Cuando uno piensa en el antiguo Egipto a su mente vienen pirámides, momias, el imponente templo de Karnak, algún que otro templo de ‘‘Millones de Años’’, faraones como Ramsés II, tumbas como la de Tutankhamón…, pero además de todas estas maravillas, en Egipto hubo unos templos menos conocidos e igualmente fascinantes, los templos solares del Reino Antiguo.
Edificados durante la V dinastía por seis de los nueve faraones de la misma, únicamente han sido descubiertos dos de estos templos, el del faraón Userkaf, primer rey de la dinastía y el primero en edificar un templo solar, el cual fue conocido como ‘‘Fortaleza de Ra’’, y el de Niuserre, llamado ‘‘Lugar de deseo de Ra’’, descubierto en mejores condiciones que el de su antepasado. Ambos se construyeron en Abu Gurob, yacimiento situado a 1’5 km al norte de Abusir.
Francisco López – Febrero de 1998
El recinto correspondiente al templo solar de Nyuserra se encuentra en Abusir, cerca del complejo del faraón. El templo bajo (8) constaba de 3 entradas, con un pórtico formado por 4 columas en la fachada principal y 2 de dos columnas en las subsidiarias. El templo bajo se une al templo superior por medio de la avenida (7) que desembocaba en un vestíbulo (6). Este vestíbulo abriá a ambos lados unos corredores (4) que rodeaban el recinto superior por un lado hacia los almacenes, que incluía un matadero, y por el otro hacia el obelisco. La decoración mostraba escenas del faraón en el festival sed. En el lateral abierto hacia el obelisco se encontraba el acceso a este y una habitación conocida como ‘Habitación de las estaciones’ decorada con escenas de las 3 estaciones anuales (ajet, peret y shemu).
El altar (5) se encontraba justo frente al obelisco (2) y estaba destinado a realizar los sacrificios de culto al sol. El obelisco era el elemento fundamental del templo. Era el elemento representativo del culto solar típico de la época. Estaba construido con piedra caliza, revestido con caliza de Tura, y tenía una altura de 35 metros. Se apoyaba sobre un pedestal (3) de 20 metros de altura con una inclinación de 75º.
El último elemento del recinto lo constituía el barco solar (1), construido en ladrillo pintado y madera. El barco tenía una longitud de 30 metros.
– Historia de las Pirámides de Egipto de José Miguel Parra Ortiz. Editorial Complutense. Madrid 1997
El hecho de haber encontrado únicamente dos de estas construcciones hace que algunos expertos duden de la existencia de los otros cuatro templos, apuntando la probabilidad de que los monarcas de la V dinastía reutilizasen los templos de sus antepasados, modificando tanto su arquitectura como el nombre de los mismos. Sea como fuere, lo que sí sabemos es el nombre del resto de templos solares: ‘‘Lugar de sacrificios para Ra’’, el templo del faraón Sahure; ‘‘Lugar predilecto de Ra’’, el de Neferirkare; ‘‘Mesa de ofrendas de Ra’’, de Neferefre; y ‘‘Horizonte de Ra’’ de Menkauhor. Como puede apreciarse por sus nombres, estos templos honraban al dios Ra, y habrían aparecido como respuesta al progresivo aumento de la importancia de esta divinidad.
Espacialmente también se aprecia la importancia del dios Ra, ya que el elemento principal de estos complejos templarios era un gran pedestal sobre el que se ubicaba un obelisco, símbolo del dios solar.Los edificios que configuraban estos templos eran un templo bajo, una calzada, y un templo alto desde el que se accedía al recinto sagrado, donde se encontraba el obelisco, en el extremo de un patio a cielo abierto, y varias edificaciones más. Los elementos arquitectónicos que lo componen hacen que estos templos sean muy similares a los complejos funerarios reales de esta época, lo que ha llevado a que los templos solares sean considerados, por algunos expertos, como un complejo funerario para Ra.
Artículo: Sandra Pajares Sotillo
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