cerca de la localidad alicantina de Elda se encuentra el yacimiento arqueológico de El Monastil. Allí se encontraron los restos de un edificio ha suscitado la curiosidad de los investigadores desde hace más de 25 años. Ahora, gracias a unos pequeños objetos circulares de plomo de hecho, acaban de resolver el enigma de su construcción. Los restos arquitectónicos de El Monastil han sido siempre difíciles de identificar, y durante los 25 años que ha durado la investigación, los resultados nunca fueron concluyentes. Hasta ahora. Así, en este yacimiento ibero, romano y visigodo se ha localizado la primera basílica bizantina de la península ibérica.
EL PLOMO DELATOR
Los objetos de plomo descubiertos en El Monastil son pesos con inscripciones en griego, unos objetos que se usaban en las transacciones económicas. Justiniano estableció en el siglo VI la obligación de que las principales iglesias de cada ciudad guardasen pesos de plomo del Estado. Los comerciantes debían demostrar que los pesos que ellos usaban se correspondían con los oficiales. Según Antonio Manuel Poveda, profesor de Historia Antigua y director del Museo Arqueológico de Elda, las iglesias "funcionaban como garantes de que no se engañaba a los compradores de metales preciosos y que las monedas se correspondían con su valor real. Si las operaciones eran fraudulentas, el ingreso por impuestos era menor". Estos pesos indican que la iglesia bizantina de El Monastil tuvo, casi con seguridad, una función fiscal.
Justiniano estableció en el siglo VI la obligación de que las principales iglesias de cada ciudad guardasen pesos de plomo del Estado. Los comerciantes debían demostrar que los pesos que ellos usaban se correspondían con los oficiales.
En la década de 1980, el arqueólogo Enrique Llobregat sí confirmó la existencia en El Monastil de un "monasterio cristiano", sin poder concretar más, pero no ha sido hasta las últimas excavaciones, dirigidas por Antonio Manuel Poveda, cuando los hallazgos en el yacimiento han proporcionado pistas definitivas sobre la misteriosa construcción. Por ejemplo, se ha descubierto una gran base octogonal de columna, típicamente bizantina y única en España, y una caja cilíndrica de marfil para guardar las obleas de la Eucaristía, decorada con una escena mitológica. Otros elementos localizados durante los trabajos han sido varios objetos metálicos usados en la liturgia bizantina –una cucharilla (cochlea) y un pequeño cuchillo (lancia)–. De hecho, estos objetos constituyen, según Poveda, "el único conjunto hispano identificado hasta la fecha como perteneciente al ritual cristiano bizantino en España".
En El Monastil se han descubierto, entre otros elementos, una gran base octogonal de columna, típicamente bizantina y única en España, y una caja cilíndrica de marfil para guardar las obleas de la Eucaristía, decorada con una escena mitológica.
Las excavaciones también han exhumado restos de cerámicas norteafricanas, orientales y locales, datadas en la segunda mitad del siglo VI. La cronología de todos estos elementos se corresponde con una necrópolis descubierta a doscientos metros, en 1991, en la que se localizaron diez tumbas. El ocupante de una de ellas portaba un anillo con una cruz griega. Pero ha sido el hallazgo de los pesos lo que confirma sin lugar a dudas que el edificio del El Monastil fue una iglesia bizantina.
MISTERIO RESUELTO
Pero ¿qué hacía una iglesia bizantina en esta población alicantina? El Monastil es un yacimiento de origen ibero que se remonta al siglo V a.C. Las casas de la población contestana que habitó en el lugar se extendían a lo largo de la ladera sur y la cima de la colina donde se construyó el poblado. Sus habitantes vivían del comercio con otros asentamientos locales y también con griegos, fenicios, cartagineses y romanos. En época romana, el lugar recibió el nombre de Elo, alcanzando su época de mayor esplendor durante el siglo I. Del siglo IV data un importante descubrimiento arqueológico: un sarcófago de mármol con simbología cristiana decorado con relieves que representan la historia de Jonás y la ballena. Posteriormente, los visigodos convirtieron Elo en una sede episcopal.
En época romana, el poblado ibérico de El Monastil recibió el nombre de Elo, alcanzando su época de mayor esplendor durante el siglo I. Posteriormente, los visigodos convirtieron Elo en una sede episcopal.
En 552 se desató una guerra civil entre el rey rey visigodo Agila y el noble Atanagildo. Los bizantinos se hallaban en plena expansión por el Mediterráneo y decidieron invadir la península ibérica y el norte de África. Con la ayuda de Atanagildo ocuparon desde el sur de Portugal hasta Valencia, estableciendo su capital en Cartagena. No muy lejos, a unos cien kilómetros, se hallaba la población tardorromana de Elo (El Monastil), y allí los bizantinos cavaron una necrópolis y levantaron la basílica, que, por fin, ha desvelado sus secretos.
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