Blog para la muestra y reflexión sobre el Misterio mediante mayéutica socrática.
domingo, 29 de octubre de 2017
martes, 24 de octubre de 2017
El origen de los misteriosos humanos de la isla de Pascua
Si tienes en casa una bola del mundo –y en caso contrario te recomiendo comprar una cuanto antes—, gírala hasta la posición en que no veas casi nada: ni Eurasia ni América, ni África ni Australia, ni siquiera las grandes islas de Madagascar, Papúa o Nueva Zelanda. Justo allí, en mitad de ninguna parte, en ese desierto oceánico al que ni siquiera alcanza el enjambre de islas melanésicas y polinésicas del Pacífico sur, hallarás si tienes suerte la Isla de Pascua, Easter en inglés y Rapa Nui en el primitivo lenguaje de los indígenas. Casi en la mitad exacta entre las islas más orientales de la Polinesia francesa y la costa occidental de Chile, la isla de Pascua y sus misteriosos habitantes antiguos, que construyeron los célebres moais a costa de arruinar el propio ecosistema del que dependían, ha fascinado a los estudiosos y a los aventureros durante siglos. Lee en Materia de qué forma el ADN antiguo de cinco pascuenses ha puesto patas arriba la hipótesis dominante sobre el origen de estos enigmáticos humanos.
Esa hipótesis, en su forma original y más célebre, sostiene que los polinésicos en general, y los habitantes de Pascua en particular, llegaron allí desde Suramérica, y gran parte de su fascinación perdurable se debe al antropólogo y aventurero noruego Thor Heyerdahl (1914-2002), que organizó en 1947 la expedición Kon-Tiki, una balsa artesanal como la que podían haber fabricado los indios precolombinos. Con ella recorrió los 8.000 kilómetros que separan las costas occidentales de Suramérica del archipiélago Tuamotu, en la Polinesia francesa. Heyerdahl produjo así una prueba de principio de que los polinésicos podían haber llegado allí desde las costas suramericanas. Pero una prueba de principio no es una prueba. Las pruebas de verdad llegarían mucho después con las comparaciones de ADN.
Hace años que se considera demostrado que los pueblos del Pacífico provienen del sureste asiático y Papúa-Nueva Guinea. De hecho, estas poblaciones tienen un porcentaje notable de genoma denisovano, la misteriosa población contemporánea de los neandertales que se cruzó con nuestra especie, el Homo sapiens, en tierras asiáticas. Quedaban dudas de si, pese a ello, los indios precolombinos habían llegado a Rapa Nui y se habían cruzado allí con los polinésicos originales. Los nuevos datos, sin embargo, parecen descartarlo. La Kon-Tiki se quedará probablemente en una curiosidad histórica: solo demuestra lo que puede hacer un aventurero noruego en nuestros días. Así es la vida, y así avanza la ciencia.
Los nuevos datos, en cualquier caso, muestran el poder analítico que tienen las comparaciones genómicas para aclarar los acontecimientos históricos. Más vale el ADN de cinco fragmentos óseos que la expedición más espectacular que haya podido concebir nuestro espíritu aventurero. ¿Triste? No: la verdad nunca lo es.
Los volcanes empujaron al colapso al antiguo Egipto
En el año 30 antes de nuestra era, Cleopatra VII se quitó la vida. Con ella acababa la milenaria historia del antiguo Egipto. Varios años de hambrunas, inestabilidad interna y el acoso de los romanos acabaron con los restos del imperio de los faraones. Pero todo empezó en el Nilo. En el verano del año 43, el río no creció. Sin la crecida anual, no hubo cosecha el año siguiente para alimentar al pueblo, llenar los graneros de los sacerdotes o pagar impuestos. Ahora una compleja investigación señala que el principio del fin pudo empezar con una erupción volcánica muy lejos de allí.
Historiadores y climatólogos han repasado la historia de los últimos 300 años del antiguo Egipto (323 a.C.- 30 a.C.), el de la dinastía de los Ptolomeos, y han encontrado que muchos de sus vaivenes fueron precedidos por erupciones volcánicas, algunas producidas a miles de kilómetros. Aunque rechazan la idea de que exista un determinismo ambiental, sí muestran cómo los volcanes de Islandia o el Cinturón de Fuego del Pacífico pudieron influir en las crecidas del Nilo. Mejor dicho, en su supresión y los problemas sociales y políticos que las sucedieron.
Entonces, la egipcia era una de las principales civilizaciones hidráulicas, como fueron la del valle del Indo o las ciudades sumerias antes. Todo el sistema dependía de la crecida anual del Nilo que anegaba los campos en verano. A finales de septiembre y en octubre amplias llanuras de lo que hoy es desierto reverdecían con los brotes del cereal. Las buenas cosechas daban de comer al pueblo y, por medio de los impuestos, permitían a los reyes egipcios guerrear con sus rivales, los romanos al oeste y el Imperio seléucida al este.
La egipcia era una de las principales civilizaciones hidráulicas. Todo el sistema dependía de la crecida anual del Nilo que anegaba los campos en verano
Pero si no llovía en la planicie ecuatorial africana y la meseta etíope, las fuentes del Nilo, no había crecida. Eso fue lo que pasó 14 años antes del suicidio de Cleopatra, en el 44 a. C. "Todas las pruebas que tenemos señalan hacia una reducción de las precipitaciones sobre la cuenca del Nilo y, por tanto, una menor crecida en verano como resultado del impacto de una erupción volcánica como la del Pinatubo o las que se producen en altas latitudes del hemisferio norte, como en Islandia", dice el historiador del Trinity College de Dublín (Irlanda) y principal autor del estudio, Francis Ludlow.
La clave aquí es el enfriamiento climático tras la erupción: "Las erupciones volcánicas arrojan grandes cantidades de gases sulfurosos a la estratosfera, donde se oxidan formando pequeñas partículas, los aerosoles de sulfato. Estos aerosoles son muy buenos reflejando la luz solar incidente al espacio. Esto provoca que llegue menos energía a la superficie, por lo que tenemos enfriamiento, menos evaporación y menos potencial para la lluvia", añade este experto en paleoclimatología.
Se produjo además un segundo fenómeno. Si la erupción se desató en algún volcán del hemisferio norte, como la concentración de partículas atrapadas en el hielo parece indicar, el enfriamiento de esta parte del globo pudo empujar hacia el sur la conocida como zona de convergencia intertropical (ZCIT), la región en la que los vientos de ambos hemisferios se encuentran. Esto provocaría que los vientos monzónicos no llegarían hasta las tierras altas etíopes donde el Nilo Azul se atiborra de agua.
"Los antiguos egipcios dependían casi exclusivamente de las crecidas veraniegas del Nilo, provocadas por la acción de los monzones en el este de África, para sus cosechas. En los años afectados por una erupción volcánica, las crecidas del Nilo eran menores, lo que provocaba una tensión social que podía desencadenar revueltas u otras consecuencias económicas y políticas", sostiene el profesor de Historia y Estudios Clásicos de la Universidad de Yale (EE UU) y coautor del estudio, Joseph Manning.
Otra cosa es que las erupciones provocaran todo el caos. "Sobre la sequía como causa, lo que sí podemos afirmar es que los Ptolomeos parece que fueron razonablemente resilientes, pero no tuvieron reparos en llevar a sus sociedades más allá del límite mediante el abuso en los impuestos y la producción de trigo sensible a la sequía", explica. "Pero es imposible saber si el pueblo pasaba más penurias que en el pasado. La década de los 40 a. C. fueron malos tiempos, pero cómo esto está conectado con el fin de la dinastía es, hoy por hoy, difícil de saber con certeza", añade.
Tras cada una de las 18 erupciones producidas en este periodo histórico, se produjo un repunte del traspaso de propiedades
La conexión se repite en otros acontecimientos históricos. Papiros y estelas recogen diversas revueltas internas, como la de Tebas en 207 a.C., iniciadas en los años posteriores a una erupción volcánica. Los mismo sucede con la venta de tierras. Base del sustento familiar, vender propiedades era el último recurso para que los que no podían pagar los impuestos evitaran perder la libertad. Tras cada una de las 18 erupciones producidas en este periodo histórico, se produjo un repunte del traspaso de propiedades, según muestran en la revista Nature Comunications.
Con las guerras el patrón fue algo diferente. Casi al mismo tiempo que Ptolomeo I creaba el último Imperio egipcio, otro de los herederos de Alejandro Magno, Seleuco, levantaba el imperio de los seléucidas. La historia dice que ambos duraron tres siglos y que los dos sucumbieron ante el empuje de los romanos. También dice que entre ambos imperios se produjeron nueve grandes guerras. Los investigadores no han encontrado ninguna conexión entre alguna erupción volcánica, la sequía del Nilo y el inicio de una de estas guerras. Lo que sí han comprobado es la asociación contraria: Cinco de ellas coincidieron con erupciones volcánicas y en todas los egipcios se apresuraron a firmar la paz.
¿Por qué los vikingos tenían la palabra "Alá" bordada en ropa usada en funerales?
Varios investigadores en Suecia descubrieron caracteres arábigos tejidos en el atuendo con el que se enterraba a quienes vivieron en el norte de Europa durante la época vikinga (entre finales del siglo VIII y mediados del siglo XI).
El hallazgo plantea nuevas interrogantes acerca de la influencia que tuvo el islam en Escandinavia.
Las prendas estuvieron guardadas durante más de 100 años y siempre se consideraron un ejemplo típico de la ropa con la que los vikingos eran enterrados al morir.
Pero un nuevo estudio revela que las palabras "Alá" (Dios, en árabe) y "Ali"fueron bordadas en la tela con hilo de seda plateado.
Annika Larsson, arqueóloga textil de la Universidad de Upsala, en Suecia, halló los caracteres al reexaminar los restos de ropa con la que fueron enterrados un hombre y una mujer en un barco funerario (en esa época era común utilizar una embarcación pequeña como féretro).
Las tumbas fueron excavadas originalmente a finales del siglo XIX y principios del XX en Birka y Gamla Uppsala, dos localidades que se encuentran cerca de la capital sueca, Estocolmo.
Sin precedente
Larsson se interesó en los fragmentos tras darse cuenta de que las telas provenían de Asia Central, Persia y China.
La especialista nunca se tropezó en Escandinavia con los patrones geométricos que descubrió y que no medían más de 1,5 cm.
"No podía relacionarlos con nada, hasta que recordé dónde había visto inscripciones similares: en España, en telas de origen morisco".
Larsson se dio cuenta de que no se trataba de inscripciones vikingas, sino de caligrafía cúfica, que se considera un tipo de escritura árabe de las más antiguas.
Había dos palabras que se repetían con regularidad y, con la ayuda de una colega iraní, descifró una: "Ali", el nombre del cuarto califa islámico, quien vivió entre los siglos VI y VII d.C.
La otra era más difícil de identificar, así que decidió ampliar las letras y analizarlas desde todos los ángulos posibles, incluyendo desde la parte posterior.
"De repente vi que la palabra 'Alá' se había bordado de manera reversa", explica Larsson.
La arqueóloga ha encontrado, hasta el momento, las dos palabras juntas en 10 de los 100 fragmentos de tela que está analizando.
Conexiones
El hallazgo presenta preguntas fascinantes acerca de los ocupantes de la tumba.
"La posibilidad de que algunas sean de musulmanes no se puede descartar. Al excavar otros féretros vikingos se han realizado pruebas de ADN que han revelado que sus ocupantes eran originarios de Persia", afirma la especialista.
Pero añade: "La explicación también puede encontrarse en que la idea islámica de la vida eterna en el paraíso después de la muerte influyó en las costumbres de la época vikinga".
En la actualidad el equipo de Larsson está trabajando con los departamentos de inmunología, genética y patología de la Universidad de Upsala para determinar los orígenes geográficos de los cuerpos cubiertos con la ropa funeraria en la que se encontraron las inscripciones árabes.
El contacto entre los mundos islámico y vikingo se ha documentado a través de relatos históricos y el descubrimiento de monedas islámicas en el norte de Europa.
Hace dos años, por ejemplo, varios científicos reexaminaron un anillo de plata de la tumba de una mujer, también en Birka, y encontraron las palabras "para Alá" en la piedra del aro. La caligrafía utilizada también era cúfica.
La diferencia
Lo que hace interesante el descubrimiento de Larsson es que es la primera vez que se descubren en Escandinavia objetos históricos con la palabra "Ali", venerado por los musulmanes de la corriente chiita.
Ali fue el primo del profeta Mahoma que se casó con Fátima, la hija de Mahoma, y que se convirtió en el líder de la comunidad musulmana tras la muerte del profeta.
Aunque tanto chiitas como sunitas (la otra corriente del islam) veneran a Ali, para los primeros es más importante porque lo consideran el heredero espiritual de Mahoma.
"El uso de Ali sugiere que hay una conexión chiita, pero al no estar acompañado de la palabra 'amigo de Alá', pareciera ser una copia incorrecta de las palabras", indica Amir De Martino, director de Estudios Islámicos en el Instituto Islámico de Londres.
Y añade: "Ali se equipara con Alá, por lo que existe la posibilidad de que exista una conexión con un movimiento extremo y místico de una era temprana que tenía esa creencia".
Descubrimientos futuros
Las palabras Alá y Ali suelen representarse de manera enigmática en tumbas y libros de sectas místicas chiitas hasta el día de hoy, pero siempre acompañadas con el nombre de Mahoma. Y, en ocasiones, incluyen la escritura en reverso.
Pero a diferencia del hallazgo de Larsson, los ejemplos referidos con anterioridad incluyen las palabras escritas correctamente y al reverso.
Sin embargo, para la arqueóloga su descubrimiento es promisorio.
"Ahora que veo la escritura vikinga de una manera distinta, estoy convencida de que encontraré más inscripciones islámicas en los restos de tela que estoy analizando e incluso en otros atuendos. Incluso podrían aparecer en otros artefactos", concluye.
Tharik Hussain para BBC Mundo
El irreverente Nietzsche
El pensamiento de Nietzsche se caracteriza por su carácter iconoclasta e irreverente. Pero no siempre ha sido bien interpretado. La frase “Dios ha muerto”, que aparece en boca de Zaratustra, es en realidad un lamento trágico del personaje ideado por el filósofo alemán, que pensaba que sus contemporáneos vivían como si Dios hubiera muerto. Parte de su obra gira en torno a la idea de que la vida es voluntad de poder y todo lo que se opone a ella es considerado nihilismo, moral de esclavos y decadencia.
Elogio de la fortaleza. Describió a los romanos como los "fuertes" y a los judíos como el “pueblo sacerdotal del resentimiento por antonomasia”. Pero Nietzsche no era antisemita. Lo que le molestaba era la moral sacerdotal que creía ver en ese pueblo y de la que surge, según el filósofo alemán, la moral plebeya de la democracia de masas, dominada por la debilidad y el odio a todo lo excelso y superior.
Un ser extraordinario. El filósofo alemán afirma que para superar el nihilismo era necesaria la aparición del superhombre, un ser que tendrá una moral de nobles y aceptará la voluntad del poder. El superhombre es el que crea las normas morales y el que somete las cosas a su voluntad. Nietzsche postula que hay dos clases de hombres: los señores y los esclavos. Los señores desprecian todo aquello que es fruto de la cobardía, de la compasión y de la debilidad. Rechazan cualquier cosa que disminuya el impulso vital. La moral de los señores se sustenta en el orgullo y en la fe en sí mismos.
La condición servil. Por el contrario, la moral de los esclavos es la de los débiles y oprimidos. El esclavo decreta como buenas las cualidades de los débiles: la compasión, la paciencia y la humildad (virtudes propias del cristianismo). Los esclavos inventan una moral que haga más llevadera su condición servil. Obligados a obedecer a los señores, los esclavos afirman que la obediencia es buena y que el orgullo es malo, y promueven valores como la misericordia y la mansedumbre. Dada su condición servil, rechazan el egoísmo y la fuerza.
La pulsión de ir más allá. La idea de la "voluntad de poder" de Nietzsche ha generado interpretaciones muy variadas, entre ellas las que hicieron los intelectuales nazis, que también llevaron a su parcela la noción del advenimiento del superhombre. Nietzsche piensa que los instintos son una fuerza que va más allá del impulso a sobrevivir, protegerse o reproducirse. Esa fuerza se concreta en un deseo perpetuo de todo ser vivo por ir más allá de todos, hasta más allá de sí mismo, más allá de la muerte. Este impulso por expandirse impreso en cada ser humano es lo único que da sentido a la existencia.
Contradicción con patas. Nietzsche combatió no sólo el socialismo y el cristianismo, sino todo tipo de nacionalismo (incluyendo el alemán), racismo, militarismo y poder organizado. Su pensamiento es el más contradictorio del siglo XIX y ello explica por qué fue utilizado por abanderados de ideologías tan contrapuestas. El nazismo lo alzó como uno de los suyos para legitimar falsamente su régimen racista. El creador del psicoanálisis, Sigmund Freud, fue uno de sus discípulos. Y hasta filósofos postmodernistas, como el francés Gilles Deleuze, beben de sus fuentes.
La locura del genio
Friedrich Nietzsche nació en Röcken, un pequeño pueblo de Sajonia (Alemania), en 1844. Tras su paso por la prestigiosa escuela Pforta, inició estudios de filosofía en la Universidad de Leipzig. Allí leyó la obra de Schopenhauer, que le causó gran impresión.
En 1869, la Universidad de Basilea le ofreció un puesto de profesor de filología clásica y al año siguiente obtuvo la ciudadanía suiza. En aquel tiempo entabló amistad con la familia del compositor Richard Wagner, pero años después, Nietzsche se alejaría de ellos, sobre todo por el creciente chovinismo y antisemitismo de este clan. En aquel tiempo, su precaria salud se deterioró y cayó en la depresión, lo que no le impidió escribir Así habló Zaratustra.
En 1886 publicó Mas allá del bien y del mal, momento en que aumentó el interés de los alemanes por la obra de este pensador. Con 44 años comenzó a mostrar signos de demencia y megalomanía. En 1889, sumido totalmente en la locura, le ingresaron en un psiquiátrico de Basilea. Un año más tarde, Nietzsche moría en Weimar.
La arqueología escribe la “batalla olvidada” que no sale en los libros
Contaba Daniel Gutiérrez Renales, pastor y agricultor de Abánades (Guadalajara), que un día una vaquilla del pueblo burló a las tropas franquistas y acabó dando su vida por la República. Los nacionales habían confiscado la res y se la habían llevado a El Castillo, su posición en este frente; pero cuando la fueron a sacrificar el animal se zafó y echó a correr. Los soldados la persiguieron, le dispararon para matarla en su huida. Pero no la alcanzaron y la pobre incauta acabó yéndose a refugiar en el Alto del Molino, tomado por las tropas republicanas. Supuestamente, aquella codiciada pieza acabó en el estómago de los "rojos", porque al día siguiente, según el pastor, estos les gritaban socarrones a sus enemigos desde las trincheras: "¿Queréis un filete de ternera?".
En las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en sucesivas campañas desde 2010 por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), han aparecido los huesos de una vaca. En un informe comentan que podría tratarse de aquel animal tan berlanguiano, porque ese tipo de carne era un lujo en el campo de batalla. Aunque por los vestigios descubiertos la dieta de los soldados republicanos que participaron en la Ofensiva del Alto Tajuña (finales de marzo y primeros de abril de 1938) debía de ser la envidia de España. Es algo que solo se sospecha ahora que los científicos han desenterrado los restos de la que se conoce como "la Batalla Olvidada", porque la mayoría de los libros de historia nunca la citan.
Durante unos tres días de encarnizada lucha se produjeron unas 8.000 bajas entre heridos y difuntos. Los que ya no se levantaron jamás pudieron ser entre 1.000 y 2.000
Durante unos tres días de encarnizada lucha se produjeron unas 8.000 bajas entre heridos y difuntos. Los que ya no se levantaron jamás pudieron ser entre 1.000 y 2.000. Pero de los republicanos no existen listados y los recuentos de los sublevados solo registran con sus nombres a los oficiales. Todas ellas fueron las muertes más inútiles de la guerra, si es que hay alguna muerte útil, porque este enfrentamiento en los alrededores de Abánades en el que los gubernamentales se anotaron un ligero avance "no cambió nada" en la contienda. "Quedó eclipsado para los historiadores por las ofensivas de Aragón y Levante", que sí fueron decisivas y "cambiaron el destino", explica Alfredo González-Ruibal, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) de Santiago y director de las prospecciones.
La profunda laguna de la historia oficial en este municipio de Guadalajara de solo 59 vecinos se ha ido supliendo con testimonios y, sobre todo, con arqueología. Una disciplina que, en este lugar, es la ciencia que interpreta latas de conserva, munición oxidada, botellas de coñac y vértebras de bacalao salado para reconstruir el día a día y las penurias de ambos bandos en un paisaje en el que perduran las trincheras, los fortines, los refugios improvisados en "parideras" del monte, viejas cabañas construidas para recoger los rebaños.
El Alto del Molino permaneció bajo dominio republicano durante toda la guerra, y aunque allí la compañía de ametralladoras pudo disfrutar de raciones extra para afrontar los combates, también padeció enfermedades cutáneas y musculares asociadas a los parásitos, y bronconeumonías por culpa de las noches de invierno de hasta -20ºC. Así de elocuentes son los envases de medicamentos. O las latas de leche condensada, atún, sardinas y sobre todo anchoas, una exquisitez que nunca llegaba a otros frentes. Y también el fino papel de aluminio propio del chocolate, las espinas de pescado o los huesos de cabras y ovejas que revelan la ingesta en fresco, cuando en otros lugares las tropas se conformaban con pequeñas raciones de carne en lata. Para beber y aguantar el frío, el dolor y la angustia, el avituallamiento incluía vino, coñac Peinado fabricado en Tomelloso, licores varios y, según se sospecha por unas botellas blancas y traslúcidas, alguna vez también champán.
Aquellos días los sublevados intentaron sin éxito abrir una brecha en este frente. Se sabe que existen fosas comunes con cadáveres , pero aún no se han encontrado. De momento, según González-Ruibal, lo que ha aflorado es "la punta del iceberg". Durante años, los vecinos se han topado huesos desperdigados "labrando la tierra". Y los trabajos del CSIC han desenterrado restos de otros 13 jóvenes procedentes de toda España, sepultados aquí y allá. La mayoría murieron cuando tenían unos 20 años de edad y todos han aparecido sin chapas ni documentos identificativos. Esos esqueletos de soldados de ambos bandos llevaban desde 2012 en la sede compostelana del Incipit y han sido devueltos a Guadalajara esta semana para regresar a la tierra el próximo marzo, en el 80 aniversario de la Batalla Olvidada. Ellos también son soldados olvidados, porque nadie los ha reclamado y el Ejército, según el director del equipo arqueológico, tampoco asume los gastos del sepelio.
Para escribir sus historias anónimas se han centrado en los útiles que empleaban, que se han incorporado al museo de la guerra que ha creado Abánades
Para escribir sus historias anónimas no ha quedado más remedio que fijarse en los útiles que empleaban, y que se han incorporado al museo de la guerra que ha creado Abánades. Al igual que en cualquier tipo de excavación arqueológica, se ha obtenido mucha información de los grandes hoyos donde las tropas arrojaban su basura y de los corrales donde dormían. De allí, y de las huellas de los combates a corta distancia, y de los cráteres abiertos por las explosiones donde han aparecido algunos cuerpos destrozados. En las parideras vivían, y también escribían cartas y hacían trabajos de oficina. Han aparecido plumillas, tinta Waterman y Milán y hasta quebradizas minas de grafito milagrosamente conservadas. Hay, además, navajas de afeitar y liendreras, porque los piojos, como las pulgas y la sarna eran una constante. Y envases de medicamentos como el Bardanol, para combatir los problemas de piel, y de otro llamado Urodonal que estos chicos no tomaban por el ácido úrico, sino para aplacar el dolor de las articulaciones, el reuma y la "fiebre de la trinchera" causada por parásitos humanos.
Han aflorado muchísimos botones, hebillas, zapatos, llaves, mecheros; una ficha del juego de damas; insignias de guerrera en las que se lee "Catalunya"; munición con caracteres cirílicos; algún cierre de cremallera, que era un invento relativamente reciente. Pero lo que más le llama la atención al director de las excavaciones son "los objetos que no se espera encontrar en el escenario de una batalla", como "algún pendiente o algún frasco de perfume de mujer". Un soldado guardaba con celo una medalla de San Antonio. Quizás pensaba que el santo lo protegería de la muerte, porque en algún momento dado perdió la cadena y se prendió la medalla a la ropa con un imperdible al que, 80 años después, la chapita de plata sigue amarrada y sin dueño.
Silvia Pontevedra
Amsterdam, la Jerusalem europea
Los primeros judíos en llegar a la ciudad de Amsterdam lo hicieron a finales del siglo XVI procedentes de la Península Ibérica, los llamados judíos sefardíes. Durante siglos los judíos había contribuido al desarrollo económico y cultural de España y Portugal. Pero durante el siglo XV la Iglesia Católica incrementó la presión sobre los judíos para obligarles a convertirse al catolicismo. Desde 1479 la Santa Inquisición mantuvo una constante vigilancia sobre los judíos conversos. Hasta que en 1492 un decreto de los Reyes Católicos obligaba a todos los judíos del reino a ser convertidos de forma obligatoria o abandonar sus territorios. Este decreto abrió la veda para una persecución sin cuartel en el territorio hispano, incluidos los judíos conversos. Lo que obligó a gran parte de la población judía a mudarse a la vecina Portugal, el norte de África, Italia o incluso hasta el Imperio Otomano.
Pero en 1496 el rey de Portugal lanzó un decreto similar al de los monarcas hispano, aunque no fue realmente implementado hasta mediados del siglo XVI. Cuando la Inquisición Portuguesa fue creada en 1548, poniendo muy difíciles las cosas a los judíos del territorio portugués. Así un nuevo flujo de refugiados fluiría hacia la vecina Italia y el floreciente puerto de Amberes, en los Países Bajos. El puerto de Amberes, situado a orillas del río Schelde se convertiría en el centro de una vigorosa diáspora.
Y cuando, en 1580, España y Portugal quedasen unidas bajo la misma corona, una nueva corriente de refugiados llegará a tierras flamencas. Por aquellas fechas la provincias holandesa se había levantado en contra de los Habsburgo y había iniciado las hostilidades. Pero cuando la ciudad de Amberes quedará en manos de los españoles y los rebeldes holandeses bloquearan el puerto, serán Amsterdam y Hamburgo quienes se conviertan en el centro del comercio marítimo y de cierta tolerancia. De hecho, Amsterdam se convertirá en el destino preferido de la mayor diáspora sefardí cuando se convierta en un próspero mercado internacional para un amplio número de productos. Incluso durante La Tregua de los Doce Años, entre las Provincias holandesas y el Imperio Español, el comercio con la Península volvió a crecer y muchos judíos, con familias todavía en Portugal, pudieron retomaron el contacto para promocionar sus negocios.
No se puede decir que la Edad de Oro de Amsterdam se debe a la llegada de los mercaderes judíos sefardíes, la ciudad ya había sufrido un boom comercial a la llegada de los nuevos habitantes. Lo que sí aportaron fueron interesantes contactos comerciales que permitieron el desarrollo de las grandes fortunas durante el siglo XVII. E introdujeron nuevos elementos al mundo empresarial, como el comercio con Brasil y las Indias Occidentales o el comercio de diamantes. Uno de las mayores actividades comerciales de Amsterdam, durante el siglo XVII, será el negocio del azúcar. El el cual los judíos sefardíes jugarán un papel importantísimo, contribuyendo al continuo crecimiento y desarrollo de la economía de la ciudad.
El hecho que atrajo a los judíos sefardíes a Amsterdam fue la tolerancia religiosa de la ciudad. En 1579 se firma la Unión de Utrech, que establecía la independencia de las Provincias Unidas de los Países Bajos, y que declaraba que nadie podía ser perseguido por sus creencias religiosas. Aunque esta cláusula no se firmó pensando en los judíos, su principio también se extendió a la comunidad judía después de algunas dudas iniciales.
Sabías que… Las Provincias Unidas quedaron liberadas de la Inquisición, y los judíos eran libres de casarse, no debían portar ningún distintivo o seña que les identificase como judíos, podían adquirir o heredar propiedades, no se les obligaba a vivir en ghettos.
No hubo en toda Europa ningún lugar donde los judíos disfrutasen de tales derechos fundamentales.
Más información| VV.AA, Jewish Amsterdam, Jewish Historical Museum Amsterdam, 2014, Amsterdam
Los vikingos no utilizaban sus espadas solo para matar
La interpretación común de la historia dice que los vikingos eranguerreros fieros, marineros audaces, aventureros sin descanso, comerciantes avispados, conquistadores sanguinarios. Parece que no faltan pruebas de ello. Descubrimientos, matanzas, gestas... destacan sus habilidades en el arte de la guerra. Los investigadores confirman que así fueron, a grandes trazos, los pueblos nórdicos.
Más allá, sin embargo, se esconde una sociedad ingeniosa capaz de desarrollarse pese a las duras condiciones climatológicas de su tierra natal o la dificultad de sus viajes oceánicos. La lucidez de los individuos (sobre todo de los que no hemos conocido) es difícil de valorar, pero hay detalles que nos permiten atisbarla.
Los vikingos utilizaban espadas para tejer sus vestidos
Voy a ponerles un ejemplo. Cuando vemos una espada, ¿qué pensamos? Probablemente lo primeros que se nos viene a la cabeza es la guerra, la lucha, el duelo, la pelea. Quizás si vamos un poco más allá pensaremos en sangre o en honor (de los caballeros en la batalla). Cada cual lo ve desde su punto de vista, claro está. Lo que parece poco probable es que visualicemos una escena apacible, con gente cosiendo tranquilamente la ropa de los niños alrededor de un fuego.
En Cork City, unas recientes excavaciones arqueológicas en la antigua fábrica de cerveza Beamish y Crawford (ubicada en South Main Street) han permitido descubrir una pequeña espada de madera, de unos 30 centímetros, de unos 1.000 años de antigüedad. La talla presenta rostros humanos típicos del estilo Ringerike del arte vikingo (decoración zoomórfica que se desarrolló en los siglo X y XI).
“Hemos encontrado varios artefactos de una importancia excepcional”, explicaba el arqueólogo Maurice Hurley a The Irish Times. En la zona estudiada se han encontrado los restos de 19 casas vikingas y utensilios del hogar. ”Durante mucho tiempo se creyó que la influencia vikinga fue más fuerte en Dublín y Waterford, pero las últimas evidencias muestran que Cork estaba en la misma esfera cultural y que su desarrollo fue muy similar”, añadió.
Los investigadores destacan que en Dublin, por ejemplo, se han encontrado algunos objetos similares a la espada de Cork. Aún así, no tienen la calidad artesanal ni están tan bien conservadas como el arma hallada recientemente. ”Esta espada -dice Maurice Hurley- fue utilizada probablemente por mujeres, para coser hilos en un telar. El extremo puntiagudo -que está muy decorado- debía servir para recoger los hilos y seguir patrones“.
Los investigadores sitúan el Cork vikingo al mismo nivel de desarrollo que Dublin o Waterford
La excavación arqueológica terminó en junio pasado y los planes para construir sobre el lugar un centro de eventos con capacidad para 6.000 personas han quedado paralizados. Por ahora. Los artefactos vikingos descubiertos -entre los que hay un enrollador de hilo con dos cabezas de caballo talladas a los lados- están siendo tratados por expertos del Museo Nacional de Irlanda.
Los restos vikingos se encontraron en mayo, en un proyecto de excavaciones que ha durado ocho meses, pero solo salieron a la luz hace unas semanas durante una visita informal del embajador noruego en Irlanda, Else Berit Eikelanda, al Museo Público de Cork.
En el lugar de la excavación está previsto un centro de convenciones con capacidad para 6.000 personas
La primera incursión vikinga en Cork City fue un ataque al monasterio en Corcach Mór na Mumhan en el año 820. El nombre Cork deriva, precisamente, de este nombre gaélico, que significa el Gran Pantano de Munster. Los guerreros noruegos saquearon los tesoros más valiosos y, con el tiempo, establecieron un asentamiento en la zona. Los investigadores creen que el núcleo de este pueblo vikingo podría alrededor de South Main Street.
La presencia noruega en Corcach Mór na Mumhan fue interrumpida por los invasores de Dinamarca alrededor del 914. Los daneses conquistaron Irlanda y adaptaron las bases noruegas existentes. Las excavaciones demuestran que, entre dos y tres metros por debajo de las actuales calles de Cork City hay estructuras de madera persistentes. Por eso los expertos creen que estos colonizadores decidieron, hace unos 900 años, hacer un esfuerzo para planear, construir, reconstruir la zona pantanosa para mantener su pequeño pueblo de madera a flote y poner las bases de la ciudad moderna.
La primera incursión vikinga en Cork City fue un ataque al monasterio en Corcach Mór na Mumhan en el año 820
David Ruiz
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