un sello de jaspe incrustado en un anillo, con un retrato del dios griego Apolo, que data de hace unos 2.000 años (siglo I d.C.), ha sido localizado en el canal de drenaje de la Ciudad de David, en Jerusalén. La joya fue descubierta en el transcurso de los trabajos llevados a cabo por el Proyecto Arqueológico de Tamizado en el Parque Nacional del Valle de Tzurim, bajo los auspicios de la Ciudad de David y la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel. Este proyecto ofrece al público no especializado la oportunidad de experimentar y apreciar la actividad arqueológica. El tamizado es supervisado de cerca por los arqueólogos, y permite a los participantes convertirse en "arqueólogos por un día", ya que procesan material arqueológico desenterrado en las excavaciones de la Ciudad de David. Los hallazgos más importantes del proyecto hasta la fecha incluyen una huella del rey Ezequías, monedas de diferentes períodos, puntas de flecha y joyas. Ahora, a todos ellos se suma este singular sello con la efigie del dios Apolo.
EL DIOS APOLO EN JERUSALÉN
Este raro hallazgo es el tercer tipo de anillo-sello realizado con intaglio(una técnica artística que crea una imagen por corte, tallado o grabado en una superficie plana) datado en el período del Segundo Templo que se ha descubierto en Jerusalén. La gema es pequeña, de forma ovalada, tiene 13 milímetros de largo, 11 de ancho y 3 de espesor. Debido a que se trata de un calco, su función principal era actuar como sello para ser impreso en material blando, generalmente cera de abejas, como firma personal en contratos, cartas, testamentos, bienes... En él, Apolo aparece de perfil, mirando a la izquierda, con el cabello largo que cae sobre un cuello ancho, nariz grande, labios gruesos y una pequeña barbilla prominente. El cabello se peina en una serie de líneas paralelas y está trenzado por encima de la frente. Una línea de cabello marca un mechón que cubre la oreja; largos rizos fluyen sobre parte del cuello, alcanzando el hombro izquierdo. Delgadas líneas diagonales en la base de la cabeza marcan el extremo superior de la prenda y el cuerpo.
Apolo aparece de perfil, mirando a la izquierda, con el cabello largo que cae sobre un cuello ancho, nariz grande, labios gruesos y una pequeña barbilla prominente.
Según los arqueólogos Eli Shukron y Malka Hershkovitz, y Shua Amorai-Stark, especialista en el estudio de gemas grabadas, aunque Apolo es una deidad olímpica grecorromana es muy probable que la persona que llevó el anillo fuera judía. En opinión de Shukron, director de los trabajos arqueológicos, "es raro encontrar restos de sellos que llevan la imagen del dios Apolo en sitios identificados con la población judía. Hasta hoy, dos de estos anillos-sellos se han encontrado en Masada, otro en Jerusalén dentro de un osario (urna) en una tumba judía en el monte Scopus y la gema actual que ha sido descubierta en las proximidades del monte del Templo. Cuando encontramos la gema, nos preguntamos: ¿Qué está haciendo Apolo en Jerusalén? ¿Y por qué un judío usaría un anillo con el retrato de un dios extranjero? La respuesta a esto, en nuestra opinión, radica en el hecho de que el dueño del anillo lo llevaba no como un acto ritual que expresa la creencia religiosa, sino como un medio de hacer uso del impacto que representa la figura de Apolo: luz, pureza, salud y éxito", explica el investigador.
DICOTOMÍA ENTRE LUZ Y OSCURIDAD
Por su parte, Shua Amorai-Stark afirma que "al final del período del Segundo Templo, el dios Sol Apolo era una de las deidades más populares y veneradas en las regiones del Mediterráneo oriental.Apolo era un dios con múltiples funciones, significados y epítetos. Entre las esferas de responsabilidad de Apolo es probable que la asociación con el Sol y la luz (así como con la lógica, la razón, la profecía y la curación) hubiera fascinado a algunos judíos, dado que el elemento de la luz frente a la oscuridad estaba presente en la cosmovisión hebrea en esos días. El hecho de que el artesano que produjo esta gema dejara las capas amarillo-dorada y marrón claro originales de la piedra en el cabello de Apolo probablemente indica un deseo de enfatizar el aspecto de la luz en la persona del dios, así como en el aura que rodeaba su cabeza. La elección de una piedra oscura con coloración amarilla para el cabello sugiere que el creador o propietario de este calco trató de enfatizar la dicotomía entre la luz y la oscuridad y/o su conectividad", concluye.
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