el 24 de mayo de 1894, en el Museo Field de Historia Natural de Chicago (FMNH por sus siglas en inglés) ingresó un antiguo papiro egipcio: el llamado papiro FMNH31324, que fue adquirido para la institución por el coleccionista Edward E. Ayer durante una estancia en Europa.
El contenido del papiro FMNH31324 ha sido minuciosamente estudiado por Foy Scalf, jefe de archivos e investigación del Instituto de Estudios Orientales de la Universidad de Chicago, y su traducción acaba de ser ahora publicada por primera vez en el Journal of Near Eastern Studies (octubre de 2020) de dicha institución. Este estudio constituye la base para un nuevo análisis sobre un texto funerario egipcio poco conocido: el llamado Primer Libro de las respiraciones (cuya autoría se atribuía a la diosa Isis), un conjunto de fórmulas mágicas cuyo cometido era ayudar al difunto a unirse a los dioses en la vida eterna. La palabra "respiración" se emplea en el texto de manera metafórica para representar todos los aspectos de la vida que el fallecido esperaba reencontrar en el más allá.
DIVINIZACIÓN DEL DIFUNTO
Según Scalf, "en los últimos años ha surgido un enfoque renovado en la vitalidad dinámica atestiguada en la producción y transmisión de la literatura funeraria egipcia durante los períodos ptolemaico y romano. Los llamados Libros de las respiraciones han sido fundamentales para esta discusión en curso". El nombre con el que se conoce a estos textos procede de su inicio, que reza así: "Principio del Libro de las Respiraciones que procura Isis a su hermano Osiris para vivificar su alma, para alumbrar su cuerpo, para rejuvenecer sus sustancias de nuevo...".
Principio del Libro de las Respiraciones que procura Isis a su hermano Osiris para vivificar su alma, para alumbrar su cuerpo, para rejuvenecer sus sustancias de nuevo...
Al examinar los orígenes del Primer Libro de las respiraciones, Scalf afirma que se puede demostrar que la composición fue creada a través de un cuidadoso proceso exegético comenzando con una selección de hechizos de un popular texto funerario, el Libro de los muertos, y siguiendo la secuencia de la llamada Recensión saíta (una reestructuración de ese mismo texto funerario realizada en época saíta, durante las dinastías XXV y XXVI), que luego se entrelazaron con nuevas composiciones, comentarios y la reelaboración u omisión de pasajes específicos, creando una única estructura "narrativa", es decir, una composición nueva y distinta centrada en la divinización del difunto, la identificación de las partes de su cuerpo con varias deidades y su presentación a la comunidad de dioses.
De hecho, el papiro FMNH31324 del Museo Field de Chicago contiene una versión "abreviada" del texto conocido como Primer Libro de las respiraciones. Éste estaba destinado a colocarse debajo de la cabeza del difunto, mientras que el Segundo Libro de las respiraciones se situaba debajo de los pies (la autoría de este segundo libro se atribuía al dios Thot).
EN BUSCA DEL AUTOR
El papiro FMNH31324 está ilustrado en la parte superior con una hilera de escenas que incluyen la figura de una deidad bovina sobre un santuario, la famosa escena del juicio de Osiris y la representación de tres genios protectores que sostienen armas: una figura con cabeza humana con un cuchillo, una figura con cabeza de cocodrilo con una maza y una figura con cabeza de cánido que sujeta un cuchillo.
De momento no ha sido posible identificar el origen exacto del papiro FMNH31324, pero el autor del estudio asegura que proviene de la capital, Tebas, situada en el Alto Egipto, de donde proceden numerosas copias del primer Libro de las respiraciones (este corpus funerario acabó reemplazando al Libro de los muertos en el Alto Egipto durante la Baja Época). Los expertos sospechan que un único escriba fue el responsable de transcribir e ilustrar el papiro. Pero la naturaleza incompleta del texto combinada con el hecho de que el autor escribiese sobre las junturas de las hojas de papiro demuestra que éstas se ensamblaron en un rollo y se cortaron a la forma antes de ser inscritas.
Además, el estado del papiro ha hecho imposible identificar al autor y ponerle una fecha precisa, aunque Scalf señala que podría ser posible identificarlo en el futuro si se hallan y publican otros papiros realizados por la misma persona. El texto fue escrito con un cálamo (una pluma de caña hueca) y presenta muchas similitudes paleográficas con otros manuscritos del género de los Libros de las Respiraciones, lo que podría ayudar a establecer una datación. "Esto indicaría una fecha aproximada entre la segunda mitad del siglo I a. C. y finales del siglo I d. C., que se extiende hasta principios del siglo II d. C.", según Scalf.
Los expertos sospechan que un único escriba fue el responsable de transcribir e ilustrar el papiro.
Si bien el manuscrito está, en general, libre de errores notorios por parte del escriba, sí existen algunos casos en los que éste sí cometió los fallos típicos de cuando se procede a copiar el material original, incluida la confusión de pronombres y de signos hieráticos, y la equivocación en el orden de copia. La gramática del documento es una versión de la lengua egipcia media clásica (lenguaje que se habló fundamentalmente durante los Reinos Medio y Nuevo), con algunas características de fases posteriores.
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