en 2006, se inició un proyecto de investigación arqueológica multidisciplinar en la antigua Termez (Uzbekistán), una ciudad situada a orillas del río Amu Darya (antiguo río Oxus),en la desembocadura de su tributario, el Surkhan Darya. Este emplazamiento estratégico hizo de la antigua Termez un importante centro político, militar y económico en el cruce de las redes comerciales intercontinentales integradas en la Ruta de la Seda, que unen tanto Samarcanda y las estepas Eurasiáticas con Kabul y el subcontinente indio, como el Mediterráneo y el Próximo Oriente con Kashgar y China.
UNA VASTA PRODUCCIÓN CERÁMICA
El objetivo fundamental de este proyecto, que recibe el nombre de IPAEB (International Pluridisciplinary Archaeological Expedition to Bactria), es el estudio de las cerámica que circularon y fueron usadas en la ciudad a lo largo de su dilatada historia. Estudiar la cerámica de Termez permitirá conocer mejor sus usos y costumbres, las influencias exteriores, la importación de tecnologías y las propias capacidades de generar una producción característica, así como su capacidad para introducir esta producción en los mercados regionales de Asia Central y más allá. Asimismo, el estudio de la cerámica producida en Termez durante toda su historia ayudará a los investigadores a obtener un mejor conocimiento de la vida en la ciudad. Para ello se ha priorizado el estudio de los talleres cerámicos que surgieron en Termez para analizar la tecnología empleada y caracterizar los productos que producían. De este modo será posible individualizarlos y ubicarlos en su espacio temporal dentro de la historia de el asentamiento.
Estudiar la cerámica de Termez permitirá conocer mejor sus usos y costumbres, las influencias exteriores, la importación de tecnologías y capacidades propias de generar una producción característica.
Dentro de esta línea de trabajo, un equipo integrado por investigadores de las universidades de Barcelona (UB) y de Salamanca (USAL) llevó a cabo, el pasado mes de octubre de 2019, una campaña de trabajo de campo que se ha centrado sobre todo en el recinto fortificado de Tchingiz Tepe y en el estudio de los talleres de producción cerámica situados al norte de las murallas de la ciudad durante el periodo islámico. Para ello, el equipo llevó a cabo una prospección de superficie complementaria a las ya realizadas en la campaña de 2018 para evaluar la superficie que abarcaron estos arrabales habitados por artesanos. Paralelamente a esta prospección se ha ampliado el estudio del registro arqueológico de uno de estos talleres (el denominado taller número 11), que ya había sido localizado durante la campaña de 2018.
El resultado de estos trabajos ha sido espectacular, sobre todo por el hallazgo de nuevos hornos de producción, así como por el descubrimiento de una gran cantidad de material cerámico, entre él numerosas piezas prácticamente completas de una tipología hasta ahora desconocida. El hecho de que en su mayor parte sean piezas recuperadas directamente de los desechos de cocción permitirá analizar el funcionamiento del alfar y valorar, entre otras cosas, hasta qué punto estuvo estandarizada la producción, qué recipientes se fabricaban en el taller y qué criterios de calidad se seguían. De este modo, la prospección en superficie y el estudio del taller número 11 han proporcionado algunos ejemplares cerámicos extemporáneos, lo que sugiere la existencia en el lugar de actividad en épocas anteriores, una actividad que puede remontarse hasta época kushan e incluso a tiempos anteriores, llegando hasta el período grecobactriano.
PINTURAS BUDISTAS
Paralelamente se ha completado el muestreo realizado sobre algunas de las pinturas que decoraban los numerosos monasterios budistas que surgieron en Termez durante los períodos kushan y kushan-sasánida (siglos I a IV d.C.), como las descubiertas en el santuario de Fayaz Tepe. Las muestras obtenidas han sido enviadas a Barcelona, desde donde posteriormente se llevarán a los laboratorios del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología NCSR Demokritos, de Atenas, donde los investigadores A. Hein y V. Kilikoglou, miembros del proyecto y grandes especialistas en pintura mural, determinarán sus características.
Se ha completado el muestreo realizado sobre algunas de las pinturas que decoraban los numerosos monasterios budistas que surgieron en la ciudad durante los períodos kushan y kushan-sasánida (siglos I a IV d.C.).
También y en colaboración con un equipo ruso del Institute of Archaeology of the Russian Academy of Sciences de Moscúse ha estudiado el material cerámico aparecido en una de las fortalezas más espectaculares e importante de todas las hasta ahora conocidas relacionadas directamente con los tiempos de Alejandro Magno: Usun Dara. Este lugar es sin duda el hallazgo más importante efectuado en los últimos tiempos en la frontera entre las regiones históricas de Bactriana y Sodgdiana. El objetivo del proyecto arqueológico es determinar si las cerámicas usadas por los habitantes de esta fortaleza, de clara filiación griega (siglos IV a II a.C.), pueden tener relación con las descubiertas en un gran centro geoestratégico y productor como fue Termez, a partir de los tiempos de la presencia de Alejandro Magno en Asia Central. Solo los futuros estudios sobre el terreno podrán responder a esa pregunta.
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