El Informe del Tribunal de Cuentas sobre la fiscalización de los fondos que la Iglesia recibe del Estado a través de la Asignación Tributaria refleja el rigor, la transparencia y el buen hacer de la Iglesia a la hora de gestionar y justificar esos bienes. No hay que olvidar que el dinero asignado por los contribuyentes a través del IRPF se destina, según lo previsto en los Acuerdos entre la Iglesia y el Estado, al sostenimiento de la Iglesia y al cumplimiento de sus fines: el mantenimiento del culto, sostenimiento del clero, el ejercicio del apostolado y de la caridad. Corresponde sólo a la Iglesia decidir el destino de sus recursos, respetando los fines indicados según el principio constitucional de libertad religiosa.
El Informe del Tribunal de Cuentas viene a reconocer que la Iglesia ha respondido puntulamente a la hora de presentar cada año la Memoria explicativa del uso de los fondos recibidos, así como de resolver cualquier requerimiento de información por parte de la Administración del Estado, o cualquier otra incidencia.
En contra de lo que se había publicado hace meses, el Informe aprobado por unanimidad en el pleno del tribunal aclara cualquier duda que se hubiera presentado y reconoce el valor de la actual Memoria de actividades de la Iglesia, que además de explicar el dinero recibido y el reparto concreto, realiza un repaso de los principales campos de la aportación insustituible de la Iglesia a la sociedad española.
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