lunes, 23 de julio de 2012

El Salmo 110


La argumentación de Jesús se apoya en una cita del Sl 110,1, y deja entrever que este salmo era interpretado de manera mesiánica. Ha sido notada la importancia de que el Sl 110 cita en el v.4 la figura de Melquisedec: "El Señor no se desdice de lo que juró: «Eres sacerdote para siempre, como lo fue Melquisedec»" y varios autores han observado que el v.4 del Sl 110 puede ayudar a captar el ambiente en el que se produce la pregunta de Jesús en Mc 12,35-37.En este texto, el nombre de Melquisedec es un indicador del Mesías davídico, seguramente debido a la etimología del nombre, ya que el "rey de justicia” puede ser – y en la época es muy probable que lo fuera-- una denominación del "rey justo" con el que es llamado el Mesías davídico (SlSal 17,32; cf. Is 11,4; Jr 23,5; 33,15)
No puede haber ninguna duda de que este salmo espera a Cristo. Jesús mismo lo cita para demostrar que David sabía que su cumplimiento final vendría con Aquel que es mayor que él (Marcos 12:35-37 y paralelos). Incluso antes de la venida de Cristo, una interpretación profético-mesiánica del salmo era bien conocido entre los intérpretes judíos. Sin embargo, como todos los demás salmos reales, de Ps. 110 hace frente a la hora en que se compone primero. Es probable que se cantaba en el momento de la coronación del rey. La composición parece haber sido escrito después de que David derrotó a Jebús (Jerusalén), y celebra su victoria y la entronización de esa ciudad, explicando por qué él también hereda el real sacerdocio de Melquisedec.
Centrándose en dos oráculos divinos, el primero (v. 1) muestra la estrecha relación de subordinación, sino, que el rey humano lleva al rey divino. Los escritores del Nuevo Testamento citan este oráculo para demostrar después de la resurrección de Jesús la gloria y para que apunte a la lucha entre Dios y los poderes espirituales de maldad (Hechos 2:34, 35; 1 Corintios 15:25;.. Efesios 1:20; Colosenses 3:1;. Hebreos 1:13, 1 Pedro 3:22)..
El segundo oráculo nombrado el rey como sacerdote, sino como un tipo especial de sacerdote. A diferencia de la herencia sacerdocio de Aarón, este sacerdocio es descendiente de Melquisedec (Génesis 14:18-23), cuyos orígenes están relacionados con la misteriosa Jesucristo, el gran Sumo Sacerdote (Heb. 5:6; 7:17; 8: 1; 10:12-14).
La esperanza de una restauración del reino de David tras su extinción recorre los salmos exílicos y postexílicos 89 y 132, que hacen suya la interpretación deuteronomística de la profecía de Natán de 2 Samuel 7 (No faltará nunca un rey de la semilla de David). Los hermeneutas discuten si la complementación postexílica del Salmo 2,10ss (“ Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra. 11 Servid a Yahvé con temor, y alegraos con temblor. 12 Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían”) se refiere al reino de Dios del final de los tiempos o a la sumisión al hijo de Dios, es decir el rey actual. Es seguro de cualquier modo que en la época del judaísmo temprano (en torno a los siglos II y I a.C.) y en la del Nuevo Testamento David fue visto y considerado como profeta, y el salterio, con sus plegarias que tienen como centro el rey, contiene el anuncio de un mesías para el fin de los tiempos unido a la figura de David. A este David se le promete en el mundo del Nuevo Testamento que recibe los salmos como Escritura sagrada que tendrá un sucesor que será el Señor, el kýrios en griego, como Yahvé (Mc 12,36s). 

Nacho Padró

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