lunes, 28 de febrero de 2022

Causas y Consecuencias de las Cruzadas

 

Causas y consecuencias de la primera cruzada

La existencia de hasta 9 cruzadas hace que sea imposible hablar sobre unas causas y consecuencias totales para todas ellas, por ello debemos hablar sobre las causas y consecuencias de las cruzadas más importantes.

La primera cruzada tuvo lugar entre 1096 y 1099 en Oriente Próximo y sentó un precedente que causó siglos de luchas entre cristianos y musulmanes por diversas razones, siendo algunas de ellas conocidas como cruzadas.

La causa principal de la primera cruzada fue el Concilio de Clermont, donde el Papa Urbano II, quien había recibido la ayuda de los bizantinos enfrentados a los turcos musulmanes, pedía a la cristiandad la Guerra Santa para vencer al enemigo musulmán. El Sacro Imperio Germánico y el Reino de Francia se unieron a los bizantinos en la guerra santa para recuperar Jerusalén de las manos del Imperio selyúcida.

La otra gran causa de la primera cruzada fueron los intereses de los bizantinos y cristianosen recuperar la zona de Anatolia y el Levante mediterráneo de manos musulmanas, y especialmente recuperar un lugar tan importante para cualquier católico como eran Jerusalén.

Consecuencias de la primera cruzada

En cuanto a las consecuencias las principales que tuvo la primera cruzada fueron:

  • La separación del Imperio Selyúcida por las derrotas en la cruzada
  • El aumento del poder del Papa como centro del cristianismo
  • La recuperación por parte de Bizancio de algunas regiones del antiguo Imperio Romano
  • La recuperación del comercio internacional
  • La formación de los Estados Latinos de Oriente, entre los que encontramos Antioquía, Trípoli y Jerusalén.

Causas y consecuencias de la segunda cruzada

La segunda cruzada tuvo lugar al mismo tiempo en Oriente Próximo, la Península Ibérica y Egipto entre los años 1144 y 1148 y, al contrario que la primera, fue una gran victoria de las tropas musulmanas. Aun con su realización en tres frentes, la realidad es que el punto más importante fue en la zona Oriental.

La principal causa del principio de la cruzada fue la toma musulmana por parte de Edesa, siendo la primera zona que habían tomado los cristianos en la primera cruzada. Convocada por el papa Eugenio III, contó con mayor ayuda que la primera cruzada, pero los líderes siguen siendo los franceses, germanos y bizantinos.

Por otro lado, otros cruzados como los ingleses o flamencos ayudaron a liberar ciudades del dominio musulmán en la Península Ibérica.

Consecuencias de la segunda cruzada

La victoria musulmana en Oriente y cristiana en la Península tuvo una serie de consecuenciasclave:

  • Se conquistaron zonas hispánicas como Lisboa, Tarragona y Almería.
  • Jerusalén y otras regiones fueron derrotadas y pasaron a manos musulmanas.
  • Cayeron los Almorávides y el poder pasó a los almohades.
  • Se mejoraron las relaciones entre Bizancio y los turcos, causando una gran tensión en los pueblos cristianos y los bizantinos.

Causas y consecuencias de la tercera cruzada

La tercera cruzada es conocida como la Cruzada de los Reyes y, para muchos, es la más importante de todas las cruzadas, teniendo lugar entre los años 1187 y 1191. El enfrentamiento protagonista en la tercera cruzada fue el que tuvo lugar entre el líder sarraceno Saladino y los reyes europeos que buscaban liberar la Tierra Santa, siendo algunos de ellos Ricardo I Corazón de León rey de Inglaterra y Felipe II de Francia.

Entre las principales causas encontramos la formación de un estado musulmán poderoso al conseguir Saladino unir a los egipcios y sirios en un solo bando, tomando numerosas regiones de la Tierra Santa. Esto provocó que los ingleses y franceses dejaran de lado sus diferencias y se unieran para recuperar Tierra Santa, bajo la petición del Papa y con la ayuda de los Templarios.

Consecuencias de la tercera cruzada

Tras años de lucha sin conseguir ninguno de los dos la victoria, se llegó a un acuerdo que beneficiaba en parte a los dos bandos. Las consecuencias de este pacto fueron que Jerusalén seguía bajo las manos musulmanas, pero los cristianos podían visitarla.

Por otra parte, los cruzados tomaron gran parte de las zonas del Levante, fijando un importante puesto en Chipre.

Causas y consecuencias de la cuarta cruzada

Para terminar esta lección sobre causas y consecuencias de las cruzadas, debemos hablar sobre las principales causas y consecuencias de la cuarta cruzada, siendo la última de las cruzadas importantes y por lo tanto la última de la que vale la pena entender las razones de su comienzo y los importantes resultados que trajeron.

Gran parte de la cristiandad no estaba feliz tras la tercera cruzada, ya que consideraban que la imposibilidad de tomar Jerusalén era un gran fracaso. Por ello, pocos años después tuvo lugar la cuarta cruzada, entre los años 1198 y 1204.

Aunque en un primer momento la idea de los cruzados era conquistar Jerusalén de manos musulmanas, su objetivo cambió al principio de la cruzada, virando sus ojos hacia la Constantinopla bizantina. Los bizantinos habían sido aliados de los cristianos al principio de las cruzadas, pero poco a poco habían cambiado sus pensamientos y ayudaban en numerosas ocasiones a los musulmanes causando grandes conflictos entre el Imperio Bizantino y el Sacro Imperio Germánico.

En este punto el rey de Francia, el emperador germánico y la República de Venecia iniciaron la cuarta cruzada para enfrentarse a Bizancio.

Consecuencias de la cuarta cruzada

La conquista de Constantinopla por parte de los cruzados trajeron grandes consecuencias para Europa, siendo la primera de ellas el fin del Imperio Romano de Oriente o Bizancio. 

De sus restos se formó el conocido como Imperio Latino, siendo parte para Venecia y otras zonas para el resto de los cruzados. Algunos restos se mantuvieron lejos de las manos cruzadas, como Epiro o Nicea.

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Referencias
  1. Zaborov, M. (1988). Historia de las cruzadas (Vol. 3). Ediciones Akal.
  2. Michaud, M. (1855). Historia de las cruzadas. Libreria espanõla.
  3. Riley-Smith, J. (2012). ¿ Qué fueron las cruzadas?. Acantilado.

La Quinta Cruzada

 Fue un conjunto de acciones militares provenientes de Europa Occidental para retomar Jerusalén y el resto de Tierra Santa derrotando en primer lugar al poderoso estado ayubí de Egipto. El papa Inocencio III y su sucesor, el papa Honorio III convocaron los ejércitos cruzados liderados por las enormes fuerzas militares del rey Andrés II de Hungría (1175-1235) y por los batallones del príncipe austríaco Leopoldo VI de Austria.

 Más tarde, en 1218, un ejército dirigido por el alemán Oliver de Colonia, y un ejército mixto de soldados holandeses, flamencos y frisios dirigidos por Guillermo I de Holanda se unieron a la cruzada.

 En abril de 1213, el papa Inocencio III publicó la bula papal Quia maior llamando a toda la cristiandad a unirse a una nueva cruzada. Esta fue seguida por otra bula, la Ad Liberandam en 1215.

 En 1215 el papa Inocencio III convocó el IV Concilio de Letrán, donde, junto con el patriarca latino de Jerusalén, Raúl de Merencourt, habló sobre la recuperación de la Tierra Santa, entre los cometidos de la Iglesia. Cada cruzado recibiría una indulgencia, incluyendo aquellos que simplemente ayudasen a pagar los gastos de un cruzado, aunque ellos mismos no fueran a la cruzada.

El Rey Andrés II De Hungría

 Oliver de Colonia había predicado la cruzada en Alemania y el emperador Federico II intentó unirse en 1215.

 Federico II era el último monarca al que Inocencio quería ver unirse, ya que había desafiado al Papado (y lo haría de nuevo en los siguientes años). Inocencio, sin embargo, murió en 1216.

 Le sucedió el papa Honorio III, quien prohibió a Federico II participar, pero que encomendó la organización de los ejércitos cruzados al rey Andrés II de Hungría y al duque Leopoldo VI de Austria.

 Se sabe que Andrés II también llevó muchos artículos y joyas de gran valor que vendió para cubrir los gastos cruzados, como por ejemplo la corona de la primera reina consorte húngara Gisela de Baviera .

 La cantidad de soldados que se lograron reunir en las huestes húngaras es aún un tema debatido, pero se estima que rondaba cerca de los treinta y dos mil hombres (veinte mil caballeros y doce mil soldados),

 El rey húngaro había coordinado la empresa con el duque Leopoldo VI de Austria, y esperaba ensamblar una fuerza combinada con los dos ejércitos como jamás se había visto. Los primeros ejércitos cruzados occidentales partieron desde el puerto de la ciudad de Vlaardingen el 27 de mayo de 1217 en trescientos barcos hacia Oriente.

 Los ejércitos cruzados se dirigieron al sur hacia la cadena montañosa junto a Acre y fijaron un campamento en las afueras de Riccardana, pues las primeras expediciones partieron en busca de provisiones para mantener el enorme ejército.

 En 1218 llegó un nuevo ejército al mando de Oliver de Colonia, que junto con Leopoldo VI y Juan de Brienne, decidieron atacar finalmente el puerto egipcio de Damieta. Se logró tomar la plaza en 1219. Acto seguido, comenzaron las disputas entre los cristianos por el control de la ciudad. Estas disputas retrasaron la continuación de la campaña hasta el año 1221 Para entonces, el nuevo Sultán al-Kamil había reorganizado sus fuerzas, lo que, unido a las inundaciones del río Nilo que diezmaron al ejército cruzado en su marcha hacia el sur, acabó con la definitiva derrota cristiana y su posterior rendición.

 Los resultados de esta rendición supusieron la vuelta de Damieta a manos de Al-Kamil, quien aceptó un acuerdo de paz de ocho años de duración. Fue por tanto una cruzada inútil, que apenas alteró el equilibrio de poder entre cristianos y musulmanes.

Séptima Cruzada (1248 - 1254)

 



Liderada por Luis IX de Francia, la Séptima Cruzada fue la máxima expedición que hubo en la Edad Media y en la guerra santa que se libraba en Europa. Sin embargo, aunque fue el Estado más poderoso de Europa en esos tiempo, la batalla no estuvo exenta de dificultades. Los árabes no dieron tregua, y el sitio fue muy difícil de lograr. La Séptima Cruzada nos habla de la decadencia del sistema beligerante cristiano contra los musulmanes. 



La Séptima Cruzada



Contexto

En el año 1244, los jorezmitas fueron desplazados por los mongoles, tomaron Jerusalén para unirse con los mamelucos de Egipto. Esto implicó que nuevamente Jerusalén fuera tomada por los musulmanes, pero esto ya no sorprendía a los cristianos quienes veían que la ciudad era tomada y recuperada una y otra vez. Además, ya no había ánimos para otra cruzada porque Europa tenía otros problemas internos que atender. 

El Papa Inocencio IV y Federico II continuaban su lucha por el poder. Sin embargo, Inocencio IV lo desposeía cada vez que tenía oportunidad por lo que el Sacro Imperio Romano no tenía las fuerzas para enfrentar una cruzada. En Inglaterra tampoco había interés, pues Enrique III tenía una lucha con Simón de Montfort.

El único que estaba interesado en una verdadera cruzada era Luis IX de Francia. 

La Cruzada

Francia era el Estado más fuerte y vigoroso que tenía Europa en ese entonces, sobre todo después de la cruzada albigense donde tomaron el control absoluto del territorio. Su ejercito contaba con 15.000 hombres que incluían 3000 caballeros y 5000 arqueros que navegaban en 36 botes desde Aigues Mortes y Marsella. Todo esto preparado en el año 1248 listos para zarpar. Esta cruzada fue tan costosa como las anteriores.

Sin embargo, el objetivo de Luis IX no era Jerusalén propiamente, sino más bien Egipto. Luis IX llegó a Damietta, en el Nilo en el año 1249. Este tenía la idea de que apoderarse de Egipto sería conveniente, ya que en el territorio había trigo y cereal con el que podría mantener alimentados a los soldados, además de ser un lugar estratégico para el ataque.

Finalmente logró someter a Damietta, aunque en realidad los egipcios no opusieron resistencia muy seria. Luego, Luis IX se aproximaría al Cairo, mientras que Roberto I de Artois y Guillermo Longespee atacarían los campos egipcios en Mansura. No obstante, los tres cruzados fueron derrotados en sus propias batallas. Roberto y Guillermo en Mansura y Luis IX por los mamelucos en el Cairo. Luis IX es capturado por los mamelucos, pero después de algunas negociaciones estos lo dejan libre. 

Luis IX regresó a Damietta, pero su armada fue derrotada en la batalla de Farik Sur donde tiempo después sufrió de disentería y tuvo que ser ayudado por un doctor árabe quien lo curó. En ese mismo año Luis IX deja Egipto para lograr su nuevo objetivo: Acre. 

Luego de la cruzada

Luis hizo una alianza con los mamelucos quienes eran rivales del sultán de Damasco. Luis además era el rey de factode Chipre; sin embargo, en 1254 quedó sin riquezas y su presencia en Francia era requerida porque su madre Blanca de Castilla había muerto. 

Conclusión

Esta fue otra cruzada fracasada de parte de Luis IX y otra derrota para el cristianismo frente al islam. Sin embargo, años después Luis IX no se daría por vencido e intentaría una vez más ganar el territorio de Jerusalén, en otra cruzada. Pareciera ser que poco a poco la idea de la cruzada va perdiendo validez. 

Las cruzadas, en dos minutos

 ¿Qué razones impulsaron a los cruzados a combatir? Hasta el siglo XIX la respuesta parecía clara: una religiosidad ferviente. Movidos por su fe, los caballeros europeos pretendían recuperar para la cristiandad los lugares en los que vivió Jesús. Los historiadores posteriores, sin embargo, añadieron otro tipo de causas.

El factor económico

La repúblicas del norte de Italia participaron en las cruzadas para defender sus intereses mercantiles. Venecia, Pisa y Génova controlaban las rutas comerciales por las que llegaban a Europa los productos de lujo orientales, cada vez más solicitados por una población urbana en auge.

Al servicio de Roma

La Iglesia impulsó las expediciones a Tierra Santa para consolidar su autoridad política sobre los reinos cristianos, amenazada por las rivalidades con el Imperio germánico. Además, los papas querían recuperar el control sobre la Iglesia ortodoxa bizantina, separada del catolicismo romano desde el cisma (por cuestiones de dogma) de 1054.

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El Mediterráneo y Europa en la primera cruzada.

 TERCEROS

Válvula de escape

Los hijos de nobles que no recibían herencia (solo la adquiría el primogénito) se dedicaron a combatir en Tierra Santa. Así, se ganaban la vida y canalizaban su ímpetu guerrero. Las clases humildes también vieron en las cruzadas un medio para mejorar su nivel económico. Preferían probar suerte en tierras lejanas y desconocidas a llevar una vida mísera en los campos de Europa. 

¿Defender a los oprimidos?

Para el espíritu caballeresco de la época, las cruzadas constituían una oportunidad de defender a los cristianos orientales del islam. El entusiasmo colectivo fue tal que los caballeros vendían parte de sus pertenencias para adquirir un equipo militar y costearse la expedición.

Este triunfo permitió abrir las rutas comerciales por las que llegaban a Europa las especias, la seda y otros productos de lujo orientales. 

Éxito inicial

En 1099, los cruzados tomaron Jerusalén tras un ataque cruento. Este triunfo permitió abrir el camino tradicional de los peregrinos hacia Tierra Santa, así como las rutas comerciales por las que llegaban a Europa las especias, la seda y otros productos de lujo orientales.

Equilibrio inestable

El dominio occidental sobre Palestina resultó muy precario. Los territorios cristianos se fragmentaron en pequeños reinos o condados. Su pervivencia durante dos siglos se explica por la ayuda militar que recibían con cada nueva cruzada, el respaldo de órdenes militares y, sobre todo, la desunión crónica de los musulmanes.

Repercusiones 

Las cruzadas afectaron de forma muy distinta a europeos y musulmanes. Para los primeros, su expulsión de Oriente Próximo en 1291 constituyó un revés transitorio en el camino hacia la hegemonía mundial. El mundo islámico, en cambio, inició un proceso de decadencia cultural a pesar de su victoria sobre los cruzados.

Desde el punto de vista occidental, las ocho expediciones a Tierra Santa tuvieron consecuencias trascendentales para la historia europea. En el terreno político, consolidaron la autoridad del papado sobre el conjunto de la cristiandad. Desde un punto de vista económico, las guerras favorecieron los intercambios comerciales y el auge de las ciudades mercantiles, como Venecia o Marsella. Este hecho propició el ascenso de la burguesía. En términos culturales, los cruzados entraron en contacto con la herencia de la Antigüedad clásica conservada por bizantinos y árabes.

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Sitio de Jerusalén del año 1099.

 TERCEROS

Otra es la visión del islam. Durante siglos, los europeos tuvieron un único punto de vista sobre las cruzadas, el de los guerreros cristianos. En las crónicas musulmanas encontramos denuncias de la crueldad de los cruzados, pero también elogios al valor de los europeos. Las cruzadas, vistas como un acto de imperialismo, empujaron al islam a cerrarse en banda a las innovaciones extranjeras.

Hagamos un breve recorrido por las ocho cruzadas (algunos expertos dividen la última en dos y hablan de nueve cruzadas):

Primera cruzada (1096-1099). Promovida por el papa Urbano II, reconquistó Jerusalén en 1099 y estableció el reino del mismo nombre, con Godofredo de Bouillon como primer soberano.

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Captura de Jerusalén durante la primera cruzada.

 TERCEROS

Segunda cruzada (1147-1149). Luis VII de Francia y Conrado III de Alemania participaron en esta campaña, pero se tomaron la expedición como si se tratara de un torneo medievalEl resultado fue desastroso.

Tercera cruzada (1189-1192). Enviada para socorrer a los estados cristianos tras la derrota de Hattin y la caída de Jerusalén en manos de Saladino, logró bastantes éxitos, pero no reconquistó la ciudad. 

Cuarta cruzada (1202-1204). Debía dirigirse hacia Egipto, donde reinaba la dinastía de los ayyubíes, para desde allí liberar Tierra Santa. Sin embargo, la expedición se desvió y conquistó Constantinopla.

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Un grupo de caballeros franceses de la quinta cruzada llegan, en 1249, al fuerte de Damieta,

 TERCEROS

Quinta cruzada (1217-1221). Como en la cuarta campaña, los cruzados atacaron Egipto. Lograron conquistar Damietta, pero, sin objetivos militares claros, finalmente fueron aplastados en Al-Mansurah.

Sexta cruzada (1228-1229). El emperador alemán Federico II partió hacia Palestina para cumplir su promesa de luchar por Tierra Santa. Consiguió la cesión de Jerusalén por medios diplomáticos. 

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La pérdida de Acre en el año 1291.

 TERCEROS

Séptima cruzada (1248-1250). Tras un éxito inicial (toma de Damietta), Luis IX de Francia fue derrotado en Al-Mansurah. Hecho prisionero, tuvo que ceder Damietta para recuperar la libertad.

Octava cruzada (1270). Tras la conquista musulmana de varios territorios, Luis IX intentó sitiar Túnez. El asedio resultó un fracaso y el monarca murió ante los muros de la ciudad, víctima de la peste. Algunos autores hablan de una novena cruzada a continuación de esta misma en el momento en que Eduardo de Inglaterra se unió a Luis IX y tras la muerte de este continuó hasta Acre.

Las cruzadas

 

¿Qué fueron las cruzadas?

Las cruzadas fueron campañas militares y religiosas impulsadas por el Papado para recuperar Tierra Santa, que había caído en poder de los musulmanes. Fueron 9 expediciones y tuvieron lugar entre 1096 y 1291. Las más importantes fueron la primera, la tercera y la sexta, ya que permitieron la recuperación temporal de la ciudad de Jerusalén y el establecimiento de varios reinos cristianos en el Cercano Oriente. Todas las demás terminaron en estrepitosos fracasos.

Su nombre proviene de la cruz roja que se cosía en la ropa de quienes participaban en las cruzadas, a los que se llamaba cruzados. Podían ser laicos, religiosos o miembros de órdenes religioso-militares, como la del Santo Sepulcro de Jerusalén, la del Temple y la de los Hospitalarios de San Juan, entre otras.

El Papado también llamó cruzadas a otras campañas militares y religiosas llevadas a cabo durante la Edad Media, por ejemplo, las que se realizaron en la península ibérica, en Europa Oriental y en el sur de Francia contra los cátaros. Este artículo se refiere exclusivamente a las cruzadas a Tierra Santa.

¿Cuántas fueron las cruzadas?

En total, las cruzadas fueron 9 campañas militares y religiosas, aunque algunos autores consideran a la novena como parte de la octava. A continuación, se detallan sus fechas y resultados:

NúmeroFechaResultado
Primera1096 – 1099Victoria cristiana
Segunda1147 – 1149Victoria musulmana
Tercera1189 – 1192Victoria musulmana
Cuarta1201 – 1204Conquista de Constantinopla
Quinta1218 – 1221Victoria musulmana
Sexta1228 – 1229Victoria cristiana
Séptima1248 – 1254Victoria musulmana
Octava1270Derrota cristiana por epidemia
Novena1271 – 1272Victoria musulmana

Luego del fin de la novena cruzada, la iglesia cristiana intentó organizar, sin éxito, nuevas campañas militares. La caída de la ciudad de Acre, en 1291, marcó el fin de la presencia de los cruzados en el Cercano Oriente.

Representación de las cruzadas

Representación de la toma de la ciudad de Jerusalén por parte de los cruzados, en 1099.

Características de las cruzadas

Las principales características de las cruzadas fueron las siguientes:

  • Fueron impulsadas por el Papado y apoyadas por los principales reinos cristianos de Europa, entre ellos Francia e Inglaterra.
  • Se organizaron un total de 9 campañas, que tuvieron lugar entre fines del siglo XI y fines del siglo XIII.
  • Tuvieron como escenario geográfico las costas del Mediterráneo Oriental.
  • Sus motivaciones principales fueron el fervor religioso y los intereses expansionistas de la nobleza feudal europea, que buscaba hacerse de tierras, esclavos y riquezas.
  • Significaron persecuciones y muertes de musulmanes, judíos y cristianos ortodoxos.
  • El Papado concedió la indulgencia de los pecados a todos aquellos que participaban de las cruzadas.

Origen de las cruzadas

El origen de las cruzadas se remonta a finales del siglo XI, cuando el papa Urbano II convocó al Concilio de Piacenza (1095), en el que recibió al embajador del Imperio bizantino. Éste solicitó ayuda para frenar el avance de los turcos selyúcidas, que habían ocupado casi toda Anatolia y se mostraban intolerantes con los cristianos. Ante estas noticias, Urbano II convocó al Concilio de Clermont(1095), en el que convocó a la primera cruzada.

El objetivo proclamado por el Papado era recuperar el Santo Sepulcro de Jesucristo, que había caído en manos de los turcos. Como Jerusalén y sus alrededores son de carácter sagrado tanto para cristianos como para musulmanes, los creyentes de ambas religiones se enfrentaron con gran fervor para proteger sus ideales, su fe y sus lugares santos.

Aunque las cruzadas tuvieron una motivación religiosa, también fueron importantes otros factores, como las ambiciones de los nobles feudales europeos, que deseaban conquistar nuevos territorios, y las aspiraciones de los comerciantes italianos, que querían ampliar sus redes mercantiles.

Causas y consecuencias de las cruzadas

Causas

Entre las principales causas de las cruzadas se pueden destacar:

  • El deseo de los cristianos de recuperar Jerusalén, la cual había caído en manos de los musulmanes.
  • La preocupación de la iglesia católica por la expansión del Islam.
  • La búsqueda de la fama, riquezas y tierras que prometían las cruzadas. Este fue el motivo por cual tuvieron mucha convocatoria entre reyes, príncipes y nobles europeos de la época.
  • Las ambiciones de los comerciantes, en especial de genoveses y venecianos, que deseaban expandir el comercio y establecer intercambios mercantiles entre Oriente y Occidente.

Consecuencias

Las principales consecuencias de las cruzadas fueron las siguientes:

  • Se reforzó el liderazgo del Papa sobre los cristianos de Europa Occidental y la expansión del cristianismo hacia Oriente.
  • El agravamiento del conflicto entre Roma y la Iglesia ortodoxa, debido a la ocupación de Constantinopla por los cruzados en 1204.
  • El enriquecimiento de la cultura occidental debido a la influencia del arte y la ciencia de árabes y bizantinos.
  • La apertura de rutas comerciales entre Oriente y Occidente.
  • El fortalecimiento de la naciente burguesía como consecuencia de las ganancias proporcionadas por el aprovisionamiento y el transporte de los ejércitos y el incremento de tráfico con Oriente.
  • El debilitamiento del sistema feudal, que paulatinamente comenzó a ser reemplazado por el capitalismo comercial.
  • La muerte de gran cantidad de personas, especialmente mujeres, niños y ancianos durante las tomas de ciudades y los ataques a caravanas y peregrinos.
imagen El sitio de Tiro por los cruzados y la flota veneciana, en 1124.

El sitio de Tiro por los cruzados y la flota veneciana, en 1124.

Protagonistas de las cruzadas

Algunos de los principales protagonistas de las cruzadas fueron:

  • Urbano II (1042-1099): papa de la Iglesia católica entre 1088 y 1099. De origen francés, presidió el Concilio de Clermont y convocó a la primera cruzada.
  • Pedro de Amiens (1050-1115): clérigo de origen francés, también conocido como Pedro el Ermitaño. En 1096 organizó una cruzada integrada en su mayor parte por campesinos, que fue aniquilada por los turcos. Pedro sobrevivió y participó de la toma de Jerusalén.
  • Federico Barbarroja (1122-1190): emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, participó de la tercera cruzada. Luego de vencer dos veces a los musulmanes, se ahogó en Anatolia, al caer en el río Saleh portando una pesada armadura.
  • Saladino (1138-1193): sultán de Siria y Egipto, fundador de la dinastía ayubí. Venció a los cristianos en la batalla de Hattin (1187) y recuperó Jerusalén para los musulmanes.
  • Ricardo Corazón de León (1157-1199): rey de Inglaterra entre 1189 y 1199, participó de la tercera cruzada. En 1192, firmó con Saladino el Tratado de Ramla, por el que se estableció una tregua de tres años y el libre acceso de los cristianos a Jerusalén, que quedó en manos de los musulmanes.
  • Luis IX de Francia (1214-1270): rey de Francia, de la dinastía de los Capetos. Participó de la séptima cruzada, que lo llevó a Egipto, donde fue tomado prisionero y tuvo que pagar un rescate por su libertad. Organizó luego la octava cruzada, pero después de desembarcar en Túnez se desató una peste y murió víctima de la disentería y el escorbuto.
Bibliografía:
  • Flori, Jean. La guerra santa. La formación de la idea de cruzada en el Occidente cristiano. Madrid, Trotta. 2003.
  • Heers, Jacques. La primera cruzada. Santiago de Chile, Andrés Bello. 1997.
  • Runciman, Steven. Historia de las Cruzadas.  Madrid, Alianza. 2008.
  • Tyerman, Christopher. Las guerras de Dios. Barcelona, Crítica. 2007.

JERUSALÉN (Las Cruzadas) - Documentales

Templers, els monjos que feien la guerra

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Les croades cap a Jerusalem
El gran mestre templer Jacques de Molay
El gran mestre templer Jacques de Molay Javigaar

Tot va començar fa gairebé mil anys. En aquell temps, molts europeus volien viatjar a Terra Santa, a l’altra banda del Mediterrani. Allà hi ha els llocs on va viure Jesús, i la ciutat sagrada de Jerusalem. Però resulta que aquella zona la controlaven els musulmans, i els pelegrins cristians que hi anaven corrien molts perills! Aleshores, l’any 1095, el papa Urbà II va demanar als regnes d’Europa que enviessin soldats per conquerir aquelles terres. Molts cavallers van respondre la crida amb entusiasme. Així van començar les croades. N’heu sentit parlar, de les croades? Van ser unes campanyes militars que es van allargar gairebé dos-cents anys. Quant de temps, oi?

Els ordes de monjos guerrers
Els primers combats van ser un èxit i els croats van aconseguir conquerir Jerusalem. Però el nou regne cristià que hi van crear era dèbil, lluny d’Europa i envoltat d’enemics. Per això es van fundar tres ordes que eren alhora religioses i militars. Hi havia l’orde dels Germans Hospitalers, la dels Cavallers Teutons i l’orde del Temple.

Protectors dels pelegrins
Aquells monjos guerrers es cuidaven de protegir els pelegrins. Encara que el missatge de Jesús fos pacifista, aquells cristians pensaven que estava permès matar els musulmans, perquè creien que eren tots malvats. Però és que els musulmans pensaven que els bàrbars eren els cristians! Tenien un bon embolic, ja ho veieu.

2Com van néixer els templers?
Els templers a la càrrega!
Els templers a la càrrega! Javigaar

L’any 1120, nou cavallers francesos van fundar l’orde dels Pobres Cavallers de Crist i del Temple de Salomó. Es deien així pel lloc on tenien la seu. De seguida van viatjar a Europa per buscar ajuda de reis i nobles. El papa de Roma els va apadrinar directament, i van créixer de manera extraordinària. Les donacions de béns, terres i diners no paraven d’arribar, i es van fer molt poderosos. Els seus enemics islàmics van aprendre ben aviat a tenir-ne por!

A l’atac!
Els cavallers templers eren autèntiques forces de xoc. Avançaven en primera fila dels exèrcits cristians, tots ben junts sobre grans cavalls de guerra. Quan veien l’enemic, s’hi llançaven a sobre al galop, amb la llança preparada. Quina por! A més, tenien molta disciplina per combatre plegats i coneixien bé les tàctiques guerrilleres dels seus enemics, que eren arquers excel·lents.

Valents com els lleons
La creu dels templers era un símbol de la mort de Crist. Ells creien que, si queien en la lluita, anaven directes al cel. Us sona, això? No es rendien mai i el seu estendard, quan anaven al combat, era mig blanc i mig negre. El color blanc representava que en la pau eren tendres com anyells. En canvi, el negre significava que en la guerra eren com autèntics lleons!

3Guerrejar... i resar
Cerimònia d'ingrés a l'orde templera
Cerimònia d'ingrés a l'orde templera Javigaar

Els templers, abans que res eren guerrers, però també feien les tres promeses habituals dels monjos: renunciar als diners—vot de pobresa—, creure sempre els superiors —vot d’obediència— i no tenir relacions sexuals —vot de castedat. Per entrar al Temple com a cavaller, abans calia haver estat armat cavaller, i això només ho podien aconseguir els nobles.

Cavallers, sergents i frares dels oficis
Els que s’unien a l’orde eren sempre guerrers adults, perfectament entrenats en les arts de la guerra. Però només un de cada deu templers eren cavallers. La majoria eren sergents, que els servien. Alguns eren soldats, però també hi havia els frares dels oficis. Aquests s’encarregaven de les tasques domèstiques dels convents. Eren ferrers, constructors, sabaters, sastres i cuiners, però també pagesos, pastors i moliners. I eren gairebé tots analfabets, com els camperols de l’època!

Com es convertien en templers?
La cerimònia d’ingrés dels nous germans era llarga i complexa. Es deia recepció i se celebrava a la capella de la casa on demanaven entrar. La presidia el mestre provincial i dos templers feien d’introductors. L’aspirant havia d’acceptar els vots i fer un jurament. Si ningú no s’hi oposava, l’admetien tot dient: “Et prometem el pa i l’aigua i la roba humil de la casa, i molts patiments i treballs”. Caram, que encoratjador, no trobeu? Aleshores li col·locaven la capa templera. En entrar, havia de donar totes les seves robes, armes i diners al draper, que li donava el nou uniforme. Ja era un templer de cap a peus!

4Les normes dels templers
Els templers tenien una bona flota de vaixells
Els templers tenien una bona flota de vaixells Javigaar

La regla que seguien els templers tenia 72 normes. Quantes, no? Estava inspirada en la dels monjos benedictins, però amb tres canvis importants. Un, podien matar els infidels. Dos, podien menjar carn tres vegades a la setmana, per estar forts. I tres, si es perdien les oracions per un combat, les podien recuperar! Era molt important l’obediència absoluta al mestre. Havien de demanar permís per a tot: per banyar-se, per prendre medicines, per anar al poble i fins i tot per galopar amb el cavall! No podien tenir cap bé propi. Estaven prohibits els baguls i les bosses amb tanca, i també les cartes personals.

Cavallers de capa blanca
Els cavallers vestien capa blanca, tant a l’estiu com a l’hivern, com a símbol de puresa. Els escuders i els sergents vestien de negre o de color terra, per distingir-los. Eren sempre vestits molt senzills. Havien de dur els cabells rapats, tot i que els bigotis i les barbes estaven autoritzats. Els templers no podien tenir ni una moneda a la butxaca, però eren cavallers pobres dins d’un orde molt ric!

Pobres molt rics
Com que tenien tantes propietats i rebien tantes donacions, i, a més, no havien de pagar impostos, van amassar una gran fortuna! Amb aquests diners, feien de banquers. Deixaven diners als pelegrins, però també a reis i papes, i amb els préstecs afavorien els tractes comercials. De fet, les comandes templeres funcionaven com a oficines bancàries per fer negocis d’una banda a l’altra del Mediterrani. Eren molt astuts i eficaços, i tothom els feia confiança. Fins i tot feien servir un codi xifrat secret, perquè ningú no conegués les seves operacions!

5La fi dels templers
El gran mestre templer Jacques de Molay crema a la foguera
El gran mestre templer Jacques de Molay crema a la foguera Javigaar

Durant dos-cents anys, semblava que tothom admirava els templers... menys els seus enemics musulmans, evidentment! Però la truita es va girar l’any 1291, quan els cristians van perdre definitivament el regne de Jerusalem. Amb aquesta gran derrota, les croades es van acabar. Aleshores, els templers van muntar el quarter general a Xipre, una illa molt a prop de Turquia. Encara volien lluitar per recuperar Terra Santa! Però a Europa els amenaçava un enemic molt poderós. En aquells moments, al tron de França s’asseia Felip IV, un rei tan ben plantat, que de sobrenom li deien el Bell. Potser sí que era guapo, però també era una mica aprofitat. Com que tenia molts problemes de diners, va pensar que les grans riqueses dels templers eren molt llamineres... i va decidir quedar-se-les! Quina barra!

Acusacions inventades
I com s’ho va fer? Primer va fer detenir de cop i per sorpresa tots els templers de França, uns 14.000 homes. I, de passada, els va confiscar tots els béns. Que espavilat! Aleshores els va acusar d’heretges. Sabeu què vol dir això? Doncs de ser aliats del dimoni. Quina bestiesa! Era tot inventat, però van torturar els presoners i alguns no ho van poder resistir. Per no patir més, van confessar que les acusacions eren certes. Van dir que renegaven de Déu en cerimònies secretes, que adoraven el dimoni i escopien a la creu, i també que se n’anaven al llit amb els altres germans de l’orde.

Cap a la foguera!
El papa Climent V va ordenar que s’investigués l’orde a tot Europa, i després va seguir el joc al rei de França. El 1312 va dissoldre els templers. Totes les seves propietats van passar a mans dels hospitalers. Menys el tresor, evidentment, que s’havia quedat Felip el Bell! Quin aprofitat! Els cavallers francesos que es declaraven innocents van ser cremats a la foguera. Aquesta va ser la trista fi dels templers. L’últim gran mestre templer es deia Jaume de Molay. El van cremar a la foguera a París el 1314. Es diu que abans de morir va exclamar: “Déu sap qui s’equivoca i qui ha pecat. Aviat els que ens han condemnat patiran una calamitat!”. El papa Climent V va morir un mes després, i el rei Felip el Bell, en un accident de caça abans d’acabar l’any. Les llegendes sobre la maledicció dels templers no van trigar a córrer... Quina por!