Estoy casi seguro de que, si pudiéramos explicarle a Aristóteles que la felicidad, esa 'eudaimonía' de la que tanto habían teorizado él y sus maestros, hoy se ha transformado en una sucesión de tazas cuquis, frases de azucarillos y libros de autoayuda, el estagirita habría cerrado su escuela de filosofía para dedicarse a la mucho más rentable fabricación de gorros frigios.
Y es que si algún superpoder tiene nuestra época es una sorprendente capacidad para 'resignificar' ideas, conceptos y palabras hasta que se convierten en buzzwords vacías y elementos decorativos. Con estos antecedentes, podéis imaginaros que, cuando me encontré un estudio en el que algunos de los mayores expertos en felicidad daban su opinión sobre cómo conseguirla, lo primero que hice fue preparar palomitas.
Creía que estaba a punto de ver un montón de gente diciendo obviedades sin base empírica y llevándose la contraria, pero no. Para mi sorpresa, los expertos no eran gurús y la metodología, dentro de lo que cabe, nos permitía hacernos una idea muy interesante de cuál era el estado de la investigación sobre las estrategias para aumentar la satisfacción vital.
El trabajo (y su metodología) explicado en tres minutos
Los investigadores se decidieron por el método delphi, una de las metodologías más aprovechables para sacarle jugo a un panel de expertos. Básicamente se escoge a un grupo de expertos cualificados y representativos del campo de estudio y se les extrae la información que necesitamos.
Posteriormente, se organizan esas respuestas y se vuelven a pasar a todos los expertos para que evalúen individualmente el conjunto de respuestas que ellos mismos han dado. En este caso, los investigadores pidieron un listado de estrategias para aumentar la satisfacción vital y recibieron más de 120 propuestas.
Posteriormente, se les devolvió a los expertos para que evaluaran la efectividad, la factibilidad y la rentabilidad de cada una. Estos expertos, ya digo, no son 'gurús de la felicidad' al uso, sino investigadores con bastante prestigio en su campo que incluyen gente como Dan Ariely de la Universidad de Duke o David Halpern del Behavioral Insights Team.
El resultado nos dibuja una interesantísima imagen de conjunto sobre qué técnicas tienen sentido o no. Es cierto que no deja de ser una encuesta prospectiva y cuantitativa. Lo ideal sería empezar a realizar ensayos clínicos aleatorizados para averiguar si esa utilidad es real. Pero, mientras llegan esas investigaciones, hay mucho en lo que entretenernos.
¿Qué estrategias son más efectivas, factibles y rentables?
1. Conectar con la gente
Lo primero que recomiendan los expertos es enfocarse en los lazos sociales. Esto incluye cosas como invertir (tiempo, atención, cuidados) en nuestros amigos y familiares; apuntarse a alguna asociación, peña o club; tratar a la gente de forma amable; casarse; y pasar tiempo con los colegas. Eso sí, no basta con hacer las cosas para cumplir expediente. Los expertos coinciden en que estas cosas funcionan mejor cuando se enfocan en la felicidad de los demás y no solo en el beneficio propio.
2. Buscar significado
Aquí me saltaron las alarmas. Sin embargo, tras esta idea de que "vivir una vida significativa hará que esa vida sea más satisfactoria" lo que proponen son cosas más sencillas. Recomiendan estar a la altura de sus valores personales sean cuales sean. Por ejemplo, si uno se considera religioso, recomiendan que practique su religión. También aconsejan ser generoso, voluntarioso, no centrarse en su propia felicidad, buscar un propósito en la vida y, algo (¡por fin!) más tangible, elaborar una declaración de misión personal.
3. Mantenerse activo
Recuperando las estrategias más definidas, los expertos coinciden en que las formas de vida activa son más satisfactorias. Cosas como hacer ejercicio físico regularmente, seguir aprendiendo o establecer metas y buscar desafíos.
4. Cuida tu salud
De la mano del punto anterior, los expertos proponen hacerse chequeos de salud regularmente, acudir a los profesionales ante cualquier problema (sobre todo, en salud mental) y dormir. Aquí somos muy de dormir, claro. Curiosamente, denotando el sesgo norteamericano, los expertos también recomiendan tener un buen seguro de salud.
¿Qué estrategias no son efectivas, factibles y rentables?
1. Hacerse rico
Esto reconozco que me ha sorprendido. Los expertos no recomiendan hacerse rico porque, en fin, se considera ineficaz y poco factible para la mayoría de las personas. No quiere decir que el dinero no de la felicidad (que ya sabemos que ayuda), sino que como estrategia tiene alguna que otra laguna.
2. Tener hijos
Tampoco recomiendan tener hijos como estrategia para tener una vida más satisfactoria. Pero es algo para hacer, como decíamos más arriba, pensando en los demás. Es decir, lo consideran algo factible e incluso efectivo; pero sostienen que si tenemos una familia solo en clave de "aumentar nuestra satisfacción personal", hay muchas probabilidad de que las cosas se tuerzan.
3. Reducir la carga de trabajo
A pesar de que el estrés laboral y el agotamiento relacionado es un problema innegable, los expertos no respaldan, por sí solas, cosas como limitar las horas de trabajo o trabajar a tiempo parcial. Son cosas que pueden tener sentido en algunos casos, pero lo ven como una intervención que se suele centrarse en los síntomas y no en el problema de fondo.
4. Elegir un estilo de vida alternativo
Con este rótulo, los expertos se refieren a cosas como eliminar las pantallas de casa, crear espacios de meditación o convertirse en vegano. De nuevo son estrategias poco eficaces de cara a aumentar la satisfacción vital si se hacen solo por aumentar esa satisfacción.
Muchas más cosas
El trabajo es muy interesante y no solo tiene recomendaciones para las personas individuales. También tiene recomendaciones muy interesantes de políticas que pueden emplear los gobiernos para promover una mayor satisfacción social. En definitiva, con sus limitaciones, se trata de un enorme cajón de ideas que sorprendentemente tienen algo de sentido.
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