Una de las pinturas más conocidas de Leonardo da Vinci es el Salvator Mundi, una obra que nos muestra a Jesucristo sosteniendo lo que parece ser una esfera de cristal. Sin embargo, en la pintura no hay signos de refracción o reflejo del orbe. Un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell habrían descifrado el misterio.
La pintura muestra una esfera que se asienta sobre la palma de Jesús, permitiendo al espectador ver claramente a través de ella, pero las túnicas detrás de la esfera no están magnificadas ni distorsionadas y parece que no hay otra fuente de luz que se refleje en ella.
Durante años los expertos no acertaban a descifrar qué había llevado al genio de da Vinci a ello, ya que se descartaba que el artista hubiera cometido un error tan simple en una de sus obras maestras.
La solución ha aparecido después de que el equipo de investigadores utilizó un renderizado 3D avanzado. De esta forma han demostrado que da Vinci efectivamente no cometió un error, sino que la esfera es un orbe hueco. Según han publicado los expertos:
Ha surgido un debate en la literatura científica sobre si el orbe representado en Salvator Mundi atribuida a Leonardo da Vinci se hizo de manera ópticamente fiel o no. Algunas hipótesis decían que era cristal sólido, mientras que otras decían que era hueco, con explicaciones por su aparente falta de distorsión de fondo y sus tres puntos blancos.Nuestros experimentos muestran que una representación ópticamente precisa que coincide cualitativamente con la de la pintura es realmente posible utilizando materiales, fuentes de luz y conocimientos científicos disponibles para Leonardo da Vinci alrededor del año 1500. Este análisis indica que Leonardo entendió estas propiedades ópticas de las esferas huecas y cómo evitar distraer las distorsiones ópticas del renderizado de los pliegues de la túnica del sujeto.
Salvator Mundi se registró por primera vez durante el reinado del rey Carlos I (1600-1649). Luego desapareció de 1763 a 1900, cuando la cara de la figura se pintó en exceso con una barba y bigote. En 1958 se vendió en una venta de Sotheby’s, y desapareció nuevamente hasta 2005, cuando la adquirió una casa de subastas de Estados Unidos para finalmente confirmarse como obra genuina del artista. [arXiv vía ScienceAlert]
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