Recientemente informamos de que un equipo de arqueólogos turcos había descubierto una cripta con restos humanos, en la misma iglesia de Anatolia en la que fue enterrado San Nicolás de Bari, el santo que inspiró la leyenda de Santa Claus. Se sabe que en el año 1087, cuando los musulmanes invadieron la región, los cristianos evacuaron sus restos mortales y los trasladaron al cementerio de la localidad italiana de Bari (aunque por diversos avatares del destino, se cree que una parte de ellos pudo acabar llegando a Venecia). Aunque, tras este descubrimiento, los investigadores turcos consideraban que tal vez aquellos fieles se equivocaron y trasladaron los restos de otra persona, lo que significaría que los huesos del santo nunca habrían salido del país otomano.
Pero, ahora, la tesis de los arqueólogos turcos se debilita tras un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford. Los especialistas han analizado algunos de los supuestos huesos de San Nicolás que se conservaban en Bari, y el resultado revela que pertenecieron a un hombre que falleció aproximadamente en el año 343, la misma fecha en la que murió el santo. Por supuesto, esto no significa una confirmación al cien por cien que los restos humanos analizados pertenecieran realmente a San Nicolás de Bari, pero sí que suponen un dato más a favor de la hipótesis de que así sea.
El siguiente paso de los investigadores británicos es analizar los restos que se conservan en Venecia y comprobar si pertenecieron a la misma persona que los de la ciudad de Bari. Lo más llamativo es que entre los huesos que ahora se han estudiado, hay uno que no procede de Bari, sino que fue encontrado en Lyon, Francia. Se trata de una pieza de una pelvis masculina, precisamente, una de las partes del esqueleto que no figura entre los restos conservados en Bari. Y las pruebas han revelado que todos pertenecieron a la misma persona. Lo que significa que este fascinante puzle histórico.
San Nicolás nació en el territorio de la actual Turquía, y se convirtió en sacerdote después de que la peste matara a su familia. Consagró su vida a ayudar a los más necesitados y, actualmente, es patrón de Grecia y Turquía. Pero, ¿cómo dio origen al mito de Santa Claus? La tradición cuenta que, en una ocasión, al enterarse de que las hijas de un artesano amigo suyo no tenían dote para poder casarse, el futuro santo regaló anónimamente una bolsa con diez monedas de oro a cada una de ellas.
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