Todos conocemos el rechazo de la iglesia católica ante los matrimonios del mismo sexo, pero al parecer su postura no siempre fue así. Resulta curioso conocer cómo en la Edad Media había una práctica bastante llamativa: las bodas de semejanza o Adelphopoiesis (“hacer hermanos”).
Estos enlaces “de hermandad” se realizaban entre personas del mismo sexo fundamentalmente hombres. El rito fue habitual en múltiples iglesias cristianas del Mediterráneo oriental durante la Edad Media e inicios de la Edad Moderna.
El rito tenía lugar en la iglesia pero no aparecía la figura del sacerdote, sino que los dos contrayentes juraban ante el altar y después lo anunciaban a la comunidad en la puerta de la iglesia.
La iglesia ortodoxa reconoce la existencia de estas ceremonias pero niega cualquier connotación sexual. Pero son varios los casos documentados de parejas de contrayentes de bodas de semejanza que compartieron sus vidas, y muchos de ellos fueron enterrados juntos y en cuyas lápidas habían inscripciones de amor eterno.
Una de las primeras parejas bendecidas por la Adelphopoiesis fueron Sergio y Baco en el siglo IV, martirizados y ejecutados por el emperador Maximiliano. Ambos son citados en buen número de matrimonios gays.
Otro ejemplo documentado es el de Pedro Díaz y Muño Vandilaz en una pequeña ermita de Santa María de Ordes (Orense) a mediados del siglo XI, el primer “matrimonio gay” en la Península Ibérica.
Fuente: “Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad” y “Las bodas de semejanza” de John Boswell
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