[1] ¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
[2] Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!
[3] No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
[4] ¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
[5] ¡Oh monte, oh fuente, oh río!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
[6] Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
He escollit aquest poema de Fray Luís de León perquè parla de gaudir la vida, del plaer del que troba la tranquil·litat amb la natura i fugeix de la ciutat, del materialisme o la violència i l'ànsia pels diners.
Crec que és necessari gaudir de la vida i de la natura, trobar la tranquil·litat i ignorar el que els demés pensin de tu i centrar-se en un mateix/a.
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