¿Dónde pondré mis pies estremecidos
buscadores de alturas y secretos?
¿Dónde están los senderos que, aunque ocultos,
puedan llevarme, Madre, a tu misterio?
Los senderos están en la Montaña;
los abrió Dios un día, de mañana,
a través de colinas y hondonadas
y a fuerza de presencia y de Palabra.
Son senderos estrechos, pero ciertos,
y todos tienen nombres "a lo eterno":
respuesta, entrega, fe, cruz y pobreza,
virginidad, amor paz y obediencia.
Los buscaré, perdiéndome en las sombras,
los soñaré, hiriéndome en las zarzas,
los llamaré subiéndome en las rocas
hasta encontrarlos al perfil del alba.
Los seguiré ascendiendo cara al viento
guiado por la luz del que me llama.
Descubriré, María, tus misterios
cuando llegue a tu cumbre inmaculada.
También la vocación tiene senderos
hechos de amor, de "sis" y de misterios.
Madre de la respuesta en el silencio
ven Tú conmigo y marcharé sin miedo.
Padre Angel Esteban González
Hay muchos senderos en la montaña. Hay muchos rutas para subir a una cumbre. Lo importante es escoger una... la mejor y más apropiada para cada uno.
Hay muchas maneras de llegar a Dios, y para amar de verdad a los demás. Lo importante es escoger una, la mejor para cada uno. Y una de las mejores maneras es seguir la propia VOCACIÓN.
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