Otro clásico de las navidades es si realmente existió una brillante estrella de repentina aparición que guió a tres sabios "magos" de Oriente hacia el portal donde un niño acababa de nacer. La única referencia a este supuesto fenómeno astronómico la encontramos en algún que otro versículo de la Biblia. Teniendo esto en cuenta, ¿podría la ciencia explicar este suceso celestial?
"Si nos ceñimos a la explicación que aparece en el evangelio de Mateo, no, porque se dice que 'la estrella se movió ante los Reyes Magos, hasta que se colocó sobre el lugar en el que se encontraba el niño'. No hay ningún objeto conocido que pueda comportarse así, y por tanto, al menos con la descripción literal, no habría nada que se pudiese hacer", explica a Maldita Ciencia Álex Riveiro, experto en astronomía y divulgador científico.
"Pero Mateo no vivió la Natividad en primera persona, así que es posible que simplemente se tomase una licencia artística. En ese caso, hay algún fenómeno que podría encajar, pero ninguno de forma perfecta", puntualiza.
Para investigar sobre los posibles fenómenos astronómicos con los que esta estrella tan especial podría corresponderse, la ciencia echa mano de distintas técnicas. "Tenemos dos herramientas que nos pueden ayudar", explica en este vídeo Javier Santaolalla, ingeniero, doctor en Física de partículas y divulgador. "Una son los escritos de la época y, la segunda, el software de reconstrucción", indica.
El físico continúa explicando que, dado que los astros siguen las leyes de Newton, podemos dar marcha atrás con mucha precisión y colocar el cielo tal y como estaba en el momento en el que más interesante se habría puesto el panorama en el portal de Belén (o, al menos, en el intervalo en el que las investigaciones sugieren que podría haber nacido Jesús, entre los años 7 y 4 a.C.).
En un primer momento, se pensó que podría haber sido una estrella fugaz, pero su duración en el firmamento fue demasiado breve. Además, estas eran algo con lo que cualquier persona que observase el firmamento en aquella época estaría plenamente familiarizada. "Los tres Reyes Magos, que además eran astrólogos, no le habrían dado un significado especial. Por lo menos no como para lanzarse a vagar por el desierto (¿por qué esa estrella fugaz y no otra?)", plantea Riveiro.
Para proponer candidatos válidos que pudiesen demostrar la existencia del fenómeno, según Santaolalla, necesitamos hechos extraordinarios, sucesos que pudieran haber roto la armonía celeste de ese momento, como cometas o supernovas. "Hay algunos que podrían encajar, pero solo parcialmente", afirma Riveiro.
Al rebobinar en el tiempo, no se han encontrado ejemplos de cometas o supernovas durante las fechas indicadas. "Estas posibilidades se han descartado porque las crónicas contemporáneas chinas y coreanas no mencionan eventos tan singulares en la época adecuada, cuando son prolijas en la descripción de este tipo de eventos", explica a Maldita Ciencia Juan Antonio Belmonte, investigador del Instituto Astrofísico de Canarias.
La última opción, según Riveiro y Santaolalla, es que quizá se tratase de una conjunción de Júpiter, Saturno y Marte sobre la constelación de Piscis, entre los años 7 y 5 a.C. El punto a favor es que, para los astrólogos, estas tenían un importante significado y que, según algunas interpretaciones astrológicas, el Mesías aparecería en una conjunción de Júpiter y Saturno sobre Piscis.
"Además, fue un suceso de especial claridad en la región del Mediterráneo, y, por si fuera poco, sería visible mirando en dirección sur, justo la que va de Jerusalén a Belén, lo que podría marcar el camino de los Reyes Magos de Oriente", indica Santaolalla.
Aunque este podría ser el origen de la leyenda de la estrella de Belén, tenemos muy pocos datos para confirmarlo. Belmonte coincide: "Nadie, aparte de Mateo, menciona este evento y la forma en que lo describe (guía en el camino de ida, parada sobre el portal de Belén y guía a la vuelta), es físicamente inviable".
"No me atrevería a decir que estas explicaciones se consideren seriamente: no está claro que la estrella de Belén sucediese realmente", opina Riveiro. Si realmente fue así, añade, ninguno de los fenómenos encajaría con la descripción original. "Si entendemos que es una licencia artística, los registros astronómicos que han llegado hasta nuestro día no apuntan a ningún fenómeno obvio que pudiese encajar", resalta.
"En cualquier caso, sigue siendo la hipótesis más plausible", indica Santaolalla. Si quieres saber más sobre esta y otras teorías acerca de la estrella de Belén, puedes echar un vistazo a este artículo de Snopes.
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