendas se realizan durante doce días después de la muerte, o una vez al mes durante doce meses, y tienen como fin promover el desarrollo del siguiente cuerpo del difunto, en el caso de que este haya quedado en un estado fantasmal. También se ofrece agua, aceites y perfumes, para realizar abluciones. Para finalizar se ofrece un banquete a los sacerdotes y parientes
Durante varios años, en los aniversarios de la muerte del difunto, se hace venir a unos brahmanes a los que se les ofrece comida. Y se ofrece igualmente a los miembros de la familia.
Nacho Padró
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