Un grupo de arqueólogos de la Universidad Nacional de Trujillo (Perú) ha descubierto los restos de 227 niños sacrificados en un ritual precolombino de la cultura Chimú en la costa norte de Perú, que sería el hallazgo más grande de sacrificios de menores del mundo hasta ahora. Así lo confirmó el arqueólogo Feren Castillo a la agencia AFP. Los trabajos comenzaron en 2018.
El lugar del sacrificio masivo fue descubierto en el sector Pampa La Cruz en Huanchaco, un municipio costero de Trujillo, la tercera ciudad de Perú, situada a 700 kilómetros al norte de Lima. "Es el sitio más grande donde se han encontrado restos de niños sacrificados, no hay otro en el mundo", destacó Castillo desde la ciudad peruana. El arqueólogo explicó que los restos tienen entre 1.200 y 1.400 años de antigüedad.
Castillo manifestó que los menores, de entre 4 y 14 años, fueron sacrificados en un ritual a los dioses con la finalidad de aplacar las catástrofes naturales ligadas al fenómeno climático El Niño. "Hemos encontrado más evidencia de lluvias en los hallazgos", explicó el investigador. "Allí donde empezamos a cavar sale otro [resto]. Es algo incontrolable; donde excavas hay uno más", agregó. Los cadáveres de los niños se encuentran extendidos, en dirección al mar. Algunos aún tienen piel, cabello y orejeras de plata.
Este hallazgo de un sacrificio infantil masivo no es el primero en la zona de Pampa La Cruz. En junio de 2018 se descubrieron restos de 56 niños. Y Pampa la Cruz está a solo dos kilómetros de Huanchaquito, lugar donde en abril del 2018 se descubrieron 140 niños y 200 llamas sacrificados en un ritual similar. Ese hallazgo fue documentado por la revista National Geographic.
Los menores, de entre 4 y 14 años, fueron sacrificados en un ritual a los dioses de la cultura Chimú con la finalidad de aplacar las catástrofes naturales ligadas al fenómeno climático El Niño
National Geographic indicó entonces que pruebas con radiocarbono a sogas y textiles fecharon los objetos hallados en las tumbas entre los años 1400 y 1450, alrededor de un siglo antes de que el conquistador español Francisco Pizarro llegara a Perú (1532).
"Definitivamente, Huanchaco es el lugar elegido para hacer estos sacrificios", destacó el arqueólogo de la Universidad Nacional de Trujillo. El sitio, conocido como Huanchaquito-Las Llamas, se ubica a unos 300 metros sobre el nivel del mar, en medio de un complejo de viviendas residenciales en expansión de Huanchaco.
El hallazgo de los 140 niños sacrificados en Huanchaquito obligó entonces a revisar la historia de las ofrendas de humanos en rituales nativos. En 2018, National Geographic destacó que hasta ese momento, el hallazgo mayor del que se tenía evidencia era el sacrificio y entierro de forma ritual de 42 niños en el Templo Mayor en la capital azteca de Tenochtitlán (actualmente, Ciudad de México).
La civilización Chimú se extendió a lo largo de la costa peruana hasta el actual Ecuador. Hacia el año 1475 desapareció al ser conquistada por el imperio inca.
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