Los descubrimientos sobre el Santo Grial de Valencia no cesan. A los últimos realizados por el catedrático Gabriel Songel (Valencia, 1961) durante seis años en los que confirmaba que la reliquia custodiada en la Catedral valenciana como santo Grial es la que Jesucristo utilizó en la Última cena, se suma ahora la tesis doctoral de la investigadora Ana Mafé, una «admiradora de la pieza» que confirmaría lo mismo al 99,9%: «La referencia más antigua conocida hasta la fecha del Santo Cáliz de Valencia era de 1399, pero esta investigación la retrasa otros 300 años. Corrobora que el Cáliz estaba en Aragón en la Edad Media, por lo menos en el siglo XI, y confirma datos que aparecen en la tradición oral de San Lorenzo, lo que hace más verosímil que el Cáliz de Valencia sea el auténtico».
Así, según los datos arqueológicos y el testimonio de la tradición, la primera etapa española del Santo Grial podría situarse en la ermita de Loreto, a tres kilómetros de Huesca. Durante la invasión musulmana, el vaso de siete centímetros de altura y 9,5 centímetros de diámetro, de ágata, que Jesús consagro su sangre en las últimas pascuas que celebro con sus Discípulos, habría pasado por diferentes refugios: la Cueva-Ermita de Yebra de Basa, en la comarca del Alto Gállego; el monasterio de San Pedro de Siresa, donde se dice que estuvo del 815 al 831; o, ya en el siglo XI, San Pedro de la Sede del Real de Bailo, la catedral de Jaca y el monasterio de San Juan de la Peña, donde habría permanecido hasta 1399, antes de ser trasladado a Zaragoza, Barcelona y Valencia, donde habría llegado en 1424 de mano del rey Alfonso el Magnánimo: «Si cogemos el Evangelio, la fuente primitiva textual que habla de esa copa, y la casamos con los documentos objetivos que nos traslada el estudio pétreo del Santo Cáliz coincide todo, es hebrea, habla de la regla del amor, habla de la tribu de judá, y casando estos elementos sale este porcentaje», señala Mafé, que basa sus estudios en el método iconológico científico de Panofsky: «Consiste en trazar un hilo por aquellos lugares por donde estuvo el cáliz y dejó una impronta. Si hay una copa que puede decir que estuvo en una mesa judía hace 2.000 años, es la que tenemos en la Catedral de València».
Pero, ¿se descartan entonces todos los demás cálices que reivindicaban ser el usado por Jesucristo? Pese a que la Iglesia no se ha posicionado oficialmente sobre la autenticidad de esta reliquia, en 2014 el papa Francisco aprobó un jubileo in perpetuum, llamado «Año Jubilar Eucarístico por el Santo Cáliz», a celebrar cada cinco años, siendo el primero el de 2015. Además, ambos estudios certifican que «han ido cayendo porque no han pasado ese filtro arqueológico, o eran muy posteriores, o tenían otra finalidad. La copa original se fue adornando durante la Edad Media para realzar lo que significaba y en el siglo XI todavía no se daba el fenómeno de la ostentación de las reliquias, era algo íntimo que pertenecía a las familias».
Sea como fuere, la popularidad del que se cree que es el Santo Grial se ha incrementado tanto en la capital del Túria que la startup Baukunst Patrimonio Virtual, de la aceleradora pública Col·lab de Las Naves de València, la ha reproducido mediante una aplicación de realidad aumentada para que todos aquellos que quieran puedan llevarse el preciado cáliz a casa: «Utilizamos la realidad aumentada y la impresión 3D, en colaboración con artistas falleros, para reproducir el cáliz con un metro de altura. De esta forma, conseguimos que dos símbolos de València, el cáliz y las Fallas, se unan a través de la elaboración de una reproducción en escala más grande», señala el CEO de Baukunst, Adolfo Ibáñez, a La Vanguardia, donde añade: «Es un prototipo de realidad aumentada que hemos propuesto a la UNESCO y que permite, además de transmitir el conocimiento de una manera mucho más amena, y multiplicar por mil su capacidad de divulgación, poder llevarte el cáliz a tu casa, con la experiencia de que salga del papel. Además, en Valencia mucha gente no sabe que existe el Grial, así que también es una herramienta para la educación patrimonial».
La ruta que se inspiró en las aventuras de Indiana Jones
Desde la sección ocultista de los nazis creada por Heinrich Himmler que se obsesionó con la reliquia porque pensaban que haría invencible al Tercer Reich y que reforzaría su idea de la superioridad racial del pueblo ario, hasta personajes como el Rey Arturo o Indiana Jones. Todos, han ido tras del codiciado Santo Grial, y es tanta su popularidad que además de llenar escenas del cine, la literatura y hasta los videojuegos, ha creado su propia ruta: el Camino del Santo Grial, fijado en el Camino de Santiago.
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