domingo, 29 de enero de 2012

¡Padre del cielo, te damos gracias!

Por las flores que se abren bajo nuestros pies,
por la hierba frágil, tan fresca y lozana,
por el canto del pájaro y el zumbido de la abeja,
por todas las cosas hermosas que oímos y vemos,
¡Padre del Cielo, te damos gracias!


Por el azul del arroyo, por el azul del cielo,
por la grata sombra de las altas ramas,
por el aire fragante y la refrescante brisa,
por la belleza de los árboles que con el viento se agitan,
¡Padre del Cielo, te damos gracias!


Por el amor materno, y el cuidado paterno,
por los hermanos fuertes y las hermanas bellas,
por el amor cotidiano en el hogar y en la escuela,
por tu guía para no extraviarnos,
¡Padre del Cielo, te damos gracias!


Por tus queridos y eternos brazos,
que nos protegen de enfermedades y daños,
por las benditas palabras de hace tiempo,
que nos ayudan ahora a conocer tu voluntad,
¡Padre del Cielo, te damos gracias!


 Ralph Waldo Emerson

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