un descubrimiento excepcional ha tenido lugar en los últimos días en la antigua ciudad de Paestum (Campania, Italia), conocida también por su nombre griego, Posidonia: nada menos que indicios del que podría ser el Templo de Poseidón, dios protector de la ciudad. Diversos hallazgos realizados en un templete, entre ellos numerosas estatuillas votivas y estatuas en forma de cabeza de toro, sugieren que este edificio podría ser el famoso templo, nunca antes encontrado.Para la directora del Parque Arqueológico de Paestum y Velia, Tiziana d'Angelo, se trata de un descubrimiento “de aquellos que a un investigador le suceden una vez en la vida, si tiene suerte” y “revelan un mundo entero, que da un giro a nuestro conocimiento actual de la antigua ciudad”.
EL TEMPLO PERDIDO DE POSEIDÓN
Situada en la región italiana de Campania, Posidonia (renombrada como Paestum tras la conquista romana) fue una importante urbe fundada por colonos griegos a finales del siglo VII o principios del VI a.C. Su nombre evoca al dios del mar, Poseidón, que era también la divinidad protectora de la ciudad. Por ese motivo, el templo de Poseidón (cuya constucción se sitúa alrededor del año 460 a.C.) debió de ser el edificio religioso más importante de la urbe.
Antiguamente se había identificado este edificio, erróneamente, con el templo más grande del sitio arqueológico: las investigaciones posteriores, en cambio, eliminaron esta hipótesis y actualmente se conoce como Templo de Hera o de Apolo. Esto dejaba la incógnita de dónde estaba el templo perdido de Poseidón, el dios protector de la ciudad.
Durante la campaña arqueológica de 2019 (dirigida por Gabriel Zuchtriegel, actualmente director de las excavaciones en Pompeya) se encontraron los restos de un templete en estilo dórico, situado prácticamente al lado del mar. En este lugar se han encontrado ahora numerosos indicios de que este edificio podría ser el templo perdido de Poseidón, el lugar más importante a nivel religioso de la antigua ciudad magnogriega.
LOS NUEVOS HALLAZGOS
Los hallazgos que han conducido a esta hipótesis son una serie de estatuillas votivas y elementos arquitectónicos ligados al culto de Poseidón. El principal indicio son 15 estatuillas que representan amorcillos a caballo de delfines, animales que eran considerados los mensajeros del dios del mar. Otra fuerte evidencia del culto a esta divinidad son siete figuras de cabezas de toro, animal sagrado de Poseidón.
Estas son una pequeña parte de los cerca de 250 elementos arquitectónicos que se han encontrado en las excavaciones, ligados al templete. Entre estos elementos algunos apuntan claramente a una función religiosa, como las canaletas por las cuales fluía la sangre de los animales sacrificados, o una escultura dedicada a Afrodita.
Sobre la posibilidad de que este sea, efectivamente, el templo perdido de Poseidón, D'Angelo afirma que “aún es pronto para decirlo, pero la hipótesis es extremadamente interesante.”
Un elemento que lleva a los expertos a creer en esta hipótesis es su proximidad a la línea de costa. “Las naves que pasaban prácticamente se lo encontraban de frente”, señala la directora del Parque Arqueológico. Dependerá de las futuras campañas corroborar o desmentir esta hipótesis que, si fuese cierta, sería uno de los descubrimientos más importantes en la historia de este sitio arqueológico.
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