Las autoridades egipcias ya hablan de ello como el descubrimiento arqueológico del siglo y, aunque hay una pizca de autobombo en ello, no les falta razón. Las evidencias de que hay dos cámaras ocultas en la tumba de Tutankamón tiene desde hoy un dato nuevo. En esas cámaras se guardan objetos tanto metálicos como orgánicos.
La noticia la ha dado el Ministro de Antigüedades egipcio, Mamdouh Eldamaty, después de hacer públicos los datos finales de los escáneres realizados en la tumba del mítico faraón que Howard Carter halló intacta en 1922.
La tumba de Tutankamón fue un hito en la historia de la egiptología porque se encontró completamente intacta. Carter y su equipo extrajeron más de 5.000 artefactos de sus cámaras que han permitido reconstruir en detalle la vida (y muerte) de los faraones en una época tan remota como el siglo XIV antes de Cristo.
La existencia de nuevas cámaras no es una idea nueva. Se cree que la tumba estaba destinada originalmente a la Nefertiti, y es más que probable que los objetos detectados ahora tras los muros norte y oeste pertenezcan a la esposa del faraón Akenatón, el padre de Tutankamón.
Los test de radar han sido llevados a cabo por el especialista Japonés Hirokatsu Watanabe, pero aún no han tenido confirmación oficial por parte de otros investigadores. A finales de marzo, un nuevo equipo visitará el Valle de los Reyes para someter la tumba a nuevas pruebas con el fin de determinar el siguiente paso. La calma con la que se están llevando a cabo las investigaciones es comprensible. El ministerio de antigüedades egipcio quiere estar muy seguro de lo que puede haber más allá de las paredes norte y oeste antes de ponerse a picar unas paredes que son un tesoro en sí mismas. [vía National Geographic]
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