Actualizado a 31 de agosto de 2022 · 11:37 · Lectura: 2 min
la mansión apareció el año pasado durante la excavación de dos antiguas mezquitas medievales en el desierto del Negev . Aunque en un primer momento se creía que se trataba de un edificio de época bizantina, los materiales típicamente árabes que encontraron en su interior permitieron a los arqueólogos fechar la estructura entre los siglos VIII y IX , tras la conquista musulmana de la región cien años atrás.
La estructura sería el lugar de residencia de un jeque de la tribu beduina de los Al-Tayaha.
Foto: AP images, Tsafrir Abayov
En el centro de esta imagen se puede apreciar una de las dos mezquitas del siglo XII que llevaron al descubrimiento del palacio.
Foto: AP images, Tsafrir Abayov
El edificio contaba con decenas de habitaciones entre las que destaca una cocina equipada con hornos en la que han aparecido fragmentos de platos de vidrio; otros artefactos como ollas y lámparas de aceite completan el conjunto de materiales recuperados por los especialistas israelíes.
Recipientes para cocer como esta olla fueron descubiertos por todo el yacimiento.
Foto: AP images, Tsafrir Abayov
Por las noches los beduinos se alumbraban con lámparas de cerámica como esta, descubierta por los arqueólogos en perfecto estado de conservación.
Foto: AP images, Tsafrir Abayov
Asimismo se ha desenterrado en el lugar una gran sala con un pavimento de losas de piedra y mármol , una opulenta estancia que además estaba decorada con frescos de tonos rojos, negros, amarillos y azules.
Bajo el palacio los arqueólogos se sorprendieron al descubrir un enrevesado conjunto de cámaras a cinco metros de profundidad donde han encontrado una gran cisterna para almacenar el agua de lluvia. Según los excavadores “las bóvedas conducen a más conductos subterráneos todavía por excavar ”, se trataría pues de “sótanos en los que podían almacenar comida en un ambiente fresco y donde se protegían del calor”.
Por estos dos pozos se accedía al complejo subterráneo descubierto bajo la estructura principal.
Foto: AP images, Tsafrir Abayov
El agua, un bien precioso en el desierto del Negev, se almacenaba en una gran cisterna encalada.
Foto: Israel Antiquities Authority
Las próximas campañas de excavación terminarán de sacar al descubierto las ruinas de la estructura y el complejo subterráneo que se extiende bajo ella, uno de los primeros palacios islámicos construidos en el actual Israel.
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