Que en torno a tus pies de loto quede mi amor absorto, sin importar ya nada dónde mi cuerpo habita, en mansión urbana o ermita del bosque, con harapos miserables o túnicas suntuosas.
Enséñame tan sólo a serte fiel.
Como la serpiente privada de su joya, así estoy yo en agonía sin poder contemplRte, oh, Señor.
Que no me mueva alabanza o reproche; permíte,e albergarte en las profundidades de mi alma; y mantén tu amor por mí, ¡Oh Señor!
Tulsi Das
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