la Capilla Real del Palacio Gótico, erigido por mandato del rey Alfonso X el Sabioen el Alcázar de Sevilla (se trata de la primera construcción cristiana en el Alcázar), destaca por su hermosa decoración de azulejos cerámicos del siglo XV, que actualmente están siendo objeto de un ambicioso proyecto de restauración. En el transcurso de una actuación junto a la solería del altar mayor de este espacio, dedicado a la Virgen de la Antigua, un equipo de arqueólogos y conservadores dirigido por el arqueólogo Miguel Ángel Tabales, con el que colabora el antropólogo Juan Manuel Guijo, ha localizado un pequeño sarcófago de plomo, en cuyo interior había un ataúd de madera que contenía los restos de una niña de unos cinco años que, según las primeras estimaciones, vivió hace unos setecientos años, poco después de la construcción de esta capilla, en la segunda mitad del siglo XIII.
ZAPATOS Y BOTONES DE NÁCAR
Los restos óseos de la niña se hallan en bastante buen estado. El cráneo conserva parte del cabello y se han preservado también restos de su ropa, entre ellos zapatos, fragmentos de cuero y algunos botones de nácar. Al parecer, la pequeña tenía las manos cruzadas sobre el pecho. En cuanto a la datación, según Guijo, el enterramiento "tiene el aspecto de ser bastante antiguo, pero a veces hay aspectos que se pueden escapar. Los objetos pueden dar una cronología precisa y el contexto arqueológico es bastante rotundo, pero vamos a hacer la prueba del Carbono 14 para asegurarnos. El sujeto tiene también bastante pelo en algunas zonas del cráneo, por lo que se podría hacer un análisis de ADN en los bulbos de las raíces que nos puede permitir conocer su linaje o la procedencia geográfica".
El cráneo conserva parte del cabello y se han preservado también restos de su ropa, entre ellos zapatos, fragmentos de cuero y algunos botones de nácar.
Debido al lugar preeminente (junto al altar) donde se ha descubierto la sepultura, los expertos consideran que muy probablemente la pequeña fue miembro de una familia destacada de la ciudad. Según Miguel Ángel Tabales, "estamos ahora limpiando los restos y hay que hacerles pruebas de ADN y Carbono 14. Lo sorprendente es que haya aparecido quitando sólo una losa. Se ha conservado bastante bien. Todo apunta, salvo rareza, que tiene que ser alguien importante. Estamos hablando de la Capilla Real del Palacio Gótico. Ahí no se entierra a cualquiera". Por su parte el antropólogo Juan Manuel Guijo comenta que también se analizará si el cuerpo fue embalsamado y si junto a él se han conservado restos de semillas, plantas u otros elementos,ya que "en la alta sociedad era normal enterrar a los cadáveres con flores, esencias y perfumes, aceites, e incluso vino. Es interesante saber si conserva algo. Si hubo embalsamamiento sabremos que pertenecía a un estrato elevado, porque la Iglesia no lo permitía, pero con ellos hacía la vista gorda".
¿UNA CRIPTA BAJO LA CAPILLA?
Los investigadores están convencidos de que bajo la Capilla Real puede haber una cripta, aunque previsiblemente el espacio se encuentre muy alterado debido a la superposición de pavimentos a lo largo de los siglos y a las obras que se llevaron a cabo para la instalación de los azulejos que decoran la capilla. Además, el lugar también sufrió daños debido a algunos seísmos que asolaron la ciudad en el pasado. Para comprobarlo, está previsto realizar un escaneado del subsuelo con un georradar.
Los expertos creen que bajo la Capilla Real puede haber una cripta, aunque previsiblemente el espacio se encuentre muy alterado debido a la superposición de pavimentos a lo largo de los siglos.
A la apertura del sarcófago han asistido Antonio Muñoz, teniente de alcalde delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, e Isabel Rodríguez, directora de conservación del Real Alcázar. "De momento son hipótesis que se están barajando, y encuadradas también en la teoría del profesor Tabales de que bajo la Capilla Real del Palacio Gótico existiría una cripta. Pero, por ahora, debe prevalecer la prudencia hasta que se realicen los estudios oportunos que determinen la adscripción cronológica y, por tanto, la posibilidad de identificar al personaje. Queda aún mucho por hacer, pero desde aquí quiero felicitar al equipo de arqueólogos y conservadores del monumento por la precisión de su trabajo y la capacidad de reacción ante hallazgos de esta envergadura", ha declarado Muñoz.
Por ahora, la Capilla Real se encuentra cerrada al público hasta la conclusión de los trabajos, que está previsto que tengan una duración de entre cuatro y ocho meses.
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