El Cilindro de Ciro es una curiosa pieza de arcilla realizada por el rey persa Ciro el Grande que se puede fechar en el 539 aC y que está considerado por muchos como la “Primera Declaración de los Derechos Humanos“.
La pieza descubierta en 1879 por el arqueólogo asirio-británico Hormuz Rassam está escrita en cuneiforme y está compuesta por dos fragmentos actualmente en el Museo Británico de Londres.
En la pieza el rey expone sus conquistas y una serie de medidas políticas donde legitima la conquista de Babilonia (realizada de forma pacífica en el 539 a.C) y toma medidas políticas para ganarse el favor de sus nuevos súbitos. Son muchos los que consideran estas medidas de un gran valor humanístico por lo que lo consideran la Primera Declaración de Derechos Humanos de la Historia y la ONU lo ha traducido a diferentes idiomas.
Claro como todas las opiniones, ésta también tiene sus detractores. Numerosos historiadores justifican estas declaraciones, aunque sin negar que eran muy generosas, con algo nada extraño en las tradiciones mesopotámicas.
No es la única polémica que rodea a la pieza, ya que la situación entre Irán y Londres está un poco tensa. Las autoridades iraníes quieren que el British le ceda la pieza en préstamo y no han llegado a un acuerdo entre las partes, aunque parece que terminará volviendo, al menos por un tiempo, a casa.
Os dejo una traducción al castellano de un fragmento del cilindro para que dejéis vuestra opinión sobre si lo consideráis o no un precedente de la Declaración de Derechos Humanos:
(Marduk) le ordenó (a Ciro) que fuera a Babilonia e hizo que tomara elcamino de Babilonia. Como amigo y compañero caminó a su lado.
Sus numerosas huestes, cuya cantidad era inmensa como el agua de un río, marchaban con sus armas a su lado.
Sin combate y sin lucha le permitió entrar en la ciudad de Babilonia. Salvó a Babilonia de la opresión. A Nabonido, el rey que no lo honraba, lo puso en sus manos.
Todos los habitantes de Babilonia, el país de Sumer y el país de Acad en su totalidad, príncipes y gobernadores se postraron de hinojos ante él, besaron sus pies, se alegraron de que fuera el rey; sus rostros estabanresplandecientes.
“El señor, que con su ayuda ha devuelto a los muertos ala vida, que en (unmomento de) desastre y opresión ha beneficiado a todos”, así lo celebraban llenos de alegría y ensalzaban su nombre.
Yo, Ciro, rey del universo, rey poderoso, rey de Babilonia, rey de Sumer y de Acad, rey de los cuatro cuartos, hijo de Cambises, gran rey, rey de Anshan, nieto de Ciro, gran rey, rey de Anshan, descendiente de Teispes, gran rey, rey de Anshan, semilla eterna de la monarquía, cuyo reinado fue amado por Bel y Nabú y cuya monarquía tuvieron a bien que fuera agradable a sus corazones – cuando entré en Babilonia pacíficamente, erigí, en medio de vítores y aclamaciones, la sede del señorío en el palacio del soberano, Marduk, el gran señor, […] a mí el gran corazón, […] de Babilonia, a diario me preocupé de su culto.
Mis numerosas huestes desfilaron pacíficamente a través de Babilonia. No permití que se levantara ningún alborotador en todo el país de Sumer y Acad.
La ciudad de Babilonia y todos sus centros de culto mantuve en buen estado.
>A los habitantes de Babilonia, [que] contra la voluntad [de los dioses…] un yugo inapropiado para ellos, les permití que encontraran descanso a su fatiga, los liberé de su servidumbre.Marduk, el gran señor, se regocijó con mis [buenas] obras.
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